Limando asperezas

Story by Alfred Sherford on SoFurry

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#13 of El Lobo guardian


Capitulo 13: Limando asperezas

No han pasado ni diez segundos de que Alfred se fue, y ya lo extrañan... si, claro. La fortuna y la suerte, desafortunadamente, no vienen solas; siempre la desgracia tiene que venir a generar el equilibrio. Una nueva oportunidad para estar libres de las normas de limpieza y moral de Alfred, y no pueden hacer nada debido a la presencia de Alex (la semana en la que Alfred y James estuvieron fuera no les basto).

Pero de algún modo, esta salida de Alfred es diferente. La actitud de los habitantes de la casa ha cambiado por completo. Supongo que es una de esas etapas en las que la vida secreta de los personajes sale a la luz, sus secretos más oscuros (pero son tan desvergonzados que no creo que puedan ocultar algo).

Todos se reúnen de nuevo en la sala. Alex se pone a jugar de nuevo, mientras los demás lo observan. Al pasar un par de minutos, James es el primero en hablar.

--Bien, como Alfred estará fuera unos días, tendremos que poner algo de orden.

-- ¿Essso quiere decir que...?--pregunta Sam.

--Que aunque el no este vamos a seguir con sus reglas--al instante recibe abucheos por todos, pero eso no le importa--. Se que no les agrada la idea en lo más mínimo, pero no podemos comportarnos como niños.

--Vamos, casi no tenemos la casa libre--reclama Gami.

--Pero si la tuvieron una semana cuando Alfred y yo salimos.

--Pero no la usamos como fue debido--señala Alan.

--No es mi problema. Miren, les dejare hacer lo que quieran, pero con restricciones. Cuando Alfred no este, yo estoy a cargo.

-- ¿Y si tú no estas?--pregunta Harturo.

--Gami esta a cargo, siendo el él menos probable a hacer desorden. Vamos chicos, es un día como cualquier otro.

--Solo que no esta Alfred el Monarca--se burla Daniel.

--Oye, estoy yo en representación suya. Ten al menos algo de respeto.

--Como digas.

--Solo les pido algo de respeto--sin que se de cuenta, señala con la mirada a Alex. Al instante comprenden--. Espero su aceptación sin más reclamos.

--Ya, ya. Nos portaremos bien--dice Frank--. Pero nos debes una.

--Si, claro. Ahora--se sienta--, ya que arreglamos esto, ¿quieren hablar de algo?--mira a Alan-- ¿Cómo te fue hoy?

--Ah pues...--Alan comienza a buscar las palabras. Sabe que sus amigos se burlaran de el cuando diga que puede estar enamorándose. Pero tiene que hablar con la verdad--...me cambiaron al señor a quien le daba la terapia. Voy a extrañar las historias que el viejo me contaba.

-- ¿Y a quien te pusieron ahora?--pregunta Alex.

--A un joven de mi edad. Se rompió ambas piernas, y la terapia les devolverá su movilidad. Se llama Erick, pero le gusta que le digan Zashi.

--Mmm...--Harturo se rasca la barbilla--... te acuerdas de su nombre y de cómo le gusta que le digan. Para mi que aquí hay Alan encerrado.

Todos se ríen ante la broma, y ante la cara sonrojada de Alan.

--No es gracioso. Puede ser mi siguiente conquista--utiliza las palabras correctas para que no sospechen--. Tiene unas caderas tan suaves, y parece que sus piernas son bastante fuertes.

--Parece que tú no entiendesss Alan--opina Sam--. Estas en este lió por andar de pervertido.

--Lo se, pero no puedo evitarlo. Además, parece difícil de conquistar. Pero nadie me ha rechazado. Excepto Alfred--mira a James--. Estuve tan cerca cuando fuiste a Inglaterra--James abre los ojos como platos y se abstiene de levantarse y matarlo a golpes.

--Más te vale que sea una broma--saca sus garras y lo mira serio.

--Tranquilo, nada paso. Pero volviendo a lo mío, seguiré tratando de conquistar a Erick hasta que caiga--se levanta y va a la cocina por algo de comer.

--Pues creo que yo ya encontré trabajo--señala Harturo.

-- ¿En serio? ¿Dónde? --le comienzan a preguntar todos.

--Bueno, es una nueva empresa que parece prometer mucho. Dicen que harán todo lo posible para igualar el alcance de Microsoft. Unos amigos les hablaron sobre mis programas y creyeron que podían contratarme como programador.

--Y vas a aceptar, ¿verdad?--le pregunta Gami.

--...no lo se--casi al instante todos comienzan a reclamarle, y es tan difícil escuchar las voces de todos.

--Harturo, solo algunos de tus amigos conocen tus programas--le apoya Daniel.

--Si, son mejores que los de Microsoft, y no marcan error cada cinco minutos--añade James.

--Lo se pero... no me siento preparado para lanzarme así nada más. Tengo miedo de hacer algo que no deba.

--Llevas gran parte de tú vida haciendo programas de computadora. Esta es una oportunidad en un millón. Puedes incluso llegar más lejos que cualquier otro programador--explica Alan.

--Entraran otros que también son muy buenos. No creo que les gusten mis programas.

--Claro que si. Todo lo que has hecho nos ha servido--le recuerda Gami--. No puedes desaprovechar esta oportunidad.

--Pues... espero que tengan razón. Mañana iré a hablar con ellos.

--Bien. ¿Y tú Frank?--sigue James con la sesión de preguntas-- ¿Cómo vas con la obra?

--Bueno, ya tengo casi todo mi papel listo. En dos días tengo que ir al siguiente ensayo.

--Lo másss ssseguro esss que sssea un éxito, como sssiempre--opina Sam.

--Supongo que si. Digo, el resto del elenco es bastante bueno. Solo necesitan algo de práctica, un buen incentivo.

--Dales tiempo, leí que casi todos son novatos--añade Daniel.

--Eso si. Los escogieron por eso, parecen prometer bastante. El problema es que el director es bastante estricto. Tiene muy buenas referencias, pero a los novatos no es bueno tratarlos con tanta dureza.

-- ¿A quien sugieres?--pregunta Harturo.

--A Carlos Martínez de la Garza. Sin duda el podría sacarles ese jugo a los novatos que solo en sus primeras obras tienen. Pero si Alfred estuviera aquí escogería a Hector Fuentes.

-- ¿El anarquista?--pregunta Gami. Para que no haya confusiones, y por si no lo saben, el anarquismo es una corriente filosófica que busca desaparecer el gobierno, una sociedad sin clases sociales.

--Si. Sabes que Alfred--comienza a explicarle James--cree en la posibilidad del anarquismo. Por más que lo intento, no puedo convencerlo de que es imposible vivir en una sociedad sin gobierno.

