Incubus: El demonio interno

Story by Aitos Saibankan on SoFurry

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#3 of La prision del Incubo


En la oscuridad, se enciende una luz

Bienvenidos, lectores, al tercer capitulo de la Prision del Incubo. Este capitulo le puse mayor dedicacion en hacerlo lo mas interesante posible, espero que les guste. Si eres nuevo a la serie, tienes que saber que toco unos temas que no todo el mundo encontrara de su agrado. En otras palabras: LEA A SU PROPIO RIESGO. Con todo eso dicho, espero que la disfruten.

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Habia pasado una hermosa noche con mi amado angel, una noche bien intensa, me encanto mi primera vez con el, espero que la podamos repetir. Fue una tremenda forma de culminar nuestro dia tan acomplejado. Ayer aprendi sobre una nueva solucion para nuestros problemas de alimentacion, ya no tendria que lastimar a alguien para sobrevivir, tambien llegue a entender por que es que nos morimos por hacerlo, somos tan complicados y tan limitados. La llama de mi esperanza fue encendida una vez mas al escuchar del doctor que una cura es posible, no puedo esperar por poder besar a mi angel todos los dias sin sufrir consecuencias. Alguna vez llegue a dudar de porque aun debia seguir vivo, pero al encontrar a Rafael todo eso se desvanecio, habia encontrado la unica razon que necesitaba para continuar luchando. Por el haria lo que sea, por estar con el, quiero que estemos juntos para siempre.

Ya llegaba la mañana siguiente, nosotros nos encontrabamos profundamente dormidos, yo con mi cabeza recostada del suave pecho de mi angel, abrazados los dos. La luz de la mañana iluminaba el cuarto, anunciando que la hora de levantarse habia llegado, peor a mi lo unico que me interesaba era estar con mi angel, si pudiera estaria con el asi todo el dia. No me queria levantar, pero sabia que tenia que hacerlo, hoy teniamos cosas que hacer. Mi cuerpo y mi alma no me dejaban levantarme y despegarme de el. Asi que seguimos dormidos por minutos largos.

Repentinamente se escucha la puerta chocar con la pared, alguien habia entrado abruptamente. El intruso se acerca a la cama y comienza a agitarnos, queria que nos levantaramos y parece que era urgente. Lo hizo por minutos, lo sentia pero lo ignoraba, no me interesaba despertar. Estaba seguro que Rafael tambien sentia el agite. Veia que no reaccionabamos y agitaba la cama mas duro. Lo que sea que queria definitivamente era importante, no parece que simplemente queria molestarnos. Despues de un rato decide hablar:

  • Hey, hey Dose, necesito tu ayuda. -

Al escuchar la voz del intruso me doy cuenta que es Boto el que esta fastidiandonos. Comienza a agitar mas todavia la cama, viendo que ni hacemos aguaje de levantarnos, viene y nos desaropa por completo y abre las ventanas completamente. Me levanto para ver que queria Boto, tenia un tono de desespero. Me froto los ojos y me estiro un poco depues de un buen bosteso. Abro los ojos y miro al Boto desesperado, estaba todo alborotado, manchado y desaliñado. Doy otro bosteso y miro a Boto de nuevo, en ese momento habla:

  • Ahi, perdonenme, no sabia. -

Parece no haberse dado cuenta que estaba con mi angel todavia. Baja su cabeza, se vira y se para en el pasillo de espalda.

  • Me dicen cuando pueda mirar. -

No me habia dado cuenta que nuestras vergas aun estaban duras, a Boto no le interesaba verlas y por eso sale del cuarto avergonzado. Yo simplemente me rio y miro a Rafa, el todavia tenia los ojos cerrados y no despertaba. Me siento en la orilla de la cama, me estiro de nuevo y camino hacia la puerta para preguntarle que le pasa a Boto:

  • ?Que paso Boto? -

  • Um, te digo despues. Yo mejor me largo. -

Una vez dice eso corre hasta la puerta y se va volando de de la casa apresuradamente. Tendre que preguntarle que le paso cuando lo vea de nuevo. En ese momento decido volver a cuarto y me siento en la cama, ya Rafa estaba sentado a medio despertar, sus ojos aun no bien abiertos. Me recuesto a el. EL bostesa, me mira y me da un aprenton bien tierno.

