realidad virtual 4
#4 of realidad virtual
REALIDAD VIRTUAL 4
Por: NAHUALMORPH
Advertencia: Ya vamos por el cuarto capitulo de esta historia, así que creo que ya está por demás decirles que en esta historia van a encontrar situaciones de sexo explicito entre personajes antropomórficos del mismo genero.
Los rayos del alba daban un tinte naranja a las calles del pueblo. Dentro del templo del circulo de agua, Alex, Crocodyne y Leomon se preparaban para ir en busca de la gema, llevaban suficientes provisiones para ir y regresar.
"La gema está en poder de un buen amigo mío" dijo Abel "Vive en una cabaña en lo profundo del bosque dos días hacia el norte de aquí, su nombre es Gabriel, tiene una cicatriz en forma de cruz en el brazo derecho"
El puma le entregó a Leomon una pequeña daga de mango plateado cuya hoja era de color azul.
"Entréguenle esto y sabrá que van de mi parte, lamento no poderlos enviar directamente con mi magia hasta allí, pero necesitaré toda mi energía para trasladar a los demás cerca de la torre del circulo de viento"
"No te preocupes" dijo Crocodyne, Por ahora lo mas importante es llegar a la siguiente torre antes que el Nuevo Amanecer"
Los tres amigos se despidieron del grifo y comenzaron a caminar por la calle principal. Abel cerró la puerta del templo y regresó al comedor donde Dante, Kimahri y Daniel terminaban su desayuno. El puma aun tenia algunas vendas alrededor de su cabeza y sus costillas.
"¿Ya están listos?" preguntó el grifo.
"Cuando tu digas" dijo Dante.
El grifo colocó su garra sobre el hombro de Daniel.
"Aun no se como agradecerte por lo que hiciste, todos ustedes, han hecho mas de lo que jamás podremos pagarles"
"No es necesario" dijo Kimahri "Nuestro deber es proteger este mundo"
"Será mejor que nos demos prisa" dijo Daniel incorporándose.
"¿Crees que los demás tengan algún problema?" preguntó Dante a Abel mientras caminaban al cuarto de oración.
"El Nuevo Amanecer tiene hechiceros muy poderosos, es probable que ya hayan localizado la gema, pero no se preocupen, si encuentran a Gabriel, el loa ayudará"
"Si es tan poderoso como tu, entonces no habrá problemas"
"Es mucho mas poderoso que yo, pero no suele usar magia"
"¿Habrá alguien que nos esté esperando a nosotros también?" preguntó Daniel.
"Lo siento, pero no conozco a nadie por esos lugares" dijo el grifo "Esperen... hay alguien, no lo conozco muy bien, pero tal ves pueda ayudarles, los enviaré al poblado de Gadar, pregunten por un comerciante llamado Javo, es de una raza muy inusual, es un hibrido de carnero y oso, tal ves el conozca una ruta segura a la torre de viento."
Entraron al cuarto de oración y Abel les pidió que se colocaran en el centro del circulo mas cercano. El grifo se concentró y un resplandor envolvió a los tres furs, sus cuerpos comenzaron a desvanecerse hasta que desaparecieron. Abel cayó de rodillas, presa del agotamiento.
El pueblo se perdía lentamente de vista mientras Alex Crocodyne y Leomon avanzaban. Hacia medio día se encontraban en un enorme y espeso bosque, las ramas de los altísimos árboles casi impedían el paso de la luz.
"¿Estas seguro que vamos en la dirección correcta?" preguntó Crocodyne.
Alex les mostró el holograma del mapa.
"Asi parece" dijo el oso "Vamos en línea recta hacia el lugar que indicó Abel"
"Sigo pensando que no debimos apartarnos del camino" dijo Leomon.
Se escucharon unos ruidos entre las ramas y una criatura saltó desde un árbol frente a ellos. Parecía un gorila enorme, solo que su hocico era mas alargado y sus orejas mas puntiagudas, era de un color rojizo y gruñía amenazadoramente.
"Odio tener la razón" dijo Leomon.
Sus brazaletes se activaron para mostrarles información sobre el monstruo, era un Elazan de nivel 30, un demonio de los bosques.
"Yo me encargo de el" dijo Alex dando un paso al frente "quiero ver de que me sirve la experiencia que gané en la ultima batalla"
El oso clavó su lanza en el suelo y avanzó hacia el monstruo. El Elazan dio un salto y comenzó su ataque, Alex lo repelió dándole una patada en el pecho, el monstruo atacó de nuevo y Alex apenas tuvo tiempo para esquivarlo. Las garras del Elazan dejaron enormes marcas en un árbol que estaba detrás de Alex. El oso dio un par de golpes rápidos que parecieron no hacer daño al monstruo. Alex reunió toda su fuerza y golpeó al demonio una ves mas. El impacto mandó al demonio a estrellarse contra un árbol, el Elazan abrió el hocico y lanzó una enorme bola de fuego hacia Alex. El grizzly extendió los brazos hacia el frente y detuvo la bola de fuego, luego lanzó un grito y su cuerpo absorbió toda la energía. Leomon y Crocodyne se miraron sorprendidos. Alex de inmediato se abalanzó contra el Elazan e invocó un ataque mágico sin siquiera pensarlo. Una enorme cantidad de electricidad se concentró en sus manos y salió disparada hacia el Elazan, haciendo que desapareciera entre destellos. Crocodyne y Leomon corrieron hacia donde estaba Alex.
"¿Cómo hiciste eso?" preguntó el cocodrilo.
"No lo se" dijo Alex cayendo de rodillas "Pero me cuesta trabajo respirar y siento que algo me quema por dentro.