--Es un león con ideas firmes--dice Alan.

-- ¿Y ustedes?--señala James a Daniel y Sam.

--Pensamos entrar en un torneo--Sam le da un codazo--. Bueno, Sam piensa entrar en un torneo.

--Ya me canssse de tener que enfrentarme a el. Tengo miedo de hassserle daño.

--Y por eso mejor seré su entrenador.

--Suena bastante bien--opina Alex-- ¿Y de cuanto es el premio?

--Aun no sabemos. Pero parece bastante bueno. Fuera de eso no creo que haya algo interesante que contar.

--Bien, ¿y tu Gami?--pregunta James-- ¿Cómo vas con Joaquín?

--Pues...--se sonroja--... bastante bien. Estamos recuperando el tiempo perdido. Se ha comportado bastante lindo conmigo. Todos los días me da un detalle.

--Se oye bastante romántico--señala Alan, aunque claro...-- ¿Ya lo hicieron?--...todo tiene un trasfondo.

--No, y no creo decirte a ti cuando lo hagamos.

-- ¿Y tiene casssa propia?--pregunta Sam.

--Si, pero dice que ya se quiere cambiar.

--Puedes invitarlo a vivir aquí con nosotros--sugiere James.

-- ¡No!--exclaman todos.

--En la habitación de Gami.

-- ¡Ah!

--Un integrante más quizá estaría bien.

Comienzan a reír (ni idea por que, no entendí). Alex, en cambio, escucha con atención todo lo que dicen. Al principio no entendió lo que decían, pero presto atención y fue comprendiendo los gustos de cada uno. Ahora al parecer tiene una imagen más fija de Alfred, y del resto de los chicos. Se toma de las garras y sonríe al verlos reír. Por primera vez se siente en una familia de verdad.

Sube las patas al sofá y se las masajea mientras sigue escuchando la conversación (que es bastante larga y ya escuchamos suficiente). Pasa otro largo escuchándolos, aproximadamente una hora más, completamente callado; bueno, dice un par de frases, pero si pasa gran parte del tiempo callado. Como ya dije, eso le ayuda a aprender más de ellos.

Después de que terminaron de hablar, se van a su respectiva habitación. Solo Alex y Harturo se quedan en la sala jugando. Pero de repente Alex se levanta para ir a su habitación por algo. Pero al pasar por la habitación de Alan ve que la puerta esta medio abierta. Sentado en su cama encuentra a Alan, al parecer deprimido. Sin que nadie lo note entra en la habitación y cierra la puerta. Alan levanta la cara y trata de componerse.

--Alex, hola.

--Hola Alan. ¿Estás bien? Creí que estabas llorando.

--No, no. Es que...--no tiene ni siquiera la menor idea de por que, pero con Alex se siente más cómodo--... ¿puedo contarte algo? Pero promete no decirle a nadie.

--Mi boca es una tumba--se sienta en el suelo.

--Bueno, este chico Erick, de quien les hable... no es precisamente llevármelo a la cama lo que quiero.

--Entonces...

--Creo... creo que me estoy enamorando--su rostro se sonroja, mientras Alex se queda boca abierta. Esto cambia por completo el concepto que tiene de el.

--Es una broma, ¿verdad?

--...--lo mira de frente--...me temo que no.

--Diablos. Pero, ¿Por qué lo dices?

--Ese es el problema. Aun no entiendo por que. Apenas lo vi y sentí algo bastante extraño. Es como si... no se, lo conociera sin saber nada de el; como si tuviéramos un lazo extraño. Tenía tanto pánico mientras le daba la terapia, que hiciera algo estupido o que viera que mi...

--Te estas extralimitando con los detalles--le interrumpe Alex.

--Ah si, lo siento.

-- ¿Crees que el sienta lo mismo?

--No lo se. Lo vi nervioso. Pero supongo que estaba nervioso por que yo estaba nervioso. ¿Crees que el nerviosismo sea algo contagioso?

Alex solo se pone de pie y lo mira como si fuera un bicho raro.

--Estas diciendo estupideces. Dios mío, si estas enamorado.

--Lo se, yo...--mira consternado a Alex--... espera, eres un niño, ¿Cómo sabes tanto del amor?

--No hay que ser un genio para saber que los enamorados dicen estupideces. Además tengo muchos ejemplos aquí.

--...

--...

--...el punto es que el también parecía nervioso. Pero no creo que haya sido por que este enamorado de mí. ¿A ti no te pondría nervioso que un extraño te ande tocando?

--Pues si, un poco.

--Debió ser entonces por eso. Alex, no eres la persona indicada para que te pida ayuda pero eres el más inteligente chico que he conocido, ¿Qué crees que deba hacer?

--Pues ser tú mismo no creo que te ayude mucho, ¿o si?

--No, en lo absoluto.

--Pues creo que tienes que cambiar.

-- ¿Y crees que es tan fácil? Estos días me ha cambiado bastante el centro. Ya no soy el de antes, pero aun tengo deseos de volver a serlo.

--Pasaste muchos años con esa personalidad. Claro que va a ser difícil dejarla. Pero si realmente amas a Zashi tendrás que luchar para no caer de nuevo.

-- ¿Y si el no me ama?

--No lo sabrás si no lo intentas.

Alan lo piensa por un momento. Después alborota el cabello del león.

--Gracias Alex, por escucharme.

--Es lo menos que puedo hacer. Me han dado un hogar.

--Pues ya no me arrepiento de eso--se levanta y entra al baño. Alex se levanta, pero ve algo en la mesa. Es una libreta pequeña, con un lápiz encima. La toma y ve que en la portada dice: "Diario de Alan. No tocar. Si, me refiero a ti". Pero como es un niño, no puede evitar ser curioso. Lo toma.

--Bueno Alan, me voy a dormir--se despide nervioso.

--Si Alex--le responde mientras se termina de lavar los dientes--. Y de nuevo, gracias.

--Cuando quieras.

Sale apresurado del cuarto para irse directo al suyo. Cierra con cuidado la puerta y se lanza a la cama. Al principio no piensa abrir el diario, pues lo considera una falta de respeto. Pero a final de cuentas iba a terminar leyéndolo. Abre la libreta y ve la primera hoja repleta de anotaciones. Es bastante viejo: 08/Abril/2005, años antes de que Alfred y James vinieran a Madrid.

"Parece que todos los que consideraba mis amigos me han traicionado. Todos los que me dijeron que me iban a ayudar cuando los necesitara ahora me dan la espalda. En la escuela no creo que a nadie le interese. Le pedí a Miguel que me ayudara con mi tarea y prácticamente me dio el avión. Solo me consideran un plato de segunda mesa, a pesar de todo lo que he hecho por ellos. Al menos pude desquitarme del todo con Miguel, y le dije todo lo que lo odiaba. Me sentí bastante mejor después de decírselo, como liberado. Pero se que esto traerá consecuencias, y bastante graves. Supongo que con esto voy a terminar dejando nacer una vieja personalidad mía que odio. Pero no tengo opción..."

