La Ceremonia De La Carne

Story by AngelFurry on SoFurry

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#7 of Interacciones Furrries-Humanas

Hola a todos,

Alguna vez dije que ya se había terminado la serie de "Interacciones Furries-Humanas", pero siempre quise un cuento de esta serie con suficiente perversión. Así que aquí lo he escrito para ustedes.

"La Ceremonia De La Carne" es un cuento donde se relatan fuertes escenas de "vore" y un poco de sexo. Así que si no te gustan estos temas, mejor lee un cuento diferente.

Lo escribí en un lapso de 4 días, cualquier error de ortografía me lo hacen saber.

NOTA: Este cuento respecto a los anteriores, tiene una diferencia de 2 o 3 años.


"Humanos descubriendo la parte oculta de otro mundo, suele pasar por accidente y son pocos los privilegiados. Dicen que somos presas de nuestros propios vicios, y hay depredadores desesperados por hacernos presas".

He vivido 20 años... y se cómo voy a morir. Conozco la hora y la fecha, conozco a la perfección por qué, hasta se quién me dará la muerte. A decir verdad, no me molesta en absoluto, es más, es un gran honor morir de esa forma.

Es irónico, pues el ser que me salvó de la muerte al final esté en su deber matarte, así de ilógica es la vida. Como dije, estoy completamente agradecido y no la odio por eso, es un gran honor servir de esa manera para ella.

El Método de mi muerte es simple, ella simplemente me comerá vivo, mi cuerpo junto con mi esencia se desintegrarán en el proceso de digestión. Ella se alimentará de mi cuerpo en su totalidad. Aunque no será cuando ella quiera. Es necesario una ceremonia, una ceremonia que se realiza cada 5 años.

Justamente hoy es el día. Las mesas, los cubiertos, los platos y demás utilería están puestos. Los invitados están listos y las presas están preparadas para ser servidas. Un gran salón, solo 15 invitados, la orquesta en vivo ofrecerá el ambiente más propicio en este ambiente de pecado. A media noche comenzará el banquete y yo estaré en el menú.

¿Qué se puede decir de mí? Lo suficiente para que entiendas por qué estoy aquí.

Soledad, suciedad, frio y lluvia; mi primer recuerdo es el abandono, el descaro de mis padres por deshacerse de mí, condenado y completamente solo en un sucio callejón. Cobardes que no quisieron hacerse responsable de mi cuidado, optaron por el camino fácil y me desecharon como cualquier objeto. En medio de la noche, yo lloraba, esperaba que alguien de mi especie me escuchara y me auxiliara. No encontré nada de eso, sé que pasaron muchas siluetas cerca del callejón y escucharon mi llorar, aun así no se atrevieron a socorrerme. La esperanza se esfumó en mi joven espíritu, a la corta edad pude ser consiente de mi pronta muerte. Entonces un ser apareció, me recogió y me llevó a su mundo. Su propósito era simple: le serviría como aperitivo en "La Ceremonia De La Carne".

Creo que mi lastimosa vida hizo que su instinto animal floreciera, porque al final ya no quiso comerme y decidió cuidarme. Ser hijo de un dragón hembra no es algo de lo que pueda explicarse en una sesión de diversidad familiar con naturalidad, además que no nos parecemos casi en nada; ella mide como 8 veces lo que yo, fácilmente puede aplastarme.

¿Qué es la Ceremonia De La Carne? Cada 5 años, 15 de los seres animales más longevos de este mundo deben realizar un banquete cuyo único objetivo es seguir preservando sus vidas por más tiempo. La única carne en el menú es la del ser humano, ¿Por qué el ser humano? Porque es el único ser terrenal que tiene un alma tan desarrollada y rica en energía, capaz de sentir el más puro amor o el más cruel odio. Sus almas son esenciales para estos seres longevos, les permite vivir por más tiempo y sin sacrificar su estilo de vida, aunque para exprimir esa energía al máximo sea necesario tragárselos enteros y vivos. El alma es muy nutritiva, pero el cuerpo del ser humano es increíblemente delicioso, es mejor que comerse al mejor cerdo de la historia... o al menos eso me han dicho.