  • ?Que le paso a Boto? -

  • No se. Le preguntare despues. Pero debiste de haberle visto la cara a Boto. -

  • ?Uh, por que? - no se habia visto, pero en ese momento mira hacia abajo y capta... - Oh, bien. -

  • Lo encontre bien gracioso. -

Comienzo a recorder todo el dia de ayer... por todo lo que pasamos... todo lo que hicimos... entonces me vino a la mente algo que el doctor habia dicho: "Los efectos de la vacuna duraran por 12 horas..." Podriamos hacerlo una vez mas antes de que termine sus efectos, queria hacerlo de nuevo con mi angel, asi que lo miro, le pongo una cara de lujuria:

  • Oye, el doctor habia dicho que los efectos de su vacuna durarian por 12 horas. Nosotros lo habiamos hecho tarde en la noche, asi que todavia nos tienen que quedar como 2 o 3 horas para tener sexo sin riesgos, ?que opinas? -

  • Me encataria, Dose. Vamos a hacerlo en el baño. -

  • Vamos. -

Tomo a Rafa de la mano para ayudarlo a parar y corremos hacia el baño, pero al salir del cuarto escuchamos que Aoi grita:

  • !!!Aaaah, mi peluchito se me fue!!! -

  • Aoi, tu peluchito esta aqui. -

  • No ese, el del pelo azul, con el que jugamos ayer. -

  • Ah, em... ?Boto? -

  • Si, Boto. Se me fue mi peluchito... -

  • Nunca pude meterle aquello. Bueno, otro dia sera. Aoi, acuestate ya amor. -

  • *sniff* bien... pero hay tanto que quiero hacer con el. -

  • Mira, te prometo que lo buscamos mas tarde. -

  • Vale. -

Permanecian en su cuarto pero discutian en una voz alta, nosotros escuchamos todo lo que dijeron pero no entendiamos de que rayos hablaban. Parece que ellas le hicieron algo a Boto, pero el ya no se encontraba por esos lares. Nos miramos Rafa y yo entramos al baño agarrados de las manos.

Una vez dentro Rafa comienza a observar su reflejo en el espejo mientras yo me dirijo a encender la ducha. Rafael tira de mi cola para entrar conmigo al a ducha, me abraza por detras, puedo sentir su verga rozar con mi cola. El pone sus manos sobre mi pecho mientras se pega a mi cuella y lo huele y besa apasionadamente, me aprieta un poco mas. Me doy la vuelta y nos abrazamos pecho a pecho, comenzamos a darnos un profundo beso mientras nuestras vergas se rozan una a la otra. Nos acariciabamos todo nuestros cuerpos mientras continuabamos nuestro beso. Seguimos nuestro beso por largos minutos, excitanodonos mas y mas mientras pasaba el tiempo. No queria despegarme de mi angel, y sabia que el no queria dejar ese beso tampoco. Era un momento hermoso, igual o mas que el que tuvimos la noche anterior. El beso en el que estabamos conectados era sensacional, estaba seguro que era lo mejor que habia sentido en mi vida. Rafael me besaba con pasion, pero tambien con mucho amor, yo le respondia igual. Estaba seguro que habia pasado horas cuando ya mi Rafael decide cortar el beso. Se separa un poco de mi y solo respira hondo.

  • Dose, todo este tiempo en la ducha y aun no nos hemos bañado. -

  • Jeje, es verdad. Vamos a salir de eso ahora. -

Busco el jabon que estaba en un esquina de la ducha, y comienzo a enjabonar a Rafael por la espalda, desde la cabeza hasta los pies, disfrutando tod su contorno al resbalar mis manos por su cuerpo. Sabia que el tambien lo disfrutaba. Una vez queda completamente enjabonado le entrego el jabon para que me limpia. Me facinaba sentir sus manos resbalar por mi cuerpo mientras me enjabonaba, me imagino que el se sentia igual. Al cabo de un minuto los dos quedamos enjabonados, en ese momento nos abrazamos una ultima vez para lavar la espuma y limpiarnos. Una vez limpios, soy el primero en salir de la ducha, tomo una toalla y rapido atrapo a Rafael en ella para secarlo, despues el hace lo mismo. Rafa de nuevo se para al frente de el espejo a mirarse, como lo hizo al entrar.

  • Si, se que eres hermoso, mi angel. -

  • Ah, gracias Dose. - al abrir la puerta del baño todo el vapor que se habia concentrado en el se escapa y pronto cubre toda la casa.

  • Oh, la verdad que eso fue caliente. -

  • Jaja, si. -

Mire por todos lados y la puerta del cuarto de las Sucubas estaba abierto, ellas ya no estaban ahi. Tampoco se encontraba Sebastian. Nosotro aprovechamos y nos sentamos en la sala un rato a hablar un poco antes de comenzar otro ajetreado dia.