12/Abril/2005

"Supuse que eso pasaría. Miguel me ha acusado. Me pusieron un maldito reporte por que supuestamente le había pegado. Además me obligaron a pedirle una disculpa, que no me dio, claro. Me reservo a decir que quería humillarme ante todos para disculparme. Sueña si cree que lo voy a hacer... Gami dice que no puedo trabajar con personas así. Quizá deba cambiar de escuela. Vale, se que yo tampoco soy perfecto, que hay personas a las que no valoro; pero nunca he humillado a alguien públicamente... Creo que iré al bar para calmarme"

13/Abril/2005

"...El problema con Miguel ya quedo resuelto, pero eso no compensa el daño que me hizo... invite a Miguel al bar. El se la pasa presumiendo en la escuela de todo lo que tiene, y me encanto verlo arder por dentro mientras veía lo bien que me la pasaba con mis otros amigos en el bar. Estoy decidido a vengarme de Miguel por todo lo que me ha hecho...

17/Abril/2005

"Hoy sentí más ganas de abrazar a alguien, más que nunca. No se por que, pero estos días que he llevado a cabo mi venganza contra Miguel, lo he comenzado a conocer más. Es bastante lindo, su familia después de todo no es tan mala, y cuando le entiendes, puede incluso ser una gran pareja. Por más que lo intento ya no puedo odiarlo. Esta tarde lo vi fumando, sabes que odio que la gente haga esa clase de cosas, y aunque le dije que no lo hiciera no me hizo caso. No entiendo por que me preocupo tanto por el, por más que lo intento no puedo odiarlo..."

24/Abril/2005

"Es imposible pero así es, me he enamorado de Miguel. Me cuesta tanto creer que a quien al principio odiaba, ahora amo tanto. Tengo miedo de que me rechace, de que dejemos de ser los buenos amigos que ahora nos hemos hecho si le digo lo que siento. No se que pasaría después, si le diría a todos, si se burlaría de mi, no se, pero no puedo ocultar mis sentimientos por el...

02/Mayo/2005

"...le dije que lo amo, deje atrás todos mis miedos que por días me habían hecho sufrir, y le dije lo que siento por el. Espere un puñetazo, un insulto, lo que fuera, menos eso, un calido beso que me hizo subir sentirme en el cielo. Después de eso me propuso comenzar a andar juntos. Di un grito de alegría que se pudo haber escuchado en toda la ciudad. No lo dude ni un segundo, acepte y lo volví a besar...

Alex esta sorprendido. Alan ya había tenido una pareja, y por lo que dice el diario, fueron bastante felices. El resto de las anotaciones hablan sobre citas que tuvo con Miguel. Pero al avanzar unos meses se encontró con algo nada lindo.

18/Octubre/2005

"...sentí que todo mi mundo se derrumbaba cuando lo vi besar a ese chico... el me vio y se rió para luego irse con el. No sabía que pensar, no tenía ganas de seguir vivo. Había jugado con mis sentimientos. Todas esas lindas palabras que me había dicho eran puras mentiras. Le entregue todo el amor que tenía, para que, para que me arrancara mi corazón y jugara con el... hace rato le hable para pedirle una explicación pero no me contesto... no quiero perderlo, no ahora que es tan importante para mi."

19/Octubre/2005

"...jamás me había sentido tan miserable. Hace seis meses dije que no me iba a humillar para que me disculpara. Y ahora, me humille ante el para que volviera conmigo, y lo único que hizo fue reírse de mi. "¿Qué no entiendes que solo eras para pasar el rato?" me dijo mientras abrazaba a su verdadero novio, quien también se rió de mi..."

Alex cierra el diario, impactado por lo que acaba de leer. Parece comenzara entender el por que del comportamiento de Alan. Lo esconde bajo su cama, para después cambiarse para dormir. Lo hace deprisa. Pero ya acostado, por más que intenta dormir no puede. Quizá es por eso que Alan tiene miedo de declararse a Zashi: tiene miedo de que sea como Miguel.

Ya bastante lejos de la ciudad, un auto se enfila con rumbo aun desconocido. Se escucha la canción Bust a Move, de Infected Mushroom. Alfred Sherford aumenta la velocidad al ver la larga recta de la carretera que hay ante el. La canción se enfila al climax, localizado casi al final de la misma. Los dos últimos minutos donde se escucha el teclado tocar hacen que todo el vello del león se erice ante la emoción. Da un largo suspiro justo cuando la canción termina. Aparece una calma entre el disturbio que genera la música electrónica que, según el león, lo liberan del mundo real y lo hacen entrar en un universo donde todo se puede manipular para crear maravillas.

Su celular, conectado al puerto BlueThoot del auto, comienza a sonar. Pone pausa al IPod conectado al estereo, y contesta.

--Alfred--se escucha la voz de Rebeca, la editora de Alfred--. Acabo de llamar a tú casa y me dijo James que no estabas. ¿Ahora con quien saliste? ¿Con el topo de Recursos Humanos?

--No, con tú esposo, que me esta dando una estupenda mamada ahora mismo.

--Sueñas si crees que mi esposo te haría eso. ¿Dónde estas?

--Rumbo a Valencia. Voy a buscar a Marcos.

-- ¿Al del Registro Civil? ¿Vas a cambiarte ese feo nombre? Espero que tomes mi elección.

--Marco Aurelio es estupendo Rebe, pero me gusta mi nombre.

--Ya dime, ¿a que vas?

--Es confidencial. Si eres paciente lo sabrás. Ayer llame a su oficina y me dijeron que había ido con sus padres a jugar golf. ¿Por qué los del gobierno juegan golf? Yo lo veo bastante aburrido.

--Es un juego donde se necesita usar la cabeza, cosa que dudo mucho que tú hagas.

--Graciosa.

-- ¿Me vas a decir a que vas?

--Ni en sueños voy a revelas mi sorpresa. Solo te diré que voy a cobrarme un favor.

--Escuche rumores de que es bi. ¿Vas a hacer lo que estoy pensando?

--Y te sugiero que vengas y armemos un trío con tú enorme trasero.

--... una broma más y me entregas la novela mañana mismo.

--Ya, ya--comienza a acercarse a una gasolinera--. Mira, voy a entrar a una gasolinera. Tengo que relajar tensiones por el viaje. Es bastante estresante viajar de noche.

--Ah, no me cuelgues. Quizá te ayude a "relajar tus tensiones."

