vuelta al problema
#3 of Fenrir
Está empezando a ser frio, un grupo de militares no han secuestrado, no llevan a un lugar, presiento que ya no estamos en la ciudad, pues nunca había hecho tanto frio como esta ahorita. Me encuentro abrazando a mi querido husky, tal vez así nos calentemos un poco. Me siento algo culpable, pues fui yo quien nos trajo a este problema. No hemos hablado en todo el camino creo que David ya sabe que nos harán, yo estoy asustado, mi primera vez saliendo del refugio y ya me he metido en un gran lio.
Luego de unos minutos, el camión en donde íbamos se estaba deteniendo, los soldado que iban adelante empezaron a bajar, mientras con una brutal fuerza, no abrieron. Una inmensa luz blanca y una fuerte ola de aire frio rodeo nuestros cuerpos, copos de nieves se pegaban en nuestro pelaje, mientras los soldados, no tardaron es sacarnos pegándonos en nuestras espaldas. Yo caía al suelo, pero David, no. Al parecer era más fuerte, le daban uno y otro golpe, y no caía. Hasta como a sexto golpe cayó.
Empezamos a caminar, bueno más o menos, pues David iba cojeando, al parecer nos llevaban a un centro de torturacion, era un centro demasiado grande, no podía verle la punta al gran edificio de lo alto que era. Adentro, parecía una ciudad entera, pero no lo era. Los soldados nos iban guiando a golpes por donde caminar, David, solo agachaba la cabeza, no se atrevía a verme la cara. Creo que tengo razón, está enojado conmigo.
Subimos por un ascensor, mientras el ascensor no llevaba a lo alto, yo miraba por el reflejo del vidrio todos mis recuerdos, Tal vez así acaben nuestras vidas. Si me llegaran a preguntar cuál sería mi último deseo, yo diría que dejarnos una noche a solas con mi pareja, así tener nuestra última placentera y romántica noche juntos.
Al fin llegamos al último piso, pasamos por un largo pasillo, miles de soldados se nos quedaban viendo, otros nos ignoraban como si solo fuésemos basura. Cuando llegamos al fondo del pasillo, una gran puerta se empezaba a abrir, entramos a un gran salón, ya dentro los soldados nos tiraron al suelo, mientras una voz empezaba a hablarnos.
-vaya, vaya, vaya. Pero miren que tenemos aquí.
Un lobo de pelaje blanco se nos acercaba, por el momento solo me observaba a mí, como si yo fuera a quien buscaban todos estos años. Mientras me miraba yo volteaba la cara hacia otro lado.
-un collie-dijo el lobo asombrado- hace tiempo que no veo caninos que no sean de otra raza más que el de los lobos. Jejeje
Mientas reía, quito la vista de mi, y empezó a observar a David. Pero cuando lo vio había quedado más asombrado que nunca. No sé porque, pero creo que David me ha ocultado algo.
-un ¿husky? Como ha pasado esto.
Realmente no entiendo nada de lo que está pasando pero creo que no pasara nada bueno con David, pues creo que no le agrado nada saber que hay otras razas que no sean lobos.
-soldado-grito el lobo- quiero que se lleven a estos dos.
-si señor.
Ya nos llevaban arrastrándonos, pero el lobo recalco.
-pero quiero que los encierren en celdas diferentes.
Sentí de inmediato que todo había acabado, pues yo podía soportar cualquier cosa siempre y cuando estuviera mi lindo David a la par mía. Pero ¡separados! No sé si podre soportar. Solo espero que no me vayan a encerrar con otro que sea un maniaco, y que acabe matándome.
Ambos salíamos arrastrados del lugar, mientras yo alzaba mi mano para que David me la tomara, pero David no me miraba, solo miraba al vacio, yo seguía intentándolo, pero él me ignoraba, al final llegamos a un pasillo que se dividía en dos, a David se lo llevaron a la derecha, mientras yo iba
por el pasillo de la izquierda. Mis ojos empezaron a empaparse, saber que tal vez ya no pueda ver a mi lindo novio nunca más, y yo solo esperaba que me diera la mano, por última vez.
Mientras íbamos llegando yo no paraba de llorar, de repente el soldado abrió una celda, me tiro al suelo como si fuera un pedazo de basura. Me encontraba tirado mirando el suelo, mientras mis ojos se iban opacando, no sé si es por la gran llorado que he pegado, o será porque estoy algo mareado. Pero a medida trataba de ver al soldado, solo escuche lo que el dijo.
-te traje compañía.
De inmediato sentí como si todo acabo, alguien mas estaba en esa celda, y tal vez no sea muy amigable, en cuando escuche eso, trate de mirar hacia la persona que le hablaron, pero solo logre ver un punto negro, pues no podía observar con claridad cómo era. Miraba como si estuviera miope.
Al rato me quede dormido.
-hola, oye estas vivo.
Abrí los ojos con una dificultad, alguien me hablaba, parecía la voz de un niño, mientras miraba quien era el que me invocaba, mis ojos iban poco a poco recuperando la vista. Un lindo zorrito me estaba viendo la cara.
-ah que ha pasado- dije asustado, mientras me levantaba del suelo-
-te has quedado dormido, eso ha pasado.
-sí, eh... y tu quien eres.
-yo, me llamo Javier, tengo 14 años. Y tú
-¡14 años! pero como puedes estar en un lugar así.
-ya sabes cuando a uno lo capturan no importa la edad que tengas. Pero hey... aun no me has contestado mi pregunta.