  • Bueno, el doctor nos habia pedido que fueramos a verlo de nuevo, ?cierto? -

  • Cierto. ?Por que preguntas? -

  • Es que pues, sabes que no confio en los humanos, y pues no puedo evitar pensar que el nos valla a hacer daño. -

  • La vacuna y el remedio que nos hada dado han sido los dos exitosos y sin efectos secundarios, quizas el no sea tan malo como otros. -

  • Quizas, pero no voy a descartar la posibilidad. -

  • Anda Dose, tranquilo. La unica forma de que podremos estar juntos sin peligros es con la ayuda de ese doctor. Trata de confiar en el. -

  • Lo hare. Gracias Rafa. -

  • Ven, vamos para alla, a salir de eso, para despues pasar el resto del dia juntos. -

  • Bien. -

Las palabras de Rafael me alegraron mucho. Nos paramos y salimos de la casa, debidamente cerrando la puerta detras de nosotros. Miramos al cielo, despues nos miramos uno al otro como acostumbramos a hacer, y tomados de la mano alzamos vuelo una vez mas hacia Brazil. Eran pocas horas antes de ser medio dia. Pasamos por la ventana de nuestro mundo a Brazil, y rapido pude notar que la ciudad tropical no estaba tan activa como las otras veces que habiamos pasado. Llegamos al callejon donde nos encontramos con Fernando. Tocamos la puerta a ve si estaba pero nadie contestaba, Rafael trata y logra abrir la puerta pues no estaba asegurada. Entramos y preguntamos por Fernando pero no habia nadie, asi que continuamos nuestro camino. Vuelve a mi mente el momento en el que Fernando me toma el brazo izquierdo y me inyecta algo desconocido. Me entro un poco de enfado al recordar eso pero rapido lo elimine para no preocupar a Rafael. Volamos por las extraña alcantarilla del laboratorio hasta el lago, y de ahi para el laboratorio. Nos tardamos aproximadamente media hora en llegar. El cielo estaba nublado cuando llegamos al lago, parecia que pronto lloveria.

Caminamos por los pasillos del laboratorio mirando por las ventanas en busca del doctor, pasaron minutos y no encotramos a nadie. Pasa un rato de caminar y buscar y logramos encontrar al Doctor Alex, se encontraba en uno de sus cuartos escribiendo y haciendo varios apuntes. Tocamos el cristal de la ventana para que se diera cuenta que estabamos ahi. El mira, se para y se dirige a la puerta para dejarnos entrar.

  • Ah, chicos, que bueno que vinieron tempranon. Pasen y tomen asiento por favor. -

Una vez adentro y sentados Rafael rapdio le pregunta al doctor:

  • Bueno doctor, que es lo que nos tiene que decir hoy. -

  • Les habia pedido que volvieran, pero ahora espero por mi hijo, que tiene algo para ustedes. Esperen un poco mas en lo que vuelve. -

Y pasa como media hora y aun el hijo del doctor no llega:

  • Veo que Fernando no acaba dellegar. Me voy a buscar algo y voy a necesitar que ustedes salgan del cuarto en lo que vuelvo. Espero que no les moleste. -

  • No hay problema doctor. -

  • Esperen por mi aqui en el pasillo que no tardo mucho. -

Salimos y el doctor aseura la puerta detras de nosotros. Se va y nosotros nos recostamos de la pared a esperarlo. Me le acerco un poco a Rafa y el me pone su brazo en mi hombro, yo recuesto mi cabeza sobre el. Pasan los minutos, y se comenza a escuchar que la compuerta de entrada estaba siendo abierta, y parecia que el que queria entrar tenia mucha prisa. Rafael y yo nos dirigimos rapidamente a ver que pasaba. El intruso abre y no se digna en usar las escaleras para bajar, en vez brincando desde la superficie. Cae y pierde el balance. Ahi notamos que era Fernando el que entro, se veia alborotado, desesperado y asustado. Despues de recuperarse de su caida comienza a correr en nuestra direccion, pero no llega a dar unos pocos pasos cuando de repente parte del techo colapsa delante de el, como si algo hubiera explotado en la superficie. El polvo se aclara y Fernando se encontraba una vez mas en el piso como resultado del impacto, y delante de el estaba un Incubo. Aparentemente ese Incubo atraveso varios pies de suelo y cemento, si era asi era algo increible, tenia que ser sangre-azul. Lo unico que pude notar del Incubo era su cabello, era rubio y su pelo estaba estatico como puas. Podiamos ver que Fernando temblaba del miedo ante el Incubo. Fernando lentamente se arrastra escapando del Incubo, quien por su parte observa con ojos de enfado al cobarde tratando de huir. En un momento Fernando se para e intenta salir corriendo de nuevo pero el Incubo truena sus dedos y de la punta de su dedo indice sale un relampago que impacta uno de los pies de Fernando, haciendo que se caiga por tercera vez. El Incubo camina hacia Fernando, se para delante de el y lo toma por el cuello de la camisa.