--Solo un tigre puede ayudarme con eso. Pero no es lo que estas pensando. Tengo hambre y sed.

-- ¿Cuándo llegas?

--Mañana. Manejare toda la noche

-- ¿Y vuelves?

--En tres o cuatro días. Si, te llamare cuando llegue allá y cuando este de regreso.

--Espero que sea así.

--Hasta luego Rebe, y salúdame a tú esposo y a los peques.

--Tengo estrictamente prohibido que tú nombre se pronuncie en frente de mis hijos.

--Ja--acto seguido ambos cuelgan.

Alfred entra a la gasolinera, y mientras le llenan el tanque del carro decide entrar al mini súper. El turno nocturno le ha tocado a un joven conejo, que parece estar en ese trabajo solo por las vacaciones. Alfred comienza a revisar lo que puede llevar. Necesita comer bastante para manejar toda la noche. Comienza a tomar varias cosas. Tras un par de minutos pone todo en la caja: una bolsa grande de frituras, un refresco, unas donas, cacahuates y unos chicles. Le paga al conejo y le deja el cambio, quien lo acepta con gusto. Alfred sale con la bolsa, y ya que han cargado el tanque, le paga al oso a cargo, sube y se va. Aun hay un largo camino por delante.

Alex se levanta de la cama. Nota algo extraño: el armario esta abierto pero no ve su ropa. Se levanta y sale algo asustado. En la sala solo esta James, sujetando una maleta.

--James, ¿Dónde esta mi ropa?

--Vaya, hasta que te dignas a hablarme.

--Te pregunte algo.

--Aquí esta--le lanza la maleta.

-- ¿Por qué la guardaste?

--Ya no esta Alfred, así que no tendré problemas en correrte de aquí.

-- ¿Qué? ¿Por... por que?--Alex comienza a caminar hacía atrás, asustado.

--Por que estorbas--lo mira con odio, y comienza a acercarse a el.

--Chicos...

--No sirve de nada. Todos están dormidos. Cuando pregunten mañana les diré que simplemente te fuiste--de un salto, James lo alcanza y lo sujeta del brazo--. Es hora de irse a la calle.

Al instante, Alex se levanta. Ha sido la peor pesadilla de su vida (claro, es un niño y exagera). No cree que James sea capaz de hacer algo como eso, pero siendo al que menos confianza le tiene, su inconciente lo escogió a el. Nota algo de humedad en sus piernas, y se da cuenta que mojo la cama a causa del susto (que esperaban, es un cachorro aun). Ya es bastante tarde para que haya alguien despierto.

Se levanta y sale de su habitación para ir a dormir a la sala. Pero al llegar encuentra a James viendo por la ventana, vestido solo con unos pantalones para dormir. Rápidamente el lobo siente la presencia del cachorro, y da la vuelta para verlo de frente. Alex se proyecta a su sueño y da unos pasos atrás, asustado.

-- ¿Qué pasa Alex?--le pregunta James.

--Es que...

-- ¿Tuviste una pesadilla?--el cachorro solo asiente, pero esta avergonzado por lo que hizo--Es normal que tengas. Todos debemos tener una--nota que el cachorro comienza a llorar-- ¿Qué te pasa?

--Yo... yo...

James se acerca a el, pero Alex da unos pasos atrás. No sabe por que lo hace realmente, pero la idea que tiene también es aceptable.

-- ¿Mojaste la cama?

Alex levanta la mirada. Espera ver a James riéndose de el, pero se sorprende cuando lo ve hincado frente a el.

--No tienes por que avergonzarte. Suele pasar a tú edad, y más si tienes una pesadilla.

--Pero...

--Será mejor que tomes un baño. No es bueno que estés así.

Alex mira algo confundido a James. Esperaba que se riera de el, aunque sabe que James no sería capaz de hacer eso. Asiente y se apresura a entrar a su habitación. James entra tras el. Alex se quita la camisa, pero se termina de desvestir en el baño. Se mete a bañar, pensando en lo que Alfred le pidió: que mejorará su relación con el.

Mientras tanto, James comienza a cambiar las sabanas. Recuerda cuando tenía la edad de Alex, y le pasaba lo mismo. Solía tener pesadillas sobre... bueno, pesadillas de niños. Deja la sabana en el suelo y va a su habitación por una limpia. Acomoda la sabana y saca algo de ropa del armario para Alex.

Unos minutos después sale Alex cubierto por la enorme toalla. Toma la ropa que le dejo James en la cama y vuelve al baño para cambiarse. Un momento después sale. James esta sentado en su cama, mirándole. Alex lo piensa por un momento, pero a final se sienta a su lado.

-- ¿Quieres hablar sobre... algo?--le pregunta James. Alex sabe que no es correcto decirle que el fue su pesadilla, por lo que niega con la cabeza--De acuerdo, se que es difícil recordarlo.

-- ¿Por qué estabas despierto?

--Ah, bueno--James se levanta--. Es algo difícil de explicar.

--Pues, no tengo mucho sueño que digamos.

--...--James sonríe--te serviré un vaso de leche. Ven.

Ambos salen del cuarto y van a la cocina. James saca el cartón de leche del refrigerador y le sirve un poco a Alex, que se ha sentado en la mesa de la cocina. James se sirve un poco y se sienta frente a el.

--Como te dije, es bastante difícil de explicar. Alfred sigue con su vida de escritor, lo admiran muchas personas. Pero... no suele salir a hacer giras de sus libros.

--No veo que tiene de malo. Con la gira promociona el libro, los firma y aumenta las ventas.

--Ese es el problema. A Alfred no le gusta ser figura pública. La última vez que salió fue a Rusia. El problema es que ahí fue victima de un atentado.

-- ¡¿Qué?!--exclama el león preocupado-- ¿Qué le hicieron?

--Trataron de robarle. Se defendió. Le pegaron un tiro. Le dieron en el brazo, nada serio. Pero aun así me preocupe mucho. Alfred acepto terminar la gira del libro con la condición de que fuera la última, cosa que la editora no pudo cumplir.

--No lo sabía.

--No es algo que el quiera que se sepa. Lo oculto bastante bien. El problema es que aunque no sea una gira, me preocupa que salga solo. Se que va a estar bien, pero aun así no me gusta dejarlo solo. Cuando éramos jóvenes le jure cuidarlo de todo. Y con lo que paso en Rusia sentí que le... había fallado.

Alex ve el rostro de tristeza de James. Por primera vez desde que lo conoció, no se siente incomodo con el. A Alfred lo considera como un padre, pero no esta muy a gusto con los homosexuales aunque los tolera, y siendo James la pareja de su "papá" claro que se va a sentir incomodo. Pero ahora que ve lo mucho que James ama a Alfred, comprende que esta haciendo mal. Sin embargo aun no se siente listo para comenzar a tratar a James como a los demás.