La ceremonia dicta que cada animal deba cazar su propia comida, cada 5 años entonces se efectúa una cacería en la realidad donde residen los humanos. Muchas personas son fáciles de engañar, porque de algo depende su sensación de bienestar, una ilusión que les hace creer que están contentos porque les produce placeres rápidos, o en pocas palabras: vicios. Los depredadores son conscientes de ello, así que utilizan los vicios con el único propósito de atraer a humanos fáciles: dinero, drogas, sexo, furia o ego, comida, posesiones.

El anonimato es fundamental, si los animales longevos quieren seguir degustando de la carne humana deben ser cuidadosos al elegir la presa, así que raptan a personajes que poco le importan a la sociedad. Hay una desventaja en elegir gente degenerada que poco le importa al mundo, el alma de estos no suele ser tan nutritiva, así que raptan como a dos o hasta 5 humanos, dependiendo de la cantidad de energía que pueden comer y soportar. El alma de los virtuosos es mucho más saludable, pero el cuerpo de los viciosos es una sorprendente delicia, los humanos malos son exquisitos, además la sensación que producen al ser digeridos es magnífica. Yo no soy caníbal, solo he sido espectador de dos Ceremonias De La Carne, he visto el nivel de placer producido al momento de la digestión del cuerpo, básicamente es igual que presenciar un orgasmo... o varios orgasmos. Pueden decirme traidor a mi raza, pero los humanos no me interesan, ellos fueron indiferentes conmigo y fue una especie diferente que me mostró el amor, así que a ellos no les debo nada.

Es lógico que una presa luche por su supervivencia. Un humano vicioso o degenerado es fácil de domar; primero lo engañas y lo atrapas, después le ofreces comida que está adicionada con una efectiva droga, como casi siempre carecen de una mente fuerte, automáticamente se hacen adictos. 15 días son suficientes; la misma comida, la misma droga y parecerá un puerco de lo gordo que estará. Inhabilitado de moverse ágilmente, y cuando intenté escapar tendrá tanto peso que le será imposible. También hay depredadores que no les gusta comer alimentos mantecosos, a esos simplemente los encierran y los duermen hasta que la ceremonia esté lista, así mantienen su carne suave. Los cocineros en el mismo día del banquete, se encargarán de arreglarlos y sazonarlos.

Mi madre dragona se ha comido en su vida a más de 10,000 personas, he visto como pone en su enorme hocico al gordo humano, como le gusta sentir el masaje de su alimento intentando escapar, como lo engulle entero, como se escuchan los gritos del humano al momento de comenzar la digestión. La he visto comerse 6 humanos, como juega con ellos con sus garras y con su lengua, 35 minutos aproximadamente después de tragarlos, llegan al estómago aún vivos, es cuando la verdadera pesadilla del ser humano comienza, donde los jugos gástricos disuelven al vivo miserable en un tiempo de 10 horas. Sé que su banquete muere después de las 2 horas, después de ese lapso dejan de gritar horrorizados.

En el proceso digestivo, todos los animales longevos se vuelven locos, el placer que les produce la digestión hace que su libido se dispare hasta las nubes. La cena se convierte en una frenética orgía donde no importa tu preferencia sexual o tu sexo, terminarás como todos los demás, deseosos de placer sexual sin importar la procedencia. Incluso, cuando tuve edad de sentir atracción sexual, en la ceremonia anterior participé en la orgia. Recuerdo haber entrado en muchas vaginas, lamido muchos penes y saborear mucha saliva, puedo decir con cierta pena que mi madre dragona fue la responsable de quitarme la virginidad.

Sé que el panorama de mi muerte es poco halagador, ser comido vivo puede ser una experiencia horripilante. Yo no lo veo así, en primera porque lo considero un honor y en segunda porque mi madre dragona me dio un frasco con un somnífero potente, yo lo tomaría en el momento justo, así no sentiría sensaciones desagradables y me quedaría dormido antes el proceso digestivo. Mi madre no está contenta con esta decisión, sé que le causaría un profundo dolor perderme, pero las reglas son las reglas y hay que cumplirás a pesar del dolor.