  • Mira, bastardo, no te vaz a salir con la tuya. -

  • Por favor, no me hagas daño, solo hago mi trabajo. -

  • Tomaste algo que es mio y lo quiero de vuelta, y tambien me tienes que explicar lo que me hiciste en el brazo. -

  • Solo espera hasta que el doctor vuevla, el te explicara todo, solo dejame entregarle esto. -

  • Lo quiero de vuelta, !AHORA! -

  • !Aaaah! -

Fernando se desespera y trata de liberarse de la garras del Incubo hasta que lo logra y trata de huir una vez mas. En ese instante caen dos Incubos mas del agujero que habia dejado el rubio, uno de ellos era Boto. El otro Incubo, un pelirojo, le dispara una bola de fuego a Fernando, le da en la rodilla y hace que el caiga de nuevo al piso. Los tres Incubos entonces rodean al cobarde Fernando.

Yo no podia imaginarme lo que pasaba, ni Rafa tampoco, pero parece que tenia que ver con la inyeccion sorpresa que me dio.

El pelirrojo camina hacia Fernando y lo toma por el cuello de la camisa, esta vez lo levanta. Podias notar que estaba enfadado:

  • Imbecil, ?que nos hiciste? -

  • Tienen que esperar que el doctor les diga, solo les dire que han hecho mi trabajo mas facil. -

  • ?De que hablas? -

Como una salamandra se logra liberar del pelirrojo y hulle, de nuevo me entra el enfado al recordar lo que me habia hecho ayer y me adelanto para detenerlo yo. Fernando corria sin ver por que se quedo mirando a los tres otros Incubos, choca conmigo y yo lo agarro por los hombros para empujarlo en contra de la pared.

  • ?Y a mi que me hiciste?? -

  • Lo mismo que a ellos, espera a que el doctor les diga, por favor no me hagas daño. -

  • Dose, ?a ti tambien te hizo algo? - pregunta Rafael

  • Si, no quize decirtelo para no preocuparte. -

  • Bueno, Fernando, olvidate del doctor, tendras que explicarnos todo esto ahora. -

  • Por favor, se los suplico, solo hago mi trabajo, no me hagan daño. El doctor les explicara todo en unos momentos, honestamente ni yo estoy seguro de lo que hize, solo segui ordenes. -

Esto me demostro que ni el doctor ni Fernando eran completamente confiables. Estaba bien molesto con el, queria hacerle daño al igual que los otros Incubos, pero Rafael me dice:

  • Dejalo ir, Dose, todo esto lo resolveremos con el doctor. -

  • Bien, solo por que tu me lo pides. -

Y dejo ir a Fernando, quien sale corriendo por el pasillo y se desaparece.

  • Imbecil, por que lo dejaste ir, pensamos que le ibas a hacer algo mas. - dice el rubio

  • No, esperemos por el doctor, a ver que nos dice, el fue el que planeo todo esto. -

  • Dose, Rafa, dejenme presentarles a mis dos mejores amigos, el rubio es Raiko y el pelirojo es Jason. Somos un equipo de sangre-azul. -

  • Ya me preguntaba quienes era. Bueno, mucho gusto. Como pueden ver controlo la electricidad y me divierto mucho con ella. - dijo Raiko

  • Bueno, yo controlo el fuego. Oye, ustedes son pareja, ?no? - dijo Jason

  • Eh, ?como lo notaste? - le pregunto

  • Dose, se nota a leguas. Ustedes estan enamorados. - dice Boto.

  • Jaja, es cierto. Mi nombre es Dose y aqui mi angel se llama Rafael. -

  • ?Ustedes dos son pareja? Pero, eso no es saludable para ustedes. - dice Raiko

  • El doctor nos dijo que una cura es posible, asi que tendremos que confia en el para ver como podremos superar nuestras limitaciones. - dijo Rafael

  • No se puede confiar en los humanos. - dice Jason

  • Eso esta claro, pero no hay nada mas que podemos hacer. - dice Rafael

  • A ver que ese doctor nos dice. - dice Boto.

Despues de esa breve conversacion llega el doctor. Se asombra al vernos y se preocupa. Raiko, Jason y Boto estaban mas que molestos a lo que sea que le hizo Fernando.

  • Les explicare todo en un momento, por favor, pasen. -

Seguimos el doctor al mismo cuarto donde estuvimos hace un rato. Yo y Rafa nos sentamos pero el otro trio decidio quedarse parado.