--No fue tú culpa. No hubieras podido hacer nada por que no estabas ahí.

--Pero si hubiera estado...

--No te lo hubiera permitido. No conozco tan bien a Alfred como tú o los demás, pero por lo que he visto, el se sacrificaría por ustedes. Se que te da miedo que algo malo le pase y que tú no hayas podido estar ahí. Pero no puedes culparte de que algo malo le pase. Si algo malo le pasa a Alfred, el sabrá que tú no eres culpable. Es algo que tiene que pasar, y ya.

-- ¿Tú crees?

--Si.

James da un sorbo a su vaso, y luego ve a Alex. Se estira para alborotarle el pelo, algo que Alex permite.

--Gracias por escucharme Alex. Será mejor que vayas a dormir.

--La leche aun no me hace efecto--vuelve a pensar en la promesa que le hizo a Alfred. Además, ya no se siente tan incomodo con James--, puedo quedarme un rato más. ¿Por qué no me cuentas como se conocieron Alfred y tú?

--Bueno, esa si es una historia larga, y al principio quizá trágica--ve la sonrisa de impaciencia en el rostro de Alex. Da otro sorbo a su vaso--. Pero parece que tenemos tiempo para hablar.

Alex sonríe al saber que conocerá la historia de cómo se conocieron ambos. Pero como nosotros la conocemos a la perfección no veo la necesidad de quedarnos aquí.

Mientras tanto, en un hotel en el camino, Alfred Sherford decide detenerse. Sabe que no falta mucho, pero no quiere seguir manejando. No es que tenga sueño, es simple prevención. Se estaciona, baja su maleta y va a la recepción, donde le dicen que tienen una habitación disponible. Paga la noche, le dan su llave, y va a su habitación.

No es precisamente una mansión, pero no puede quejarse. Al fondo esta la puerta que lleva al baño, al frente a la izquierda esta la cama y frente a ella la televisión. Cierra la puerta y pone los cerrojos, cierra las cortinas, deja la maleta a lado de la puerta del baño y se sienta en la cama. Aunque no tiene sueño, quiere acostarse para despertarse temprano y ahorrar tiempo (una manía suya, sacarle todo el jugo posible a un segundo).

Se quita la camisa y la lanza al suelo, para después dejarse caer en la cama. Recuerda lo que le dijo a Rebeca sobre bajar tensiones. Sonríe ante la simple idea. Pero se da cuenta que realmente quiere hacerlo al sentir su miembro detener su erección a causa del pantalón. No lo piensa ni un segundo: se acomoda en la cama y se desabrocha el pantalón. Casi al instante sale su miembro totalmente erecto por la ranura del boxer. Se quita el pantalón junto con el boxer, y comienza a masturbarse lentamente.

Es obvio en quien piensa; el debate es en que situación. Tantas han sido las románticas y excitantes situaciones en las que ha estado con James que no sabe decidir. Pero opta por la más reciente: el río. Se emociona ante la elección, y comienza a masturbarse más rápido. Mete dos garras en su boca y las llena de saliva, para después comenzar a meter ambas lentamente en su ano, lanzando un largo y placentero gemido. Cierra sus ojos y revive todo el acto. Su corazón se acelera, y comienza a sudar. Mete y saca sus garras de su ano con velocidad, tratando de meterlas lo más profundo posible para ejercer presión en su próstata.

Su miembro comienza a segregar grandes cantidades de pre, que pronto se impregnan en su garra mientras acelera la masturbación. Saca su lengua y comienza a jadear, bastante excitado, pero conteniéndose el mayor tiempo posible. La sabana comienza a empaparse de sudor. Alfred se imagina a James encima de el, haciéndole ese pequeño trabajo. Reprime un gemido mientras siente su miembro hincharse, listo para comenzar a eyacular.

Introduce por completo sus dos garras, gira su cabeza y muerde la almohada para reprimir el fuerte gemido que lanza justo cuando comienza a eyacular, lanzando grandes cantidades de semen sobre su pecho, y un poco llega hasta su rostro. Cuando termina, suelta la almohada y saca con cuidado sus garras, mientras da un largo suspiro. La garra con la que se masturbo esta repleta de semen. Se la lleva a la boca y lo prueba con gusto. Esparce el resto por todo su pecho.

Checa la hora en el reloj de mesa (que apareció oportunamente) y ve que tardo más de la cuenta. El tiempo se pasa volando cuando disfrutas cada segundo. Apaga la luz y se acuesta. Exhausto, se rinde ante el sueño en solo un par de minutos.

Mientras, en casa, James termina de contarle a Alex como es que llegaron a España. Pero omite los hechos que ocurrieron desde la aparición de Ottelo. Eso es algo que James quiere olvidar. Para entonces Alex ya casi cae vencido por el sueño. Da un largo bostezo que más parece un leve rugido.

--Parece que alguien ya tiene sueño.

--Pero quiero terminar de escuchar la historia--le reclama con voz soñolienta.

--Terminaremos mañana, ¿vale?

--No es justo. Pero vale.

Ambos se ponen de pie, y caminan hacía la habitación de Alex. Ya en ella, Alex se deja caer en la cama y se tapa.

--No le dirás a nadie, ¿verdad?--James sabe a que se refiere.

--Mientras tú no le digas a Alfred que te tuve despierto hasta esta hora.

--Trato.

--Alex, gracias por hablar conmigo. Parece que comenzamos a llevarnos bien.

--Le prometí a Alfred que lo intentaría.

--Y parece que lo haces bien. Buenas noches cachorro.

--Buenas noches.

James apaga la luz y sale de la habitación, cerrando con cuidado la puerta. Entra en su habitación y se acuesta. Gira para ver el espacio vació donde debería estar acostado su pareja. Es bastante difícil una noche sin dormir escuchando los latidos del fuerte corazón del león. Pero solo será unos días. Agradece que al menos esta mejorando esto su relación con Alex. Mira la foto donde salen el y Alfred cuando compraron la casa, para después cerrar los ojos. Pronto, se deja vencer por el sueño.

Buenos días. Es hora de levantarse y tomar un baño para deshacerse del olor a semen, bastante penetrante. Media hora después, Alfred sale de la habitación, vestido informalmente como siempre (un escritor conocido que es informal pero ama las reglas, irónico, ¿no?): un pantalón de mezclilla que le quedaba algo grande, una camisa azul y su abrigo, pues amanece algo baja la temperatura.

Sube a su auto y sale del estacionamiento del hotel. Tendrá tiempo de almorzar cuando llegue a su destino. Acelera y se apresura a llegar a su destino.