Leomon colocó su mano sobre el hombro de Alex y la retiró enseguida.
"Estas hirviendo" dijo "Crocodyne, dame tu agua"
Ambos vaciaron toda el agua que llevaban sobre Alex.
"Espero que esto funcione" dijo Leomon y se concentró.
El agua que cubría a Alex comenzó a congelarse pero se derritió y evaporó rápidamente.
"El ataque del Elazan" dijo Crocodyne "Alex lo absorbió, por eso su cuerpo está tan caliente"
"Necesitamos mas agua" dijo Leomon "Debemos encontrar una laguna pronto o Alex morirá"
Mientras tanto, Dante, Kimahri y Daniel aparecieron de la nada y cayeron a un lado del camino.
"Abel definitivamente necesita practicar sus viajes largos" dijo Dante levantandose y sacudiendose el polvo.
"Creo que voy a vomitar" dijo Daniel.
"Eso debe ser Gadar" dijo Kimahri apuntando hacia una enorme ciudad a unos cuantos kilómetros. Mas allá de la ciudad se alzaban unas imponentes montañas cuya cima quedaba oculta por las nubes.
"No será facil hallar la torre" dijo Dante y los tres comenzaron a avanzar por el camino.
Crocodyne y Leomon caminaban por el bosque cargando a Alex, que iba casi inconsciente. Finalmente, llegaron a un pequeño lago oculto entre los árboles. Crocodyne y Leomon entraron al agua junto con el oso.
"Necesito tu ayuda" dijo Leomon al cocodrilo "yo solo no puedo enfriar una cantidad tan grande de agua"
El reptil y el leon se concentraron y poco a poco la temperatura de la porción del lago en donde estaban comenzó a bajar, la respiración de Alex se normalizó lentamente y el oso abrió los ojos.
"Ya me siento mejor, gracias chicos, creo que me salvaron la vida"
"Ni lo menciones" dijo Crocodyne "de todas formas tenia ganas de un chapuzón"
"¿Cuándo aprendiste a absorber ataques mágicos?" preguntó Leomon.
"No tengo idea" respondió Alex "Cuando el monstruo me atacó no pensé en nada, solo actué por instinto"
"Trata de no volver a hacerlo" dijo Crocodyne "nos diste un buen susto"
"Por cierto" dijo el oso "¿podrían dejar de hacer lo que están haciendo? Me estoy congelando"
Los tres se dieron cuenta de que estaban temblando, la temperatura había bajado demasiado.
"Será mejor que busquemos un lugar para secar nuestras ropas" sugirió Crocodyne.
Alex olfateó el agua del lago y tomó un sorbo.
"Huele un poco a azufre y tiene algo de minerales" dijo el oso "Debe haber aguas termales por aquí"
"Esperen aquí" dijo Leomon "Iré a buscarlas."
El leon se alejó corriendo por la orilla del lago.
"¿Aguas termales?" preguntó Crocodyne.
"Si, hemos caminado mucho, creo que nos merecemos un descanso... y algo de diversión"
Leomon regresó al cabo de unos minutos.
"Tenias razón, del otro lado del lago hay unas cuevas y ahí hay manantiales de aguas termales."
"Vayamos entonces" dijo Alex "Podemos dejar nuestras ropas en la entrada y descansar un rato mientras se secan."
Los tres comenzaron a caminar por el lago.
Dante, Kimahri y Daniel se encontraban en el centro de Gadar, un viejo oso les había dicho donde encontrar a Javo. Entraron en una enorme tienda, tenia dos pisos de altura, había todo tipo de objetos a la venta, desde suplementos alimenticios hasta armas raras. Los tres amigos caminaban por el piso de mármol pulido, observando los estantes. Encontraron a un delgado león limpiando unas espadas.
"Disculpa" preguntó Daniel "Buscamos a Javo, ¿Dónde podemos encontrarlo?"
"En este momento está en una subasta" dijo el león "El salón de subastas está en el segundo piso. Al salir de las escaleras, es la tercera puerta a su izquierda."
"Gracias" dijo Dante y se dirigieron a las escaleras.
Cuando entraron al salón de subastas reconocieron a Javo de inmediato, el enorme fur estaba de pie en el fondo de la habitación sosteniendo una colección de dagas de hoja dorada.
"Esta hermosa colección de dagas tiene casi 1000 años de antigüedad y viene con su propio estuche de caoba, tienen la capacidad de poder almacenar hechizos en ellas, son ideales para agregarse a cualquier colección o para usarse en batalla, la puja comienza con 20000 Oros"
Los furs que asistían a la subasta rápidamente comenzaron a hacer ofertas, las dagas finalmente fueron vendidas en 280000 Oros.
"Muy bien, ahora nos tomaremos un pequeño descanso, la siguiente subasta comenzará en una hora"
Los furs salieron del salón, dejando a Javo acomodando unas cajas. El pelaje del enorme hibrido de oso y carnero era de un color miel, tenia dos cuernos retorcidos en su cabeza y su hocico era mas largo que la mayoría de los osos, no tenia pezuñas, pero las afiladas uñas de sus pies y manos eran de color negro y sus dedos eran inusualmente anchos. Llevaba puestas unas sandalias de cuero y pantalones y camisa de seda blanca adornados con detalles rojos, levantaba las enormes cajas casi sin esfuerzo.
"Disculpe" dijo Dante "¿es usted Javo?"
El oso volteó y vio a los tres amigos de pie junto a la puerta y comenzó a avanzar hacia ellos.