  • Bueno, doctor, que nos tiene que decir, hoy mi paciencia esta corta. -

  • Lo que le inyecto mi hijo es un monitor que me ayuda a mi en mis investigaciones. -

  • Pero, por que lo hace de esta manera, sin pedir permiso ni nada. -

  • Siempre lo he hecho asi y nunca me descubren hasta ahora. Lo siento si de alguna manera les molesta. -

  • Pues claro que nos molesta que nos esten inyectando coasas asi de la nada. ?Que usted se cree? -

  • Ustedes no entienden ni van a entender, solo les quiero dejar claro que lo que les inyecte es completamente inofensivo. -

  • Y tu crees que te vamos a dejar asi por que si. -

  • Por favor, no me hagan daño y por favor dejenos en paz. Todo esto es para un bien mayor. -

  • Vamos a dejar a este en paz, no le veo mala intencion. -

  • No entiendo como lo vamos a dejar asi, pero bueno. Doctor, si vuelvo a verle la cara a su hijo, la pagara. -

  • Entendido, por favor no nos hagan daño. -

  • Vamonos Raiko, no insistas.-

  • Si algo malo nos pasa, tu tambien la pagaras. -

Mas o menos se aclaro tod esto, el trio se largo del cuarto y se fue, pero yo y Rafa nos quedamos.

  • Doctor, aun no entiendo. ?Por que lo hace? - pregunta Rafael

  • Es muy complicado y no quiero ponerme a hablar de eso ahora, por favor entiendan que no les estoy tratando de hacer daño. -

  • Bueno, doctor. -

Esto se volvia cada vez mas raro, el doctor no queria explicarnos lo que nos hizo, pero Rafa no queria conflictos hoy, asi que no instimos mas. Nos levantamos para irnos del cuarto, entonces siento que el hambre me ataca:

  • Perdone doctor, pero antes de irnos, usted tiene unos de sus remedios por ahi. -

  • ?Cuales? Ah si, se los doy ahora. -

Se dirige a la parte de atras del cuarto y vuelve con dos inyecciones para remediar nuestra hambre. Estas se veian un poco diferentes a las que nos dio Fernando la ultima vez, pero necesitaba saciar el hambre y no queria lastimar a nadie en el proceso.

  • Oigan, por favor, espero que no les moleste, pero inyectense el remedio aqui. Fernando me comento de la reaccion peculiar de uno de ustedes y eso es algo que nunca me habia puesto a examinar. -

  • Bueno, por mi no hay problema. -

El doctor toma su tableta con papeles del escritorio y se sienta, nosotros sacamos unas sillas y nos sentamos para inyectarnos el remedio. Primero se la inyecta Rafael, espero a ver lo que pasa y lo unico que hace es agarrar el brazo que se inyecto, retorciendose un poco del usual ardor, pero nada mas.

  • Mi reaccion no es como la tuya, jeje, vamos inyectate ahora. -

  • Bueno, mi reaccion es, em, rara pero se sintio muy bien. -

  • Vamos, Dose, a ver. - dice el doctor

Me agarro el brazo derecho y me inyecto el remedio. El ardor cursa por mis venas y pronto lo siento por todo el cuerpo, doy un grito del dolor, y un segundo despues eyaculo. Pero esta vez, el dolor no se iba. Siento que me mareo y me caigo de la silla.

  • !Dose!, !?estas bien?! - dice Rafael

  • !?Que haces?! - dice el doctor

Al inyectarme senti que algo tomaba control de mi. Perdi mi ser y senti que me volvia loco. Rafael se me acerca, y uno de mis impulsos le manda un zarpaso, hiriendolo. Salgo corriendo del cuarto, y miro atras, pude ver que Rafael tenia una gran cara de preocupacion.

  • !Dose, espera! -

Pero no podia ser nada, no era yo mismo, un demonio ahora me controlaba, el demonio interno que tenemos todos los Incubos. Con el poco control que aun tenia sobre mi mismo logre salir del laboratorio, no queria ser un peligro para nadie. Volaba y no sabia a donde, este demonio que ahora me controlaba me volvia loco, no podia hacer nada, solo podia gritar y gruñir, Estaba tan preocupado por Rafael, pero todo esto me tenia demasiado confundido, ?que me habra pasado?

Todo se me volvia borroso, todavia sentia un dolor intenso, pronto deje de ver. Pasaron minutos que estuve volando perdido, hasta que choco con la pared de un edificio y la atravieso. Pude sentir que atravesaba paredes y columnas, aparentemente estaba en un edificio. Termino aterrisando y no muy bien, rebotando contra el piso hasta que choco con una pared. No podia sentir nada excepto dolor, no podia ver nada, estaba tan confundido, solo queria llorar. ?Que me paso? ?Y que paso con Rafael? ?Como puede ser que lo heri?

...

...

...

  • Oye, ?estas bien? -

Escuche la voz de alguien, me despierto, habia caido inconciente. Aun no me sentia yo mismo, pero al menos tenia control. Mire a ver quien me habia hablado, era un delgado Incubo con pelo largo y negro, tenia unos peculiares ojos que demostraban ternura.

  • En donde estoy. - pregunte

  • Estas en un edificio de oficinas abandonado. Habias caido inconciente, mirate en el espejo. -

Estaba lleno de polvo y heridas, pero tambien pude notar que estaba mas musculoso, por ninguna razon, no estaba delgado. Pense y pense, y entonces me vino a la mente.