Y como nada interesante ocurre en el resto del viaje, saltémonos hasta el punto en que llega a su destino, que por cierto es Valencia. En un campo de golf, situado a las afueras de la ciudad, un leopardo se encuentra jugando un partido con un amigo. El viejo leopardo, de al menos 46 años, se prepara para dar el primer golpe del hoyo 9. Se hace un silencio total, y el viento parece detenerse. Controla su respiración, visualiza la posición del green, pone el palo frente a la pelota, y toma algo de impulso... uno... dos... tres... FUERA. Da un buen golpe que lanza la pelota en dirección al green. Toma sus binoculares y observa el recorrido.

--Vamos, vamos, vamos--dice entusiasmado al ver que no cambia su trayectoria. Tras unos segundos de angustia... cae justo en el green-- ¡SI!--exclama y da un salto de alegría, alegría que su compañero de juego también comparte.

--Que buen golpe Marcos--le dice una voz a su espalda que parece acerarse. La alegría de Marcos aumenta. Reconoce la voz. Voltea solo para encontrarse con Alfred Sherford, que se acerca a el mientras observa con unos binoculares la pelota a lo lejos--, estas a tan solo unos... ocho metros del hoyo--baja los binoculares--. Mejor que la última vez.

-- ¡Alfred!--grita emocionado. Corre hacía el y le abraza--Tanto tiempo sin vernos.

--Lo mismo digo, viejo amigo--Marcos le suelta. Alfred mira al compañero de Marcos, un mapache--. Hola Octavio.

--Hola Alfred, me alegra volver a verte.

--Igual a mí.

-- ¿Vienes a jugar? Sería estupendo jugar contigo--opina Marcos.

--Sabes que el golf no es lo mío.

--Pero con la práctica lo amaras. Pero bueno, ¿a que has venido? Por que esta visita inesperada no es normal.

--Así es. Vamos al green mientras te explico.

Los tres suben al carro de golf y avanzan hacía el green.

-- ¿Cómo van las cosas entre tú y James?--le pregunta Octavio.

--Bastante bien, diría yo. Hace dos semanas lo lleve al bosque, a la cabaña de los padres de Gami. Le debía un aniversario.

--Lo de Inglaterra--añade Marcos.

--Si. Estuvimos ahí una semana, tratando de recuperar el tiempo perdido.

--Bueno, me alegra saber que tú relación no tiene ningún problema

--Es ahí donde te vuelves a equivocar, y donde necesito tú ayuda.

-- ¿Qué pasa? ¿Ahora si se van a casar?

--No--llegan al green. Los tres bajan--. Cuando volvíamos del bosque nos encontramos a un niño en la ciudad. No podía dejarlo en la calle, así que lo lleve a casa. Dijo que lo habían mandado desde Sevilla a casa de un amigo de su madre, pero perdió la dirección.

--Y decidiste tenerlo en tú casa mientras este sujeto aparece--añade Octavio.

--Si, mientras aparecía el sujeto que según debía cuidar de el. Pero ya paso más de una semana, y no puedo seguir esperando. Lo dejaría en un albergue, pero sería muy duro para el.

--Creo que ya se para donde va esto--dice Marcos.

--Necesito que me ayudes con unos papeles para adoptar al chico.

--Olvídalo.

--Marcos, por favor. No puedo dejarlo. Le he tomado mucho cariño.

--Alfred, sabes que las parejas homosexuales no tienen muchos problemas para adoptar a un niño. Pero tú ni siquiera estas casado con James.

--Ya te dije que el matrimonio es algo muy serio, no me lo puedo tomar a juego.

--Aun así--toma el palo correcto para dar el golpe--, estamos hablando de un homosexual soltero. Además eres figura pública. Te causaría muchos problemas.

--Estoy listo para afrontarlos.

--Eso no cambia que sigues siendo soltero. Si estuvieras casado con James la adopción no sería cosa difícil. Pero aunque un soltero puede adoptar, se alarga más el proceso. Tardarías meses, incluso años para poder arreglar los papeles.

--Supongo que ha eso has venido--le aclara Octavio.

--Necesito que esos meses se conviertan en cuatro días--le explica Alfred.

--Ni lo pienses--se niega Marcos.

--Marcos, por favor. Nunca te he pedido un favor.

--En primera, no es mi labor la adopción. En segunda, tendría que mover muchas influencias, y pongo en riesgo mi trabajo.

--Solo te pido que le digas a Linda que haga unos cuantos cambios en los papeles. Vamos--Marcos le da la espalda para preparar su golpe--. Te cubrí la espalda con lo del prostibulo--Marcos se detiene al escuchar eso. Recuerda todo lo ocurrido hace dos años, y que Alfred fue el único que supo, y le guardo el secreto, además de pagar el todos los platos rotos. Se voltea a verlo.

--Sabía que algún día ibas a cobrarte ese favor.

--Solo unos papeles, es todo. Por favor, es un genio. Es bastante inteligente, ha leído gran cantidad de libros, le encanta el orden. El ciclo escolar esta por comenzar, y no puedo meterlo en cualquier escuela.

Marcos comparte miradas con Octavio, que al parecer si aprueba la petición de Alfred. Marcos suspira y mira al león.

--Alfred, esta calase de cosas no son del nada fácil. Si alguien descubre que todo fue hecho con papeles falsos, perderé mi trabajo y quizá ambos vayamos a prisión.

--Es un riesgo que tengo que correr.

--...--le da la espalda y se prepara para tirar--... entonces que así sea--da un leve golpe. La pelota avanza lentamente y entra al hoyo.

Mientras tanto, en casa, el pequeño Alex despierta de su sueño. Ya es bastante tarde. Se levanta y sale de su habitación. Todos se encuentran almorzando en el comedor. Voltean a mirar a Alex.

--Buenos días dormilón--le saluda James, seguido de los demás--. Te prepare tú desayuno.

Alex se sienta en el lugar vació, teniendo frente a el un plato con tortilla de patata.

--Huele bien--dice mientras comienza a comer.

--Si. Pero Gami la sabe hacer mejor.

--Te daré en eso la razón tigre. Mi madre me enseño como hacerla, pero ellas es la mejor.

--Si ella estuviera aquí te diría algo como--Daniel se aclara la garganta y hace voz de mujer vieja-- "mi cachorrito, gracias por el cumplido"--le pellizca a Gami la mejilla. Todos comienzan a reír ante la imitación.

-- ¿Qué haremosss hoy?--pregunta Sam.

--No parece haber nada interesante--le contesta Frank--. No esta Alfred para pelear con el.

--Aunque tenemos a James, que es casi lo mismo--añade Gami.

--Que gracioso.