"¿En que puedo ayudarlos jóvenes? ¿Tal ves les interesa comprar algo? Me acaban de llegar unas armaduras nuevas resistentes s todo tipo de hechizos"
Somos amigos de Abel" dijo Daniel "Estamos buscando algo y el nos dijo que tal ves usted nos podría ayudar"
"¿Y que están buscando?"
"La torre del circulo de viento" dijo Kimahri.
La cara de Javo se puso seria, el oso cerró las puertas del gran salón.
"¿Quiénes son?" preguntó.
Daniel sacó de entre sus ropas un medallón con cuatro círculos azules.
"Somos aliados de la orden de los cuatro círculos" dijo el puma "Intentamos ayudarlos contra el nuevo amanecer"
Javo tomó el medallón y lo observó detenidamente, luego se lo regresó a Daniel.
"Bueno, veo que confían en ustedes tanto como para otorgarles la cresta de su símbolo. Puedo llevarlos a la torre, pero no se si ustedes pueden llegar."
"¿Qué quieres decir?" preguntó Dante.
"El camino es muy peligroso, no se si sean lo suficientemente fuertes para sobrevivir"
"Temo puede ponernos a prueba" sugirió Kimahri.
"Tal ves sea buena idea" dijo Javo "da la casualidad de que justo fuera del pueblo hay unas cuevas donde hay quiros, esos son los monstruos mas débiles que enconarán camino a la torre del circulo de viento, acompáñenme"
Javo salió del salón de subastas y los otros lo siguieron.
"Encárgate de la siguiente subasta" dijo Javo al leon que era su asistente. "Probablemente regrese hasta mañana"
"Salieron de la enorme tienda y comenzaron a caminar por la calle.
"¿de donde sacaste ese medallón?" le preguntó Dante a Daniel.
"Alanis me lo dio antes de que nos enviaran aquí"
"¿Cómo es que Javo conoció a Abel?" preguntó Kimahri al hibrido.
"Para hacer corta una larga historia, solo digamos que tengo buenos tratos con los miembros de los cuatro círculos, intercambio muchos objetos raros con ellos, además tengo contactos con buenos alquimistas que les ayudan a crear sus talismanes."
Mientras platicaban legaron a las afueras del pueblo, donde había tres enormes cavernas cuyas entradas estaban selladas por enormes rejas de metal.
"Estas cavernas tienen varias salidas" explicó Javo "pero esta es la mas cercana a la ciudad, así que es la única sellada."
Javo lanzó un hechizo y las barras de metal comenzaron a deformarse hasta formar una abertura de tamaño considerable, luego se puso un anillo en la garra derecha y la levantó. El anillo comenzó a brillar y de inmediato se escuchó un gruñido proveniente de la cueva.
"Solo es uno" dijo Javo "Veamos cuanto les toma derrotarlo"
Una criatura parecida a un enorme murciélago salió volando por la abertura. Tenia el cuerpo cubierto de escamas negras y solo un mechón de pelo plateado en la cabeza, sus ojos eran de color blanco. En cuanto vio a Kimahri y los demás se abalanzó contra ellos. Kimahri tomó su lanza e intentó clavarla en el cuerpo del quiros, pero el monstruo se movía increíblemente rápido. Tomó la lanza del ronso por la punta y arrojó a Kimahri a varios metros de distancia. Daniel y Dante atacaron al mismo tiempo con sus armas, pero no pudieron golpear al quiros ni una sola ves. El monstruo lanzó un rugido y todos cayeron de rodillas sin poderse mover. El quiros escogió a Dante como su primera presa y se lanzó hacia el, listo para hundir sus enormes colmillos en su cuello. En el ultimo instante, Javo se interpuso en su camino. Tenia puesto un extraño guante y con el golpeó al quiros justo en la cara. Antes de que pudiera recuperarse, Jaco disparó una flecha que atravesó la cabeza del quiros.
"¿Estas bien?" preguntó Javo ayudándole a Dante a incorporarse.
"Si, gracias, ¿Cómo pudiste moverte tan rápido?"
"No me moví rápido, me moví sin que el quiros me viera"
Kimahri y Daniel se acercaron.
"El quiros es de los monstruos mas débiles que encontrarán en su camino a la torre del circulo de viento" continuó Javo "Y los encontrarán en grupos de al menos cinco."
"No importa" dijo Daniel "Tenemos que intentar llegar"
"Existe una forma" dijo Javo "pero no se si estén dispuestos a pagar el precio, es como yo pude llegar a la torre la primera ves"
"¿Cuál es?" preguntó Kimahri.
"Al norte de aquí hay un templo, el ser que vive ahí es muy poderoso, el puede ayudarlos a subir de nivel en una sola noche, pero siempre pide algo a cambio, no puedo decirles que es, porque varia de un fur a otro"
"Creo que tomaremos el riesgo" dijo Dante ¿Puedes llevarnos allá también?"
"Por supuesto, hace mucho tiempo que buscaba una excusa para visitar a Jerishef. Si nos ponemos en marcha de inmediato llegaremos poco antes de que el sol se oculte."
Los manantiales de aguas termales se encontraban junto a la entrada de una enorme caverna. Las ropas de Leomon, Alex y Crocodyne estaban en la entrada secándose bajo los rayos del sol. Los tres amigos estaban sumergidos hasta el cuello en las calidas aguas.
"Podría quedarme así todo el día" dijo Alex sonriendo.
Leomon asintió y volteó a ver a Crocodyne. El reptil tenia los ojos cerrados y parecía estar dormido. Crocodyne y Alex estaban sentados juntos y Leomon estaba sentado frente a ellos. De pronto, Leomon sintió que algo rozaba levemente sus testículos. Era la cola de Crocodyne, el cocodrilo aun parecía estar dormido, así que Leomon supuso que el contacto había sido accidental, pero cuando lo volvió a sentir, esta ves mas firme y lentamente, adivinó las intenciones de Crocodyne.