  • Ese horrible doctor me inyecto hormonas masculinas. El debe de saber lo que noshacen a nosotros los Incubos, el imbecil. -

  • Efectivamente tuviste hormonas masculinas. Parece ser tu primera vez, ?no? -

  • A mi no me gusta lastmiar a la gente, y nunca habia tocado a un hombre humano en mi vida. -

Me puse a observar el lugar en donde estaba, era un completo desastre, la luz apenas penetraba el lugar, estaba lleno de polvo y mugre, estaba en peores condiciones que el muelle abandonado.

  • ?Y tu que haces aqui? -

  • Aqui es donde unico puedo estar en el mundo de los mortales, ademas, cuido de mi pareja, que no esta en buen estado. -

  • ?Pareja? -

  • Tengo a un Incubo como pareja, y aqui es el unico sitio que encontre para cuidarlo -

  • Eh, perdoname, mi nombre es Dose. -

  • Ah si, mucho gusto, mi nombre es Hayden. -

  • ?Y quien es tu pareja? -

Cuando pregunte eso veo que se levanta un Incubo. No puedo evitar poner una cara de asombro al ver que la pareja resulta ser el demoniaco Gai.

  • !G-Gai, tu eres su pareja! -

  • Pues si, yo soy su pareja, el es el unico que entiende mi dolor y por lo que sufro. -

Lo miraba a los ojos y no tenia su mirada alocada de las ultimas veces, si no una mirada de cansansio, casi deprimido.

  • Tu eres el de que Gai hablaba. -

  • Hayden, no te preocupes. Lo que hize estuvo mal. No te preocupes, ellos solo se defendian. -

No podia creer escuchar a Gai con un tono normal.

  • Pero, Gai, tu. La verdad no se que decir. -

  • No te preocupes. Te dejare saber todo lo que necesites. Ten asegurado que no te hare daño. -

  • ?Por que eres asi, por que trataste de hacernos daño ayer? -

  • Lo mas importante de mi vida lo perdi a causa de dos cosas, los Incubos de Sangre-azul, y los humanos. Les tento tanto odio a esas dos cosas, no puedo controlarme y menos de haber atacado a un hombre. Esas hormonas despiertan nuestros peores sentimientos. Yo comenze a atacar hombres desde joven y ahora no puedo parar, lo hice mas para poder ser lo suficientemente fuerte para matar a cualquiera pero ahora no puedo dejarlo y se que me hace daño. -

Ahora pude sentir y comprender un poco a Gai, por que es asi, se siente horrible.

  • Aqui Hayden ha estado conmigo desde siempre y ha sido el unico que me ha comprendido. -

  • Hm, y por eso estabas con el doctor, para liberse de esas cosas, ?no? De todas nuestras limitaciones. -

  • Si, lo conozco desde hace varios años y nos llevamos bastante bien pero a veces el demonio en mi sale y pues le causo problemas, pero el conoce que de verdad no soy un Incubo malo y me quiere ayudar. -

  • Bueno, gracias por ayudarme, Hayden, pero ahora me tengo que ir a buscar a mi angel. -

  • No hay problema, cuidate mucho. -

  • Ah, y Gai, pues, no se que decir, quiza te debemos una disculpa. -

  • ?Disculpa? No creo, yo fui el causante del problema. Valla, busque a su angel. -

Estaba claro de que nuestro caso no era el unico, pero nunca habia hablado con alguien que pasar por algo asi. Y ellos parece que llevan mucho mas tiempo que nosotros. Ahora estaba preocupado por donde estaria Rafael, y que habra hecho.

Podia sentir que mi fisico habia cambiado, me sentia mas fuerte y agil, y la nueva musculatura lo reflejaba, la verdad se sentia bien, pero a la vez mal, era algo que no queria sentir de nuevo.

Habia pasado horas inconciente, ya se era tarde en el dia. No tenia idea de donde podia estar mi angel. Me dirigi a nuestra casa en el mundo de nosotros, a ver si se encontraba alguien, era el unico lugar que se me ocurria. Llegue mas rapido de lo acostumbrado gracias a la agilidad adquirida por lo que me inyecto el doctor, pero tambien me hizo pensar, ?por que el doctor me hizo eso? El doctor no me habia simpatizado mucho y ahora menos me simpatizaba. Mi primera meta era encontrar a mi angel, despues saber por que el doctor me hizo eso.

Me alegre mucho al encontrarme con Rafael cuando entro a la casa, junto con el estaban Boto, Raiko y Jason. Rafael corre a donde mi y me da un fuerte abrazo, se aleja un poco para verme y nota que he cambiado.