Siguen almorzando, mientras platican cosas de... gente con... dinero. En fin, Alex recuerda la plática que tuvo con James ayer. Después de todo no estuvo tan mal. Quizá Alfred tiene razón y no es tan mal tratar de hablar más con James. Después de todo, le guardo el secreto de su pequeño accidente. Al parecer todos van a salir más tarde, excepto James, que disfruta de la vida de rico. Puede aprovechar ese tiempo para hablar más con el.

En el área de descanso, después de haber terminado los 18 hoyos y llevado Marcos la victoria, ahora saca su celular para pedir un favor.

--Rosy, hola linda--saluda Marcos a la linda cebra del otro lado del teléfono, la encargada del centro de adopción.

--Hola Marquitos. ¿Ganaste?

--Así parece. Oye, necesito un pequeño favor.

-- ¿Qué será?

--Tengo a un demonio frente a mí que me quiere cobrar un favor.

--Alfred.

--Así es.

-- ¿Y que favor puede ser?

--Encontró un chico en la calle, y quiere adoptarlo.

--Tiene que estar antes en un orfanato.

--Quiere saltarse esa parte. También el papeleo y todo eso.

--Eso es corrupción.

--Es lo mismo que le dije, pero me contesto que era por un bien común. Según el, el chico es un genio.

--No puedo arriesgar mi trabajo solo por el.

--Pon el altavoz--le pide Alfred. Marcos pone el altavoz del celular y deja este en la mesa--. Hola Rocy.

--Hola Alfred. ¿Qué quieres con ese niño?

--Nada malo. Solo adoptarlo, verlo crecer, hacerlo mi heredero, cosas que se hacen con los hijastros, tú sabes.

--Alfred, supongo que Marcos ya te lo dijo. Pero te lo repito: casado es difícil, soltero es mucho más. Eso sin contar el dilema ético de que eres homosexual.

--Buenos argumentos, el punto es que aun no he adoptado a Alex.

--Lo siento Al, pero no puedo hacer nada por ti.

--Vamos, por favor. Te lo pido de rodillas. Será el último favor que les pida.

--No puedo arriesgar así mi trabajo Alfred. Podría hacer otras cosas, excepto eso. Me estas pidiendo que a un soltero, en solo unos días le tramite unos papeles de adopción.

-- ¿Qué tiene de difícil? Por favor, no puedo desamparar al chico.

Rosy se queda callada. Los tres se acercan al celular esperando una pronta respuesta. Alfred teme a que vaya a decirle que no, pues no tendrá ya más opción que llevar a Alex a una casa hogar.

--Alfred--le comienza a decir Rosy--, nunca me he negado a hacerte un favor... y creo que esta no será la excepción.

-- ¡Si!--Alfred da un salto de alegría, llamando la atención de todos los que están en la sala de descanso. Al notar eso se avergüenza y habla en voz más baja--Gracias Rosy, eres un ángel.

--Me estoy arriesgando por ti, así que espero que el chico valga la pena de verdad. Necesito todos sus datos. Le mandaré los documentos a Marcos y el te los dará. Por mientras, déjenme preparar todo.

--Bien, más tarde te mando los documentos Rosy. Hasta luego--se despide Marcos. Toma el celular y cuelga--. Ya escuchaste, más te vale que el chico sea realmente un genio.

--Te aseguro que es así.

Ya han pasado dos días. Alfred le mandó todos los datos de Alex a Rosy, quien ya tiene listos los papeles. Se los ha mandado por fax a Marcos, quien se los entregará a Alfred, quien se apresurará a volver a casa con el que "legalmente" ya es su hijo. Pero vayamos a donde realmente tenemos que estar. En casa.

Al parecer, la relación entre James y Alex ha mejorado. Ya no se siente incomodo al estar cerca de el, hablan con más frecuencia. Parece que se han hecho buenos amigos. James no ha recibido mensajes de Alfred, pero sabe que se encuentra bien, confía en el.

Es algo tarde, y en casa solo se encuentran James y Alex. Lo que hagan los demás en este momento no es de importancia, pues no hay cambios en sus vidas de los que debamos hablar aun. James le esta preparando un postre a Alex, quien... la verdad no sabe donde esta, pero sabe que esta en la casa, así que no se preocupa.

Alex se encuentra fisgoneando en la habitación de Alfred. Trata de buscar más cosas que le hablen sobre el. Hay un álbum de fotos de cuando Alfred y James estaban en Estados Unidos. Se veía tan joven que ahora. También el resto de sus amigos se veían más jóvenes en ese entonces, hace ya 5 años.

Guarda el álbum y sube a una silla para alcanzar un mueble con un vidrio encima. Nunca lo había visto. Pero se sorprende al ver lo que hay ahí. Encuentra casi 30 relojes de bolsillo, todos del siglo pasado, tallados en oro y plata y con finos grabados. Esta maravillado. Pega la oreja al vidrio y escucha el avance parejo de todas las manecillas.

-- ¿Buscas algo?--la voz de James lo sorprende, y si no se agarra de la silla se hubiera caído.

--Ah... nada en especial--James se acerca a el--. Me quede asombrado por los relojes de Al.

--Si, ha sido un gusto suyo desde hace cuatro años coleccionarlos.

-- ¿Cuatro años? Debería tener más.

--Lo se. Pero estos son especiales.

-- ¿Por qué?

--Todos estaban hechos trizas. Los compró casi inservibles y el los arreglo.

--Vaya.

--Mira--James mueve la silla con cuidado de no tirar a Alex. Después abre un cajón repleto de herramientas, varias lupas, refacciones y un manual--. Cuando encuentra uno, pasa bastante tiempo aquí restaurándolo.

--Suena bastante interesante. Le ha de tomar mucho tiempo.

--Un poco. Al principio si, pero comenzó a tomarle practica. Ya no tarda nada en arreglarlos. Solo se encierra una vez a la semana a darles brillo. Quiero convencerlo de que abra una relojería.

--Sería buen negocio. Además obtendría dinero extra.

--Por eso mismo. Pero dice que ya bastante tiempo le quita la editorial. Si lleva a abrirlo, creo que le pagaría a alguien para que se hiciera cargo de muchas cosas.

-- ¿Te molesta que no este contigo?

--Un poco. Pero tampoco quiero estar todo el tiempo a su lado. No soy tan posesivo. Sabe que le doy su espacio, del mismo modo que el me da el mío. Aunque ya le he dicho que por el tiempo no hay problema. Aunque ahora va a querer pasar más tiempo contigo.

--Pues a mi tampoco me gustaría quitárselo. Lo considero un padre, pero no quiero que se aleje de ustedes solo por mí.

--No, esa es una cualidad única en Alfred. Tiene una obsesión con el tiempo, sabe como administrarlo a la perfección. Le saca todo el jugo posible a un solo segundo. Con decirte que cuando esta escribiendo toma agua con pajilla, para no perder tiempo en tomar el vaso.

--Vaya.