"Parece que a nuestro amigo le gusta mucho el agua caliente ¿verdad?" preguntó Alex.
"Así parece" dijo Leomon ruborizándose un poco.
Crocodyne abrió los ojos y miró a Leomon fijamente.
"Esta haciendo eso de la cola ¿Verdad?" preguntó el oso.
"¿Cómo supiste...?"
"Porque cuando me lo hizo a mi yo reaccioné igual que tu."
"Pues no es lo único en lo que se parecen" dijo finalmente Crocodyne.
El cocodrilo reemplazó su cola por la amplia y escamosa planta de su pie derecho y Leomon sintió un escalofrío de placer, su miembro inmediatamente comenzó a salir de su vaina.
"También se le para en segundos" dijo Crocodyne y comenzó a recorrer todo el miembro de Leomon con su pie.
Alex también quiso unirse a la diversión y movió su mano bajo el agua hasta la entrepierna de Crocodyne y comenzó a acariciar su pene erecto. Crocodyne le devolvió el favor y comenzó a masturbar al oso gentilmente.
"Creo que será mejor si hacemos esto fuera del agua" dijo Leomon y se incorporó.
Alex y Crocodyne obtuvieron una vista clara de los redondos y perfectos testículos de Leomon. Ellos también se incorporaron y se dirigieron a la orilla de la pequeña laguna de aguas termales. Leomon se sentó con las piernas extendidas y se recargó contra la pared de la cueva. Crocodyne se colocó justo frente a el. Leomon tomó la base de la verga de Crocodyne con una de sus manos y comenzó a lamerla. Crocodyne sintió la áspera lengua del leon y cerró los ojos. Alex observaba todo esto mientras se masturbaba lentamente. El oso avanzó y se colocó justo encima del rígido miembro de Leomon. Alex comenzó a bajar y a empalarse lentamente en el duro pedazo de carne. Leomon sintió la calidez que rodeaba su pene y abrió la boca para aceptar la ofrenda de Crocodyne, la otra garra del león comenzó a acariciar los testículos de Crocodyne, el reptil acarició la cabeza de Leomon con sus garras, el suave pelaje de la melena del león contra sus manos escamosas se sentía muy bien. Entonces Crocodyne sintió algo calido y húmedo tocar la base de su cola. Alex se había inclinado hacia delante y ahora lamía el ano y los glúteos de Crocodyne con avidez. Crocodyne estaba invadido por el placer, el suave pelaje de sus amigos le provocaba espasmos de placer al rozar contra sus escamas. La gruesa verga de Leomon estrechaba las paredes anales de Alex y sobreestimulaba su próstata. Alex se masturbaba con fuerza, cubriendo el firme abdomen de Leomon de pre seminal. Leomon se deleitaba con el dulce liquido que salía del miembro de Crocodyne, sintió que el lagarto comenzaba a empujar con mas fuerza y Leomon tuvo que usar sus garras para sujetarse de las piernas de Crocodyne. Alex dejó de lamer el ano de Crocodyne y sustituyó su lengua por dos de los gruesos dedos de su garra. Los insertó con cuidado en el ano de Crocodyne y comenzó a moverlos. Crocodyne lanzó un rugido e inundó el hocico de Leomon con su caliente semen. Leomon tragó un poco y luego sacó la verga de su boca, dejando que el resto del semen cubriera su cara. Alex sacó sus dedos del culo de Crocodyne y el reptil se dejó caer al suelo respirando fuertemente. Alex se inclinó y comenzó a lamer un poco del semen de la cara de Leomon. El león lo sujetó con fuerza, arañando levemente su espalda al tiempo que eyaculaba dentro de el. Alex se incorporó y dejó que el resto del orgasmo de Leomon cubriera su pelaje pubico y la parte interior de sus piernas. El oso sintió que su orgasmo se aproximaba y se sentó en el abdomen de Leomon. El primer chorro de semen ursino golpeó a Leomon justo en la cara, el resto cubrió de blanco su musculoso pecho. Alex esparció su semen sobre el pecho de Leomon, luego, entre el y Crocodyne se pusieron a limpiarlo con la lengua.
Después de otro chapuzón en las aguas termales, los tres se pusieron sus ropas y continuaron su camino.
Kimahri, Daniel, Dante y Javo caminaban por un enorme campo cubierto de flores. Pasaba del medio día cuando Javo decidió que era tiempo de un pequeño descanso. Todos se sentaron bajo un enorme árbol y sacaron la comida que habían empacado.
"¿Quién es exactamente este Herishef?" preguntó Dante.
"Es una especie de deidad" respondió Javo "Adquirió el conocimiento de la verdadera esencia de la magia de los dioses antiguos"
"¿Desde cuando lo conoces?" preguntó Daniel.
"Desde que era un cachorro, el no ha cambiado nada con el tiempo. Me enseñó algunas cosas, pero en realidad no estoy muy interesado en la magia"
"Parece que son buenos amigos" dijo Kimahri.
"Los híbridos no somos muy comunes, ni tampoco muy bien aceptados. Conocí a Herishef cuando huía de unos furs que querían golpearme, nos hicimos buenos amigos y el me enseñó a defenderme"
"Volvamos a ese poder del que hablas" dijo Dante "dices que es algo que todos tenemos"
"Así es, pero es necesario un cierto grado de sensibilidad para usarlo. Si Herishef los considera dignos, entonces los ayudará a despertar esa sensibilidad. Creo que deberíamos continuar si queremos llegar antes que anochezca"
Alex, Leomon y Crocodyne continuaban en el bosque, se habían encontrado varios monstruos débiles en su camino, pero los derrotaron sin dificultad.