  • Dose, no sabes lo preocupado que me puse al verte asi, ?estas bien? -

  • Rafa, estoy bien, no se que me paso. Pero el doctor no lo hizo con buena intencion. -

  • Olvidemosnos del doctor ahora, solo quiero pasarme contigo lo que queda de este dia. Cuentame, ya fueron como 5 horas que estuviste perdido. ?Donde estuviste, que hiciste? -

  • Pues algo tomo control de mi despues de inyectarme aquello, llegue a un punto que perdi la percepcion de todo lo que pasaba alrededor mio. Habia quedado inconciente y cuando despierto me doy cuenta que estaba en un edificio abandonado con Gai... y su pareja. - Rafael me mira incredulo

  • Gai, ese demonio, ?con una pareja? ?No te hizo nada? -

  • Como puedes apreciar el no me hizo nada, pero, en ese momente, estaba serio, yo diria que triste. Y me conto por que es asi. El perdio muchas cosas a causa de unos Incubos sangre-azul y los humanos, por eso les guarda un tremendo odio. Y pues pasa la mayoria de sus dias en ese estado demoniaco con el que nos encontramos. Sabes, hasta me pidio disculpas, la verdad se veia avergonzado y arrepentido. -

  • ?Y su pareja? -

  • Es un Incubo delgado de pelo largo, se llamaba Hayden. -

  • Un Incubo tambien. -

  • Ellos llevan mas tiempo batallando esto que nosotros, deberiamos de ir a verlos. -

  • Ahora solo quiero que estes aqui, conmigo a mi lado, no quiero que te vallas de nuevo. -

  • Sabes, estoy loco por hacerlo contigo pero no tenemos una vacuna ni nada, y no me interesa ver a ese loco doctor. -

  • Ah, bueno, yo pensaba lo mismo, asi que tome una caja con varias de ellas. -

  • !?De veras?! -

  • Eh, Romeo y Romeo, estan frente a un publico no interesado en su intimidad. - dice Raiko. Me habia olvidado por completo de ellos.

  • Bueno, es mejor que nos larguemos, ya Dose esta aqui. - Dice Boto

  • Muy bien que no te halla pasado nada grave, Dose, bueno, cualquier cosa que necesites ayuda no dudes en pedirla. -

  • Oye, antes de irte, Boto, por que no nos dices lo que Aoi y Yuri te hicieron. --- - Ah, em. - Boto se abochorna un poco.

  • !Ha! Dale Boto, cuentales, que esta bueno y bien gracioso. - dice Raiko

  • Raiko... ugh... bueno, te cuento. - se resigna Boto - Te acuerdas que ellas me llevaron al lago para que yo las entretuviera, ?verdad? Bueno, pues despues de eso ellas me llevaron hasta su cuarto y me sentaron en una mesa, me dijeron "No te muevas que haremos algo que te va a gustar," y pues no me podia negar ante esas dos preciosuras. Pues despues de mucho secreteo comenzaron a coquetear conmigo y bailarme, obviamente para excitarme, me preguntaba "?Pero ellas no son lesbianas?" Siguieron su jueguito hasta que comenzaron a jugar con mi verga y lamerla, chuparla, tan rico que se sentia, em... no voy a dar muchos detalles, en fin, me tenian en su control, me llevaron hasta la cama y pusieron en poscicion de caballo, y entonces comenzaron a meterme sus dedos en mi, em... tu entiendes. Se sentia bien , super bien, me tenian loco, pero en un momento una de ellas dijo: "Vamos a meterle esto a ver si le gusta", mire, tenia un... dildo... -

en ese momento todos los que estabamos en la sala rompimos a reirnos, todos excepto Boto, la victima.

  • Boto, ?y que hiciste? -

  • Yo, pues, eh, les dije: "O no, con dejarlas meterme los dedos fue suficiente, ya paren", y pues ellas lo dejaron pero no sin hacerme eyacular, que por cierto se sintio excelente. Me fui a sentar en la silla de nuevo, obviamente cansado de tanto, y ellas me dijeron: "Te escapaste hoy, peluchito, pero mañana no te salvas", y pues de ahi sabia que tenia que salir del cuarto lo mas pronto posible, pero estaba muy cansado para hacerlo asi que me dormi. -

  • Bueno, debemos largarnos, Boto. Vamonos. - dijo Jason

  • Hasta luego. - se despide Boto

  • Nos largamos, a ver si nos vemos de nuevo. - dice Raiko.

El trio sale por la puerta y se larga a gran velocidad. Miro a Rafael y lo encuentro con una cara de lujuria, como la que teniamos esta mañana en el baño.