-ah, lo lamento, me llamo Héctor, tengo 20 años
- y se te nota la edad.
-oye, 20 no es tan viejo.
-pues si lo comparamos con 14, si.
Bueno, creo que me he equivocado, pues no me ha tocado con un maniaco, aunque debo admitir que para ser un niño de 14 años es muy fuerte, haber aguantado estar solo aquí. Y para su edad no está mal de cuerpo. Por supuesto que lo digo, pero respeto tanto a mi novio como al niño mismo, lo más que llegaría con el niño es tal vez a una amistad, además es simpático.
Han pasado unos cuantos minutos, hemos conversado mucho, y de hecho no hemos hecho amigos más rápido de lo que creía. Ya incluso lo llamo diciéndole Javi. Ambos estábamos riendo cuando de repente alguien llamo a la puerta diciendo
-la cena.
Javi dio un gran salto tomando su plato como si estuviera cazando, yo simplemente recogí el mío, y me lo lleve a una esquina. Realmente no tenía tanta hambre. Pues no he dejado de pensar en David, solo espero que este bien.
-oye ¿qué te ocurre?
-no nada-dije sonriendo mientras sacudía mi pelo.
-mmm... oye puedo ser un niño pero no soy tonto.
-de que hablas.
-bueno, de que estas preocupado. Tal vez porque venías solo.
Vaya, el niño no es tan tonto, es mas es muy listo.
-dime, con quien venias.
-bueno, venia con mi no...-tal vez no sea lo más correcto decirlo que soy gay, pues podría apartarse de mi- con mi hermano.
-no te preocupes, se que se encuentra bien.
-gracias, esas palabras me relajan.
Tal vez Javi tenga razón, David se encuentra bien. Hay que ser optimista, y creo que tengo a un maestro del optimismo para que me enseñe.
En cuanto Javi seguía comiendo, muchas preguntas me han rodeaban la cabeza, sé que es tan solo un niño de 14 años, pero con lo que me ha demostrado podría saber más de lo que creo.
-oye, javi. Tu sabes porque esta guerra.
-pues es lógico, una guerra es para matar.
-no me refiero...(suspiro) es decir, sabes con quienes pelean, o quienes son estas personas.
-bueno...pues... más o menos.
-podrías contarme un poco.
Javi dejo de comer, solto su plato para relatarme lo que sabía y lo que había escuchado desde que lo habían capturado.
-Yo vine aquí a los 12 años, venia con mi padre, y mi madre... unos soldados nos llevaron a un gran salón. Un lobo nos empezó a dar un gran sermón, no entendía nada de lo que decía, pero ese... ese lobo, tomo a mi madre, dijo que era demasiada hermosa para un ser tan espantoso. Mi padre se enfado, y querría golpearlo, pero lo detuvieron. Empezaron a desnudar a mi mama. El lobo se quito la camisa y el pantalón. Dime, no es cruel dejar que un niño vea como violan a su propia madre. Trate de cerrar mi ojos, pero el soldado que estaba detrás mío tomo mi cabeza y me obligaba a ver. Luego de eso, nos separaron, mi mama la llevaron por el pasillo de la derecha, y mi padre y yo por el pasillo de la izquierda.
-David se fue por el pasillo de la izquierda-dije en voz baja- y sabes que hay por el pasillo de la izquierda.
-no lo sé. Pero mi padre me comento que estas personas quieren algo más que solo una guerra, creo que están tratando de revivir algo o alguien.
-¿¡revivir!? ¿A quién?
-no sé, mi padre trataba de explicármelo, pero cada día hablaba menos. Pues todos los días lo torturaban. Tratamos de escapar, pero ese fue el mayor error de todos, tomaron a mi padre y decidieron llevárselo a otra celda. Desde ese entonces estoy solo aquí.
-pero dime que es lo que sabes de la guerra
-lo único que te puedo decir, es que todo es mentira, estos quieren acabar con alguien en especial. Los lobos no descansaran hasta destruir todas las especies. O unificarlas en nuevas.
-unificarlas ¿Cómo?
-tal vez eso sea lo que hacen en el pasillo de la izquierda- dijo javi hablando cada vez más suave- están experimentando para encontrar nuevas especies.
-entonces deberíamos huir.
-estás loco, lo he intentado con mi padre antes, y no podíamos, como piensas bajar mas de 100 pisos sin que nadie te vea.
-disfrazándonos.
-¿Cómo?
-idearemos un plan. Solo dime, alguna vez salimos de esta celda, para bañarnos...o para algún medicamento.
-no, todo lo hacemos en esta celda, comer, bañarse, dormir, todo. Solo podemos salir si estamos muy enfermos y debemos ir a la enfermería.
- pues entonces esa es la clave.
A pesar de ser muy joven, javi es muy valiente, pues no teme en quitarle los trajes a más de un soldado. Ya me imaginaba, como huiremos, como saldremos de esta cárcel y como rescataremos a David. Me asome a la puerta, para ver si habían guardias cerca, así podríamos hablar con mayor claridad, sin temer que haya alguien que nos escuche. Al parecer había uno... pero que extraño, no parecía un lobo...más bien parecía un hus... no, no puede ser, que hace David vestido de soldado.
nota: perdonen la tardansa, pero mi compu tuvo virus y no podia escribir, igual aqui les dejo el tercer capitulo, espro que les guste. acepto cualquier critica. buenos adiossssssss