"¿Cuánto mas tendremos que seguir en este bosque?" preguntó Alex.
"No creo que vayamos a salir" dijo Leomon "El fur que buscamos vive en este bosque, es solo que es un lugar gigantesco"
"Tal ves deberíamos buscar un refugio" dijo Crocodyne "Anochecerá pronto"
Se escuchó un trueno en la distancia.
"Parece que también lloverá" dijo Alex.
"No hay una sola nube" dijo Crocodyne mirando hacia el cielo "Ese sonido fue ocasionado por otra cosa."
El mismo sonido se escuchó de nuevo, y provenía del mismo lugar.
"Vayamos a investigar"
Mientras caminaban por el bosque escucharon el sonido de una cascada y avanzaron hacia el.
Al pie de la cascada se encontraba un fur, era un canguro de pelaje rojizo corto, excepto por un flequillo en la frente, llevaba puesta una camisa blanca de manga larga, una chaqueta de cuero negro, pantalones ajustados de color marrón y botas de cuero. El canguro se metió al río hasta que el agua le llegó a la cintura. Leomon y los demás miraban ocultos entre los arbustos. El canguro cerró los ojos y se concentró. Una enorme roca que había del otro lado del río comenzó a brillar, cambió de color gris a negro, luego a un dorado brillante, luego a rojo. De pronto, la roca estalló con un sonido ensordecedor, enviando fragmentos en todas direcciones, un trozo de roca golpeó al canguro en el brazo derecho.
Los tres amigos salieron de su escondite y el canguro los miró sobresaltado.
"¿estas bien?" preguntó Alex.
"¿Quiénes son ustedes?"
"No te preocupes" dijo Leomon "No somos tus enemigos"
"Solo estamos de paso" dijo Crocodyne "Vimos lo que pasó, ¿estas bien?"
"Si, no es nada grave" dijo el canguro "Mi nombre es Ulrich."
"Yo soy Leomon, ellos son Alex y Crocodyne."
"¿Cómo hiciste eso con la roca?" preguntó Alex.
"No era exactamente lo que quería hacer" dijo Ulrich "Verán, soy un alquimista, poseo la habilidad de transformar la materia, estoy tratando de crear un nuevo metal, pero las rocas de este lugar no parecen ser adecuadas. Escuché que al este de aquí hay un yacimiento de diamantes, tal ves ahí sea un mejor lugar"
"Nosotros vamos hacia el este" dijo Crocodyne "buscamos... un objeto"
"¿Les molestaría si viajo con ustedes?" preguntó Ulrich "Hace semanas que no hablo con nadie"
"Seguro" dijo Leomon "siempre he querido aprender algo sobre alquimia"
En esos momentos, un contingente de 12 lobos grises se reunía en las afueras del bosque. Todos iban vestidos con las túnicas del nuevo amanecer. El líder tenia símbolos dorados sobre su túnica.
"¿Encontraron algo?" preguntó.
"La gema se encuentra definitivamente hacia el este" dijo uno de ellos "Pero hay algo mas, encontramos rastros de energía muy inusuales."
"Son ellos" dijo el líder "Tenemos que evitar que se apoderen de la gema"
Los doce lobos comenzaron a correr por el bosque sin emitir ni un sonido.
Javo y los demás se encontraban en las orillas de un enorme lago. En el centro del lago había una gran estructura de forma cilíndrica, pero no había forma aparente de llegar ahí.
"¿Es aquí?" preguntó Daniel.
Javo asintió con a cabeza.
"No te ofendas" dijo Dante "Pero en realidad esperaba algo un poco mas ostentoso"
De pronto, la quietud del lago se vio interrumpida. Un puente de mármol comenzó a surgir entre las aguas. A ambos lados del puente había símbolos que a simple vista parecían incomprensibles. En el piso había relieves de oro representando peleas entre varios seres antropomórficos.
"¿Así de ostentoso te parece?" preguntó Daniel.
Los cuatro comenzaron a avanzar por el camino, cuando llegaron al final del puente, se creó una abertura en la construcción.
Javo vio que los demás titubeaban, así que el entró primero.
"Vamos, es perfectamente seguro"
Todos entraron y la apertura desapareció detrás de ellos. Se encontraron en una enorme cámara de paredes blancas. El lugar estaba muy iluminado, pero no se distinguía la fuente de luz. La habitación comenzó a alargarse hasta convertirse en un corredor. Todos comenzaron a avanzar por el, de pronto se vieron rodeados de la mas negra oscuridad.
"No se preocupen" dijo Javo "Le gusta lucirse con sus entradas"
El lugar donde estaban volvió a iluminarse, se dieron cuenta de que ahora estaban en una enorme habitación, las paredes estaban cubiertas por cortinas de terciopelo. Frente a ellos se encontraba Herishef. Era un enorme y musculoso minotauro de color gris oscuro, llevaba puesta una falda de seda blanca adornada con un cinturón de oro, su cuerpo estaba adornado con un collar y pesados brazaletes, también de oro. Detrás de Herishef había montones de almohadas apiladas, a la izquierda había una enorme mesa con aceites y frutas, a la derecha había una piscina hecha del mismo mármol que el piso.
"Sean bienvenidos a mi morada" dijo Herishef "Javo ha confiado en ustedes, así que puedo considerarlos amigos."
"Ha pasado algo de tiempo desde que nos vimos" dijo Javo "me alegra ver que no me has olvidado"
"No podría olvidarte ni aunque lo intentara amigo mío" dijo el minotauro abrazando al hibrido "¿Y quienes son estos viajeros?"