Ella me cuidó como su fuera su propio hijo, me ofreció todo lo que mis verdaderos padres me negaron. Crecí en un mundo donde los animales reinan y los humanos no son más que simples bocadillos, yo fui la excepción. Creo que ambos sabíamos que las excepciones no duran para siempre; las leyes de su mundo no permitían a los humanos, yo era un "ser ilegal" en pocas palabras. Le ofrecieron la opción de abandonarme en el mundo terrenal humano o ser ejecutado. Mi madre no aceptó ninguna de las dos, trató con todos sus medios obtener mi derecho a permanecer aquí, a convertirme en uno de su raza o al menos tenerme como mascota. Una batalla legal que duró más de 10 años, una batalla que lamentablemente perdió. Como yo sabía demasiado sobre su mundo ya no podría irme de aquí, entonces la única salida era inevitable: "La Ceremonia De La Carne". Veo que llora en silencio, yo la calmo siempre diciéndole que "técnicamente no será una muerte: toda mi esencia la alimentará, así que de cierto modo, seré parte de ella", mi argumento no parece convencerla.

Una hora antes de la media noche, la ceremonia comienza. Los 15 animales longevos, muchos de los cuales son los mandamases de este mundo están al salón y toman sus asientos: 5 dragones, 4 lobos, 3 serpientes, 2 leones y un elefante, toman sus respectivos asientos. Dicen un par de largas oraciones en silencio, preparan sus cuerpos y su mente para recibir el máximo provecho posible a sus alimentos, tragarse a los humanos vivos no es tan fácil, sin una adecuada preparación los depredadores podrían ahogarse. Casi todos los animales se tragan a sus presas enteras y vivas, es el elefante quien peor las trata. A él le gusta masticar y lo hace con fuerza, sus humanos ya están muertos y hechos trizas cuando llegan a su estómago, el las muele enteras dentro de su boca. Se escucha muy fuerte el tronar de los huesos y muchas veces le chorrea la sangre de la boca. Claro que de esa forma no se nutre muy bien, así que devora siempre a 5 personas, todas ellas sufren el mismo destino de ser molidas en su boca. Ser molido o ser digerido, creo que la forma más rápida de morir es la de ser molido, aunque también al elefante le gusta masticar lentamente.

La música en vivo comienza, las velas se prenden, el momento cumbre de la ceremonia inicia. Cuando todos los animales están listos, los cocineros entran con el manjar; los han desnudado, los han semi dormido para que no puedan escapar ni gritar, hasta los han condimentado y sazonado, con especias o una salsa especial. Yo soy el único que ha esperado desde en un principio en su plato, a lado de mi madre. Ella me acaricia constantemente y me besa, yo igual la beso lo que puedo de su cuerpo, total, será la última vez que volveremos a vernos.

Casi es media noche, cada humano es colocado con el animal que le corresponde. Como buenos compañeros, todos esperan hasta que el último alimento sea servido. Mientras yo miro a esos miserables ser colocados en los platos blancos, un par en especial me resulta peculiar.

Es un hombre y una mujer de edad madura, cerca de los 40 años posiblemente. Mi madre dragona también se percata de aquellos dos. Hay algo inquietante que me hace preguntarme sobre la vida de estos, sobretodo porque el hombre guardia mucho parecido con mi rostro y la mujer posee el mismo color de ojos, piel y cabello. Pensativo, me pregunto una razón de tal parentesco. Hay otro detalle que me impacienta, están abrazados uno del otro, completamente conscientes del peligro, miran con terror y tristeza al animal que será su tumba. Su mala suerte es más que presente, pues es el elefante quien los capturó y ese enorme animal tiene la costumbre de masticar, siempre exige a los cocineros que solo aten a su comida, nunca las duerman o droguen, pues a él le gusta que experimenten todo el dolor posible.

