ML 1x04: La Cena De La Discordia
#4 of Fanfic MLP - MISIÓN: Luna
Bueno, después de varios meses pude terminar el cuarto capítulo de mi promer fanfic basado en el universo de My Little Pony.
Longhorn y Purplethink, entre los obstáculos que deben superar están a la de no sucumbir a su propia torpeza y a unir sus fuerzas para quitarse de encima a unas cuantas unicornios molestas.
Disculpa por la tardanza, pero al menos notarán que es un capítulo muy largo.
Una competencia cerrada: la pareja de pegasos y la otra pareja un tanto irregular. Solo una llega al primer lugar. Twilight queda sorprendida por el desenlace de la prueba: no está sola, la acompaña la Princesa Celestia quien será la que entregue el premio a los ganadores.
Solo hay premio para el primer lugar, es la parte amarga de la prueba. Twilight usa su magia y todos vuelven a recuperar sus alas y cuernos, una línea dentro del laberinto se ilumina para guiar a los participantes a la salida.
Purplethink abre los ojos, al toparse con la misma princesa Celestia queda congelado por el pánico. La gobernante de todo un imperio lo mira seriamente y sin decir palabra alguna, Purplethink teme por sus acciones con la estatua y a que ella tome acciones crueles. Longhorn también está consciente, tampoco se atreve a expresar el más mínimo sonido o gesto, hasta el dolor de sus contusiones se han desvanecido. El dúo de pegasos se levanta, están nerviosos porque no están seguros de haber ganado. El resto de las pajeras llegan, al ver al Celestia automáticamente se hincan mostrando su alabanza.
Celestia se aproxima hacia Longhorn, ilumina su cuerno de su especial color verde claro y con este toca la frente de Longhorn haciendo que el unicornio recupere su salud física.
Twilight, algo atónita por el resultado de la prueba, se coloca frente al resto de las parejas junto a la Princesa Celestia, es tiempo de anunciar al absoluto ganador.
-¡Potros y Potrancas, necesito su atención! -Twilight expresa con un tono de alegría-. Me dio gusto saber que todos hicieron su mejor esfuerzo en la prueba, pero solamente podría haber un ganador. Fue una contienda muy cerrada por el primer lugar, ¡Los ganadores de la prueba del laberinto son!... -Silencio absoluto-. ¡Purplethink y Longhorn!
La pareja por la que nadie apostaría, gana la prueba y en tiempo record. No queda más que felicitarlos. Purplethink por fin respira tranquilo, incluso libera unas cuantas lágrimas por sentir su esfuerzo recompensado. Longhorn se levanta y salta victorioso. Las dos unicornios creídas casi las parte un rayo, no pueden creer que esos idiotas hayan vencido a todos... las hayan vencido a ellas. Los pegasos reconocen su victoria y chocan los cascos con los ganadores.
-Felicidades, demostraron que podrían ser capaces de superar cualquier obstáculo, trabajando en equipo. -Celestia toma la palabra-. Es tiempo de entregarles su premio.
Longhorn abraza a Purplethink, el poni terrestre intenta rechazarlo pero el unicornio es más fuerte que él, el abrazo es tan fuerte que ha Purplethink se le va el aire. Sentir el afecto de un unicornio que apenas conoce no es del gusto de Purplethink.
Celestia vuelve a usar su magia: un pergamino enrollado, una pluma dorada y un diminuto frasco de tinta aparecen frente a ella.
El resto de los testigos miran atentos, hay muchas suposiciones sobre el contenido del pergamino.
Celestia desenrolla el pergamino y lo lee en voz alta. -"Felicitaciones, Sr. Purplethink y Sr. Longhorn, este certificado les otorga la oportunidad de pedir cualquier deseo que ustedes quieran. Cada uno, tendrá derecho a un deseo propio. Si lo saben usar correctamente les traerá mucha dicha y felicidad. Solo hay tres reglas que no se deben romper. No está permitido:
Regresar de la muerte a los difuntos.
Obligar a cualquier pony o ser a amarlos.
Derrocar a princesa Celestia, a la princesa Luna o a la princesa Mi Amore Candenza".
El premio era mejor de lo que cualquier poni esperaba; los legendarios certificados de deseos, un derecho y un tesoro tan preciado y tan poderoso. Sus posibilidades eran vastas, un simple deseo que podría cambiar para siempre tu vida.
Celestia deja el pergamino levitando, les ofrece la pluma entintada a los ganadores. Purplethink es quien firma primero, está tan nervioso y feliz que apenas puede sostenerla con su casco.
Longhorn mientras tanto, saboreaba el deseo, pensando en la mejor forma de usarlo con resultados tan generosos para él y su familia. Entonces recuerda algo, un pequeño problema que debía resolver lo más pronto posible con el fin de recuperar lo que para él era lo más preciado que los bienes materiales o el mismo deseo ganado.