"Son guerreros que luchan para reestablecer el equilibrio de este mundo, se han unido a los cuatro círculos sin pertenecer a ellos en su guerra contra el nuevo amanecer"
"Ya veo" dijo Herishef mirándolos con detenimiento "Y quieren que los ayude a ser mas fuertes para llegar a la torre del circulo de viento"
"¿Cómo lo supo?" preguntó Daniel asombrado
"¿Qué clase de deidad seria si no tuviera un poco de percepción?"
Herishef se acercó a Dante y clavó sus penetrantes ojos azules en los del lobo.
"Tu eres muy impulsivo" dijo "a veces tomas decisiones muy precipitadas, lo que en un futuro podría traerte problemas, pero siempre estas dispuesto a ayudar a tus amigos.
Se acercó entonces a Kimahri.
"Tu eres muy silencioso, pero pareces ser increíblemente sabio, pronto tendrás que tomar una decisión que podría afectar el destino de este mundo"
Luego fue el turno de Daniel.
"Tu eres extremadamente fuerte, mucho mas de lo que aparentas, pero eres un poco inseguro, tu mostraras tu verdadero poder cuando mas falta haga. Ahora... ¿Qué les dijo Javo exactamente?"
"Solo nos dijo que tu nos ayudarías a despertar un poder que existía dentro de nosotros" dijo Daniel.
"¿Y no les dijo nada sobre la forma en que lo haría?"
"No"
Herishef le dirigió a Javo una mirada acusadora.
"¿Qué?" preguntó Javo "Ya sabia que iban a aceptar, no eres el único que tiene percepción"
"¿De que están hablando?" preguntó Dante.
"Hay dos formas de despertar ese poder del que habla Javo" dijo el minotauro "Una es con un entrenamiento que dura aproximadamente 20 años, y para la otra es necesario que absorban parte de mi esencia."
"Creo que tomaremos el curso intensivo" dijo Dante "No tenemos mucho tiempo"
"Entonces comiencen a quitarse su ropas" dijo Javo.
"¿Qué?"
"Para que puedan obtener una parte de mi esencia" dijo Herishef "Deben obtener una parte de mi dentro de ustedes, y es esto o beber mi sangre"
El minotauro se quitó la falda que lo cubría, dejando al descubierto sus genitales. Ahí se dieron cuenta de una diferencia entre el y un fur normal, Herishef no tenia vaina, sus genitales eran externos, su miembro flácido comenzaba a llenarse de sangre y a endurecerse.
"Definitivamente escojo la primera opción" dijo Daniel y comenzó a desnudarse.
"Kimahri también escoge primera opción" dijo el ronso y se quitó el taparrabo.
Dante hizo lo mismo y los tres se aproximaron al minotauro.
"¿Estas seguro que puedes con los tres?" preguntó el lobo.
"Herishef podría con una docena y no quedaría satisfecho" dijo Javo desnudándose también.
El pelaje color miel que cubría el musculoso cuerpo del hibrido era muy suave. Cuando Daniel se acercó para tocarlo le pareció que era terciopelo. El puma comenzó a acariciar el pecho de Javo, mientras Herishf se llevaba a Dante y Kimahri a su lecho. Herishef se recostó sobre su espalda y Dante se arrodilló entre sus piernas. El lobo tomó el miembro del minotauro y comenzó a masturbarlo, haciendo que comenzara a hincharse. Herishef le hizo señas a Kimahri para que se acercara. El felino azul se sentó sobre el pecho del minotauro y Herishef comenzó a lamer su erección. Daniel y Javo se encontraban a unos metros del lecho, Daniel estaba de rodillas y Javo estaba detrás de el, lamiendo su ano y de cuando en cuando mordisqueaba sus nalgas. Javo retiró su lengua y la reemplazó por dos gruesos dedos. Daniel gemía y su cuerpo se sacudía por el placer. La otra mano de Javo comenzó a acariciar el pene y los testículos de Daniel. En el lecho, Kimahri sentía que estaba en el paraíso. El hocico de Herishef lo hacia sentir como nunca antes, justo cuando sintió que estaba a punto de llegar al climax, la maravillosa sensación desapareció. Kimahri bajó la mirada y vio la cara sonriente del minotauro.
"Apenas estamos comenzando" dijo Herishef "Seria una pena que te cansaras tan pronto" Herishef le dio una nalgada a Kimahri, el ronso se levantó de su pecho. Dante aun chupaba el miembro de Herihef ávidamente. El toro tomó las mejillas del lobo entre sus manos.
"Tu serás el primero" dijo.
Dante se acomodó sobre la cama y Herishef se colocó detrás de el. El minotauro comenzó a presionar levemente y la punta de su gruesa verga penetró al lobo.
"Ya has hecho esto antes ¿Verdad?" preguntó Herishef al tiempo que se hundía totalmente dentro de Dante.
"Mi amigo Crocodyne lo tiene casi de tu tamaño" dijo Dante entre gruñidos.
"Espero conocerlo" dijo el toro y luego movió su esbelta cola hacia un lado. "Kimahri, esta es la mejor invitación que tengo"
Kimahri se acercó a Herishef y comenzó a rascar con sus garras los firmes glúteos. Luego, sin decir palabra, enterró su verga dentro de Herishef. El toro comenzó a moverse y pronto los tres encontraron el ritmo adecuado, un quejido los hizo voltear hacia donde estaban Daniel y Javo. El hibrido había penetrado al puma y en la cara de Daniel se podía ver un poco de dolor.