Mi madre entonces descubre una verdad ingrata en aquella pareja abrazada. El destino suele ser confuso, el karma tiende a ser irónico y la justicia puede llegar a ser bastante cruel. Aquellos dos seres humanos, resultan ser mis padres biológicos. Cuando me dijo con lo que se había topado, no supe cómo reaccionar. Mi madre dragona no fue la única que se percató del parecido de aquellos dos desconocidos respecto conmigo.

¿Sentía algún sentimiento por esas personas, que me abandonaron cuando yo era apenas un bebé indefenso? No, absolutamente nada. No les debía nada, no los odiaba, lo que pasara con ellos simplemente no me importara. Lo único molesto, era morir al mismo tiempo que mis padres, y tenía cierta curiosidad por verlos morir. Tal vez, si estaba ligeramente resentido con ellos, mi alma requería complacerse con una pequeña venganza.

Mi madre dragona los veía como lo que eran, miserables humanos. Ella no tenía necesidad de vengarse, ya bastante tenían con que los haya capturado el elefante. Yo por lo tanto buscaba la forma de poder darle gusto a mi venganza, y se me ocurrió algo que sería suficiente para complacerla. Le dije a mi madre sobre mi plan y al principio le sorprendió, la idea era descabellada y un tanto ridícula. Aceptó porque se lo pedí como mi última voluntad.

Se levantó de su silla, se dirigió al elefante y le pidió una charla a solas. Después de un par de minutos hablando sobre los detalles de mi plan, le pareció buena idea y con gusto aceptó a ser mi cómplice. Ese elefante aunque me producía un escalofrío tremendo, yo le caía bien; además, aceptó también porque el paquidermo le gustaba el cuerpo de mi madre y en cada Ceremonia De La Carne aprovechaba la orgia para eyacular en su hocico o en su trasero.

Media noche, el tiempo de los humanos llegó a su fin. Mi madre dragona me tomó con sus manos, me llevó hasta la mesa del elefante donde mis padres biológicos esperaron apartados de los demás bocadillos. Como era de esperarse, estaban confundidos, pues ignoran porque los separaron del plato, tan solo el elefante los arrojó sin cuidado en la mesa. El hombre, silenciosamente trataba de zafarse de las cuerdas que le aprisionaban manos y pies.

La dragona me colocó suavemente en la mesa, frente a ellos. El elefante y mi madre dragona sonrieron, el espectáculo del recuentro familiar les resultó muy divertido.

"Hola... ¿Me recuerdan? Seguro que no". Confundidos me preguntaron quién soy yo y el destino que les espera. Yo, sonriente, les dije amablemente que solo miraran a su alrededor, sus respuestas pronto llegarán. El horror de la fiesta que ante ellos se presenta; animales gigantes, comiendo humanos como si fueran caramelos. Voltean aterrados hacia atrás donde su captor esperaba con gran impaciencia hacerles una demostración. Tomó una de sus víctimas, la colocó en su boca y sin dar previo aviso mordió con una fuerza tal que mató al humano en cuestión de segundos, movimientos violentos de su mandíbula no se detuvo hasta que trituró el último hueso, frente a la pareja abrió su boca como un anuncio de lo que les esperaba a ellos. Ambos gritan con una expresión de pánico, el humano que entró a su boca en cuestión de segundos fue recudido a una masa roja que mancha dientes, lengua y mejillas.

El elefante se tragó a todos sus mortales, bultos bajaron por su garganta y desaparecieron en pocos segundos, tan efímero como la esperanza. Empezaron a cuestionarme porque sigo aquí, porque estoy con ellos, porque permito que pase esto. Yo solo respondí que pronto llegará su turno; "Los pecados del pasado se pagan tarde o temprano. No pueden huir del dolor ni del pasado, porque te perseguirán por el resto de sus vidas. Su hijo los está observando, es tiempo de rendir cuentas".

Creo que la noticia de que su hijo estaba vivo y de que era yo les resultó más impactante y más terrorífica que lo que les mostró el elefante. Siempre creyeron que yo estaba muerto, es más, esperaban que yo estuviera muerto porque así la culpa sería menos. Al ver cómo me trataban esos animales gigantes entonces se esforzaron en implorar perdón. Vi como el orgullo y la dignidad de esa pareja se esfumó, terminaron llorando, rogando que los salvara. Yo, muy gentilmente, les dije que merecían morir, y de la peor forma posible.