  • Dose, me encanta como te vez ahora. Me tenias preocupado pero bueno, dejemos eso atras, ahora lo unico que quiero es que me montes. -

  • Ah, Rafa, con gusto. vamos a mi cuarto. -

  • No, esta vez quiero que vayamos a hacerlo en un lugar diferente. -

  • ?Q tu sugieres? -

  • No se, vamos a perdernos por ahi, pronto va a caer la noche. -

  • Hm, vamos al muelle, el que tenemos por aca esta en mejores condiciones que el de Brazil -

  • Vamos. -

Nos tomamos de la mano y nos dirigimos al muelle. No tardamos en llegar pues estaba bien cerca de la casa, nos paramos en la orilla a contemplar el cielo.

  • Dose, ?sexo en un muelle? No lo creo muy romantico. -

  • No, de aqui te muestro a donde queiro que vayamos. - le apunto a una colina, en donde se encuentra un gran bosque.

  • Ahi, bueno. Se ve mejor que el muelle. -

  • Vamos, olvidate de donde lo hagamos, lo vaz a hacer conmigo. -

  • Bueno es verdad, no hay cosa mejor. - en ese momento nos damos un beso y alzamos vuelo hasta el pequeño bosque de la colina.

Apenas aterrizamos y agarro a Rafael por los hombros lanzandolo al suelo y lo comienzo a besar y acariciar con furia y pasion.

  • Oh Dose, tan agresivo, pero se nos ovlidan las vacunas, no lo dañes. -

  • Ahi, si... dame aca para salir de eso. -

Le arrebato las inyecciones de la mano de Rafa y rapido nos la inyecto.

  • ?Contento? En que estabamos -

Me sentia tan diferente, y a Rafael le encantaba esto que estabamos haciendo. Mi verga rapido se puso grande y dura al rozar con la de el, la cual tambien se excito bien rapido. Yo le tenia tantas ganas a Rafael como las que el me tenia a mi. Procedo a lamerle y besarle el cuello, bajo por los hombros, sigo por su pecho, saboreandome a mi angel. Continuo besandolo por sus abdominales, y llego a la verga de el, rapido me la meto a la boca y comienzo a chupar como demente. Esto lo vuelve loquisimo, gemia con fuerza y se retorcia, sabia que le daba mucho placer y es me excitaba mas a mi. Estuve minutos tras minutos saboreandome a la verga de el, hasta que decidi montarlo, le agarro sus muslos, y me apollo para penetrarlo con fuerza. Rafael da un grito de dolor pues lo cogi muy abrupto, pero rapido se le va el dolor y lo disfruta tanto o mas que yo. Me encanto verle la cara mientras le cogia, ademas de el placer que sentia al hacerlo. Estuve largos minutos cogiendo a Rafael, disfrutando cada segundo de ellos, hasta que ya sentia que iba a explotar. Saco mi verga y me siento en el pecho de Rafael, y el rapido toma mi verga y comienza chuuparla. Esta vez lo hacia de una forma diferente, jugaba mas con su lengua, se la saboreaba completa, era increible como me hacia sentir, mejor que la primera vez. No pude aguantarme mas y eyacule dentro de su boca, al fin al cabo eso era lo que el queria, se trago todo lo que pudo y limpio un poco con su lengua. Rafael se masturbaba todo este tiempo, su respiracion era acelerada, el tambien estaba a punto de explotar, y momentos despues expulsa todo su semen como un volcan, y cubre toda mi espalda. Fue gratificante sentir todo ese liquido caliente caer en mi. Tomo mi verga y la rozo sobre el pecho de Rafa un poco y el sonrie, entonces me levanto de encima de el, y me acuesto a su lado, esta vez el recuesta su cabeza sobre mi pecho, y nos abrazamos.

Sentimos como si hubieran pasado horas, pero apenas comenzaba la noche. Mi angel y yo estabamos exhaustos de nuestro tan hermoso e intenso momento, era temprano pero estaba tan cansado y ademas acostado con mi angel, solo queria irme a dormir.

  • Dose, la verdad que lo nuestro se vuelve cada vez mejor. -

  • En verdad que si, amor, en verdad que si. -

Y con eso dicho mis ojos se cerraron y cai en un profundo sueño, Rafael tambien se duerme sobre mi. Estaba tan feliz ese momento, todo el tiempo que he pasado con Rafael ha sido un tiempo que paso en felicidad. Eramos el uno para el otro y no dejaria que nada ni nadie nos separe. Mi vida habia tomado un giro para lo mejor gracias a mi encuentro con Rafael el angel, a el no se le podia llamar Incubo, para mi era un angel completo. Durante mis sueños, no me atacaron preocupaciones, si no pensamientos felices con mi angel... por primera vez no estaba preocupado.

Continuara...

Con esto culmina el tercer capitulo de La Prision del Incubo

Espero que este tercer capitulo haya sido de su agrado, esperen el cuarto que esta pronto por venir. He disfrutado mucho escribiendo este capitulo y estoy seguro que ustedes lo han disfrutado. Bueno, con nada mas que decir, hasta el proximo capitulo.

Aitos Saibankan