"Es muy gruesa" dijo Daniel entre quejidos
"Relájate" dijo Javo "Pronto te acostumbrarás"
Javo sujetó a Daniel por la cintura y ambos permanecieron inmóviles por un rato mientras el puma se acostumbraba al impresionante tamaño de Javo.
"Esta bien, continua" dijo Daniel al cabo de un rato, y Javo comenzó a meter y sacar su miembro lentamente.
Herishef, Dante y Kimahri intercambiaban besos y caricias al tiempo que continuaban con su combate amoroso. Herishef comenzó a acariciar con una mano el hinchado miembro de Dante y con la otra lo sujetó por la base, justo detrás del bulbo. Dante sentía la verga de Herishef restregándose contra el sin cesar. Kimahri pasaba sus garras por la musculosa espalda del minotauro al tiempo que lo penetraba. Herishef apretaba y relajaba sus glúteos, causando espasmos de placer al ronso. Herishef comenzó a chupar una de las orejas de Dante y esto fue suficiente para desencadenar el orgasmo de todos. Dante lanzó un aullido y eyaculó sobre las sabanas de seda. Herishef inundó las entrañas de Dante con su semilla divina y el lobo sintió un calor que recorría todo su cuerpo. Herishef apretó sus glúteos con fuerza, aprisionando el miembro de Kimahri y ocasionando que el ronso también llegara al clímax. El felino azul abrazó al minotauro con fuerza y os tres cuerpos se dejaron caer sobre las sabanas. Herishef se levantó casi de inmediato y avanzó hacia donde Javo aun continuaba envistiendo a Daniel. El hibrido empujaba con todas sus fuerzas. El puma tenia los ojos cerrados y apretaba los dientes. Entonces sintió que los suaves dedos de Herishef tocaban su mentón, abrió sus ojos y vio que el minotauro masturbaba su enorme pene cubierto de semen a unos centímetros de su boca. Daniel entendió el mensaje y comenzó a chupar el miembro de Herishef. En el instante en que su lengua hizo contacto con el semen del minotauro, el dolor que Daniel sentía desapareció por completo y fue reemplazado por una enorme marejada de placer. Daniel eyaculó inmediatamente sobre el piso, pero eso no impidió que continuara moviéndose a ritmo con Javo. El hibrido estaba a punto de llegar al orgasmo, sus testículos se contrajeron y liberó una enorme carga de semen dentro de Daniel. Era tanto, que comenzó a escapar y a resbalar por el interior de las piernas de Daniel. El puma seguía chupando la erección de Herishef mientras una de sus manos jugueteaba con el semen que Kimahri había depositado en su culo. Daniel sintió la primera ola de calido semen estrellarse contra su garganta, tragó tanto como pudo, dejando que el resto resbalara por sus labios. Casi inmediatamente, Daniel comenzó a sentir una pesadez en su cuerpo y tan pronto como Javo y Herishef lo soltaron, cayó al piso, profundamente dormido.
"¿Qué pasa Herishef?" preguntó Kimahri "Dante también se quedó dormido de pronto"
"No te preocupes" dijo el minotauro "es un efecto secundario, pero pasará pronto, despertaran en unas dos horas, con mas vitalidad que antes. Pero, por ahora es tu turno, recuéstate."
Kimahri se recostó en el lecho sobre su espalda y Herishef se acercó a el. El minotauro separó las piernas del felino azul y sin mas preámbulo enterró toda su verga dentro de el con un solo movimiento. La erección de Kimahri comenzó a gotear sobre su firme abdomen. Javo se arrodilló entre la cabeza de Kimahri y su grueso miembro quedó justo encima de la cara del ronso. Kimahri sacó la lengua y comenzó a lamer los sudorosos y fragantes testículos. Herishef tomó la erección de Kimahri y comenzó a masturbarlo lentamente a ritmo con sus embestidas. Herishef se inclinó hacia delante y su rostro quedó a unos centímetros del ano de Javo. El hibrido sintió la húmeda y gruesa lengua del minotauro penetrándolo lentamente y esto lo hizo empujar su cadera. Kimahri sintió que el miembro de Javo penetraba mas y mas en su boca. El felino comenzó a chupar con todas sus fuerzas mientras que con sus garras acariciaba el abdomen y el pecho de Javo. Kimahri eyaculó sobre su abdomen y la mano de Herishef, pero el minotauro, en lugar de detenerse, solo cambió de mano y comenzó a masturbarlo ahora con la izquierda, alejó su cara de Javo y metió sus dedos cubiertos con el semen de Kimahri en el ano del hibrido. Javo gimió de placer y eyaculó en el hocico de Kimahri, luego se recostó a un lado, dejando que Herishef terminara. El minotauro se inclinó hacia delante una ves mas y besó a Kimahri en los labios, compartiendo con el ronso el semen del hibrido. Al cabo de unos minutos, Kimahri sintió los chorros de leche caliente que lo inundaban al tiempo que eyaculaba por segunda ves sobre su estomago y su pecho. Al igual que los demás, Kimahri fue presa de un agotamiento inmediato y se quedó dormido. Herishef lamió el semen del pecho de Kimahri y sacó su aun rígido miembro de su cuerpo.