Mi padre biológico me sorprendió, logró desatarse las cuerdas sin que nadie se diera cuenta, esperó el momento justo y salió corriendo por su vida tan rápido como una liebre. No le importó nada más que su vida, dejó a su esposa a su suerte quien le gritaba estremecida que no la abandonara. Huyó como un cobarde, pero no llegó lejos... de hecho, su muerte fue brutalmente violenta.

Logró bajar la mesa gracias al mantel, desesperado por escapar corrió por el piso tratando de encontrarse con una salida. Al elefante no le gusta que su comida intente escapar y su enojo lo hizo salvaje; se levantó de su sitio y corrió tras su presa. A mi padre humano, el gusto le duró poco porque más de 20 toneladas de cuerpo se encargaron de ponerle fin a sus intentos y a su vida. El elefante dio un tremendo salto, y una de sus patas cayó justamente sobre el humano. Un crujido veloz se escuchó y a nadie le importó, la cena continuó con su curso normal. Una gran pisada de elefante terminó con la vida de este miserable humano en menos de un segundo. Una macha semicircular de sangre quedó grabada en el piso del salón, completamente plano e irreconocible, aún pegajosa y fresca.

Mi madre biológica gritó como nunca antes gritó en su vida, ella vio todo y no pudo haber absolutamente nada, creo que no quería aceptar la inevitabilidad de su destino, porque continuó rogándome. Una frialdad en mis palabras se apoderó de mí seguida de una sonrisa complacida. "Te quedan pocos segundos de vida, yo veré como mueres mientras yo continuaré viviendo. Debería agradecerte, abandonarme fue la acción más benévola a mi ser". Era mentira, igual tendría el mismo destino que ella, la única diferencia es que ella no lo sabía y con eso me bastaba.

"Ahora te toca a ti". La esposa tendría una muerte diferente, comenzó a gritar cuando la trompa del elefante la tomó y la arrojó dentro de su boca. A ella le tocaría un dolor más duradero. Comenzó a morder lentamente, buscando provocar fracturas y lesiones en los órganos. Sus gritos eran tan fuertes que salían de la boca de su devorador, era lo único que saldría de ella. Fue masticando con más fuerza, intentando obtener todo el dolor posible de esa mujer, al final dio sus últimas dos mordidas donde hizo que por fin los gritos cesaran. Pudo por fin tragarla en paz.

Ahora sí, estaba satisfecho, mi destino también estaba marcado por la muerte y lo acepté sin protestar. Le agradecí al elefante su ayuda y me fui junto con mi verdadera madre a la mesa que nos correspondía.

El último adiós, siempre es difícil porque sabes que es el fin. Mi madre no pudo evitar expresar su tristeza, me partió el corazón verla así y me identifiqué con su pesar. Un final inevitable, pero así es como debe ser... si tan solo fuera diferente. Me tomé el brebaje y en cuestión de minutos el sueño era tan fuerte que apenas lograba mantenerme en pie. Apenas sentí como mi madre dragona me tomó con sus suaves manos, mientras en un último beso me puso en su hocico. Suave, húmedo y cálido, mi último abrazo fue con su lengua, la escuché susurrar que jamás me olvidaría, yo tan solo dije "Te quiero mamá". Sentí sus músculos trabajar e ingerirme, fue lo último que pude sentir porque mis parpados se tornaron tan pesados que ya no pude ver, y el resto de mis sentidos se apagaron, o en pocas palabras, me quedé profundamente dormido.

Las personas desaparecen, y en la mayoría de los casos son los mismos humanos, los responsables de tales actos. Solo cada 5 años, si desaparece algún conocido mejor no te preguntes y no te arriesgues a investigar, puede que encuentre uno de estos animales y tal vez te considere delicioso. Sobre las presas que seleccionan, no te preocupes por ellas, es mejor que sirvan de algo, al menos como comida.