--Si. Se cree el amo del tiempo, o algo por el estilo.

-- ¿No será contagioso?--pregunta en tono de burla. James se ríe.

--No lo creo. Llevo cinco años con el, y no me he obsesionado.

--Pues espero que a mi no me lo pegue--vuelve a mirar los relojes--. Oye, ¿crees que me regale uno?

-- ¿Uno?--James se ríe al imaginarse a Alex portando uno de esos relojes.

-- ¡Oye!--le reclama Alex--No veo que tiene de gracioso.

--Lo siento...--le dice entre risas--... pero no te... imagino con uno de esos.

--El que no sea de mi época no quiere decir que no me guste.

James calla al ver la expresión sería en el rostro de Alex.

--Bueno, no quise decir eso. Es que, te imaginaba con relojes como los de los demás chicos de tu edad.

--Por si no lo has notado, no soy como el resto de los chicos de mi edad.

--Eso si. Pero, si quieres, puedo hablar con el para que te de uno. No creo que se niegue a dártelo.

--Gracias James.

--No hay problema. Solo con una condición.

-- ¿Cuál?

--Que--lo sujeta de la cintura y lo sube a sus hombros, lo que causa las risas de Alex--, vengas a comer tu postre.

Ya casi anochece. Alfred Sherford lleva finalmente a su casa, después de haber manejado casi todo el día, pero con los papeles de adopción en sus manos. Pero al llegar ve mucha calma en la casa. Las luces están apagadas, al parecer no hay nadie en casa. Se teme lo peor: que Alex y James se hayan matado. Mientras mete el auto en la cochera se imagina a James ahorcando a Alex brutalmente. Al bajar se imagina a Alex abriéndole la garganta a James. Finalmente los ve a ambos en la morgue.

Al entrar, camina lentamente. Pero le extraña escuchar a Gami dar un grito de frustración. Al llegar a la sala se sorprende de ver a todos reunidos. Alex y Gami están jugando Halo, y al parecer Alex va ganando. James se da cuenta de que llego, y antes de que los demás lo noten, se le va encima.

--Alfred--le abraza y le da un calido beso--. Te extrañe amor.

--Yo también te extrañe mucho. Me hiciste mucha falta en las noches.

--Igual tú a mi. ¿Conseguiste los papeles?

--Me costo un poco de trabajo convencer a Marcos, pero finalmente me ayudo. Legalmente ya Alex es mi hijo.

--Que bueno amor.

--Si, ahora dime. ¿Qué esta pasando?

--Un uno contra uno en Halo. Alex no esta dejando prisioneros.

--Y...--Alex saca la lengua, mientras sus dedos se mueven a una velocidad impresionante. En la pantalla, su personaje da un golpe con la famosa espada que todo jugador de Halo conoce-- ¡fuera!--dando fin al juego de Gami.

--No puede ser. ¿Cómo es que juegas tan bien?

--Instinto.

--Suerte de principiante.

--James--voltea a ver a James-- ¿otra ronda?

-- ¡Ah!--James levanta las garras en señal de rendición--No lo creo, ya me demostraste que eres bastante bueno.

Alex mira al león que esta a lado de James. Sonríe y suelta el control mientras de un salto se lanza sobre Alfred, abrazándolo.

-- ¡Volviste! Te extrañe mucho.

--Yo también cachorro--se hinca para quedar a su altura, y le enseña una carpeta--. Adivina que tengo aquí.

-- ¿Juguetes? ¿Un libro?

--No--abre la carpeta y comienza a leer lo que dice--. Bien, según aquí, tú nombre ahora es Alex Sherford.

-- ¡Si! Ya soy tú hijo.

--Así es. No más problemas legales, ya podré decir que eres mi hijo.

-- ¿Y que pasara con el sujeto que lo iba a cuidar?--pregunta Gami.

--No hay nada ya que se pueda hacer.

--Estupenda noticia Alfred. El problema es que tengo mucho dinero puesto en Alex--le comienza a explicar Alan--, y quiero que su invicto, poco visto en esta casa, siga siendo invicto. Pueden platicar mientras juegan.

--Pero ya les gane a todos--señala Alex.

--No a todos--señala a Alfred.

-- ¿El? No creo que pueda--se burla el pequeño león blanco.

Alfred se queda callado. En su cabeza suena lo que acaba de decir Alex. Le lanza una mirada desafiante, para lanzarse al lugar de Gami y tomar su control.

--Prepárate para caer cachorro.

--En tus sueños viejo.

Y entre gritos de apoyo, ambos comienzan a jugar. Ambos bastante motivados, pues por fin Alfred tiene a un "hijo", alguien a quien cuidar y educar como el gusta. Alex, en cambio, por fin tiene una verdadera familia. Quizá no es una familia de lo más normal, pero es una familia. Vino a Madrid por órdenes de alguien que odia, y encontró lo que más había deseado.

Nota del autor

Seamos cortos, pues mientras escribo esto debería estar estudiando XD. En fin, en esta historia no hablo más que de tres personajes: Alfred, James y Alex. Sobre el primero, hable sobre su lucha (ni tan difícil pero bueno) para obtener los documentos que acrediten a Alex como su hijo ante la ley. A los españoles que lean este capitulo, pido una disculpa si les parece incorrecto el modo en que presento este "tramite" bastante corrupto, pues tampoco tenía conocimiento sobre como era llevado a cabo, así que les pido disculpas.

En fin, sobre James y Alex, por fin mejore su relación, como ya lo habrán notado. Esto por fin elimina las asperezas que desde la aparición de Alex se habían generado. En el siguiente capitulo trataré ahora los problemas de los demás personajes, que me reservo sus nombres.

Además, añado un pequeño trozo donde hablo sobre el pasado de Alan, lo que explica por completo lo que ocurrió en su pasado, y lo que detono esa conducta. Ese diario será de gran ayuda para que el pueda dejar la vida que lleva y comenzar una nueva.

Otra cosa, de nuevo mil disculpas por la tardanza. La escuela y la flojera son bastante fuertes XD tratare de apurarme con el próximo capitulo. Por mientras, deséenme suerte con mis exámenes.

Agradezco a todos mis amigos, a los que me prestaron sus personajes, a los que me ayudan en la conducta de los mismo, a los que me andan fastidiando a cada rato con que termine jaja, en fin, a todos mis amigos. Pero en especial a mi tigueshito lindo, que justo hoy que escribo estas líneas, cumplo seis maravillosos meses a tú lado. Muchas gracias amor, por todo el apoyo y el amor que me has brindado desde el momento en que te conocí. Muchas gracias bebe, eres lo más valioso que tengo, daría mi vida por ti, pues es lo que me diste el día en que te conocí. Te amo mi lindo tigueshito James n.n