"¿Qué dices?" preguntó Herishef acomodándose en su lecho "No puedo hacerte mas fuerte, pero no creo que necesites ese incentivo"
Javo se colocó encima de Herishef y lentamente comenzó a descender, empalándose centímetro a centímetro en la carne de su amigo. Las enormes manos de Herishef comenzaron a acariciar la musculosa espalda de Javo. La erección de Javo golpeaba contra el abdomen de Herishef cada ves que el hibrido descendía. Javo ya había hecho esto varias veces, pero aun no era totalmente inmune al efecto adormecedor del semen de Herishef. Javo se inclinó hacia delante para besar a Herishef mientras que con sus manos acariciaba los cuernos del minotauro. Herishef comenzó a empujar cada vez con mas fuerza hasta que finalmente eyaculó dentro de Javo. El hibrido sintió la presión del calido semen sobre su próstata y también cubrió el pecho de Herishef con su semilla. Herishef estaba de pie, increíblemente, su pene aun estaba duro como roca. Todos los demás furs de la habitación estaban profundamente dormidos.
"¿Ahora que hago?" se preguntó el minotauro.
Se sentó en el borde del lecho y tomó su rígido miembro por la base con su mano izquierda, se inclinó hacia delante todo lo que pudo y comenzó a chupar su propia erección. Su mano derecha comenzó a acariciar sus testículos, su lengua acariciaba la base mientras que con su paladar apretaba el glande, su mano izquierda viajó hacia su ano, donde introdujo dos dedos. Una de las ventajas de controlar sus orgasmos era que podía permanecer así por horas o eyacular inmediatamente si lo deseaba. Esta ves decidió terminar pronto, contrajo sus testículos y chupó con todas sus fuerzas, tragó todo su semen, también en esto era un experto. Después decidió que hora y media de sueño no le caería mal y se quedó dormido junto a los demás furs.
El día estaba por finalizar. Alex, Leomon, Crocodyne y Ulrich seguían en el bosque.
"¿Están seguros de que no estamos perdidos?" preguntó Crocodyne.
"Seguro" dijo Alex, Vamos en línea recta hacia el norte, pero no llegaremos a la cabaña de Gabriel hasta mañana.
"Entonces sugiero que busquemos refugio" dijo Leomon "Ya está obscureciendo y parece que esta noche lloverá"
"Ese parece un buen lugar" dijo Ulrich y señaló un montículo de rocas.
"¿Ahí?" preguntó Alex ¿Quieres que nos refugiemos de una tormenta encima de un montón de rocas?"
"No encima" dijo Ulrich "observa"
El canguro levantó sus brazos y la roca comenzó a brillar, justo como habían visto en el río. Ulrich se acercó a la roca, colocó la palma de su mano sobre ella y murmuró algunas palabras que los otros no alcanzaron a entender. Ulrich retiró su mano y el enorme montículo de roca pareció hacerse liquido, todas las rocas parecieron fundirse, pero en ves de desparramarse sobre el suelo, la roca comenzó a cambiar, se abrió un enorme agujero en el centro y la superficie entera de la roca pareció redondearse. Al final, había frente a ellos una cueva de paredes lisas de roca sólida.
"Increíble" dijo Leomon "¿Cómo lo hiciste?"
"La alquimia puede entenderse como el arte de cambiar las propiedades de los elementos. En realidad no es muy diferente a lo que hacen los miembros de los cuatro círculos" dijo el canguro "aunque aun me faltan algunas cosas por aprender, este simple ejercicio me dejó un poco agotado"
"Entonces será mejor que descanses y nosotros haremos el resto" dijo Crocodyne "Alex y yo buscaremos leña. Leomon, ¿Te podrías encargar de la cena?"
"Seguro" dijo el león. Cerró los ojos y comenzó a olfatear el aire "Por aquí hay un estanque"
El enorme árbol se hizo trizas con un solo golpe del hacha de viento de Crocodyne, entre el y Alex recogieron madera mas que suficiente para pasar la noche.
El sol ya se había ocultado, estaba lloviendo, tal y como Leomon lo había predicho. Todos estaban dentro de la cueva, comiendo pescado y ranas.
A menos de 100 metros, el débil resplandor era observado por los doce lobos del Nuevo Amanecer.
En otra parte del bosque, un león de melena negra examinaba el rastro dejado por los lobos.
En el castillo de Lord Seth, la cabra se encontraba en el salón del trono, donde se encontraba la estatua de Asmodeus. La habitación estaba apenas iluminada por unas cuantas velas. El sepulcral silencio era interrumpido por unos débiles gemidos. Sobre el suelo, justo frente a la estatua del demonio, Seth se encontraba encima de un joven ciervo, forzando su miembro dentro de el. Algunas lágrimas resbalaron por las mejillas del ciervo mientras su virginidad era tomada. Seth tomó bruscamente la cara del ciervo y lo obligó a voltear.
"Míralo" ordenó.
El ciervo abrió los ojos y observó la estatua. El tenue humo de las velas y el movimiento de las sombras hacían que por momentos pareciera que la estatua sonreía. Sus ojos sin vida parecían disfrutar del espectáculo. La cabra comenzó a embestir con mas fuerza, haciendo que el ciervo gritara de dolor. Seth tomó al ciervo por el cuello y apretó con todas sus fuerzas hasta que oyó el crujir de huesos, se apartó del cadáver y se colocó justo frente a la estatua de Asmodeus, su miembro estaba cubierto con la sangre del ciervo. Seth comenzó a frotar su erección contra la de la estatua. Al poco tiempo, la cabra llegó al clímax y el pene erecto de la estatua quedó cubierto de sangre y semen.
Las puertas de la habitación se abrieron de par en par y un oso entró corriendo.
"¡Lord Seth! Ha sucedido algo terrible"
"¿Cuántas veces he dicho que no debo ser interrumpido cuando estoy en comunión con Asmodeus?" preguntó Seth irritado sin hacer el menor intento pro cubrirse "¿Qué pasa?"
"La esencia del circulo de tierra señor" dijo el oso.
"¿Qué hay con ella?"
"Ha sido robada"...
Continuará