Un deseo que podría resolverle la vida; aunque Longhorn cargaba en su lomo muchos problemas, él sabía que podían solucionarse con un poco de trabajo duro y perseverancia. La idea del deseo era cautivante mas no tan importante, él ansiaba cosas que las reglas del pergamino no ofrecía. Vida y amor, lo que daría por ver a su primera mascota o a sus abuelos otra vez; también encontrar a la potranca perfecta (o potro) que le diera el amor perfecto. Ambas ilusiones, el certificado de deseos no podría jamás dárselos. El amor tenía que ganarse y la muerte aceptarse.
Básicamente, Longhorn ansiaba resolver sus problemas por su propia cuenta, además también vio en el pergamino la oportunidad de una disculpa que sería suficientemente poderosa para restaurar o recuperar una vieja amistad olvidada.
-Longhorn, es tu turno. -Twilight lo saca de sus pensamientos.
-Disculpe Princesa Celestia y señorita Twilight... pero yo no quiero el deseo, no sé si sea posible darle este obsequio a alguien más. ¿Se permite hacer eso?
La petición toma por sorpresa a Twilight y a Celestia, en muy raras ocasiones un poni rechazaba regalo tan preciado. Purplethink queda también atónito, se pregunta si tal vez Longhorn es demasiado humilde (o demasiado estúpido) para no aceptar. Un silencio anormal cubre por unos cuantos segundos la salida del laberinto. Twilight mira a Celestia, con una sola expresión de su rostro le pregunta si está permitido hacer eso, la princesa asienta con la cabeza.
-¿Y a quien se lo piensas dar? -Twilight, interesada por la respuesta.
-Longhorn levanta su pata derecha y hace una señal a Purplethink de acercarse. Este lo obedece, suponiendo lo que Longhorn hará, su expresión es de una sorpresa inesperada. -A este.
-Eh... Hola. -Purplethink es lo único que se le ocurre decir, y sonríe con una mueca asustada.
-Está bien, si es su elección regalar tu deseo. -Celestia le ofrece la pluma de nuevo a Purplethink, el poni terrestre vuelve a firmar tratando de mantener su casco sin tambalear. Una vez firmado, Celestia le entrega el pergamino a Purplethink-. Muy bien, Sr. Purplethink, es acreedor a 2 deseos, úselos con sabiduría.
-¿Podría hablar en nombre de ambos? -Longhorn aún no termina de expresar su sentir-. Me disculpo públicamente en el poni Purplethink, por ser un mal compañero. He sido impulsivo sin pensar bien en las consecuencias de mis actos. Me disculpo ante él y ante usted majestad por lo sucedido en la estatua.
-¿Qué sucedió en la estatua? -Celestia pregunta interesada.
Twilight sabe muy bien de lo que habla Longhorn y porqué Celestia no está enterada. Con el propósito de protegerlos, Twilight no le dijo absolutamente nada a Celestia, si ella se enterase su molestia hubiera provocado mucho dolor para Longhorn y Purplethink. Todo hubiese terminado en un regaño construido solo por Twilight, y ahora este unicornio tarado dice frente a todos lo que ella como buena yegua quiso ocultar, sube su casco hasta su frente y mueve la cabeza en una profunda desaprobación. Purplethink se percata de la metida de pata que ha hecho Longhorn, dice para sí mismo: "Longhorn, si serás estúpido". Longhorn se da cuenta demasiado tarde de la situación.
-Eh... ¿Qué? -Longhorn traga saliva.
-Demando ahora que me diga que fue lo que pasó en las estatúas. -Celestia es directa con los problemas, ella no se anda con "rodeos". Purplethink tiene un mal presentimiento, mira los ojos de Celestia, presiente que si Longhorn le dice la verdad entonces algo malo puede pasar.
-Es una historia muy larga, no quiero aburrirla su majestad. -Longhorn cada segundo se hunde más.
Twilight sabía que Celestia era muy estricta en el respeto a los héroes de la historia, los monumentos históricos y no le hacía ninguna gracia las burlas obscenas hacia su ser. A este par de torpes, Celestia les daría muchos castigos con los cuales entretenerse por un buen tiempo: Un buen regaño, encerrarlos en un calabozo (no sería más de un mes), expulsarlos y vetarlos del Castillo ahora mismo, un reporte de conducta permanente en su historial académico, servicio comunitario por más de un año.
Purplethink, preocupado por lo que pasará en los próximos segundos, viendo su misión peligrosamente afectada y a su propia ponisona en múltiples riesgos decide actuar lo más urgente posible. Desdobla el pergamino, lee las instrucciones y dice en voz alta lo siguiente esperando que sus acciones funcionen: "Anhelos de mi interior, ilusiones para el exterior, espíritu de la buena fortuna, escucha mis demandas por esta ocasión... DESEO QUE TODOS OLVIDEN EL INCIDENTE DE LA ESTATUA DE CELESTIA, MENOS YO Y LONGHORN"
Celestia se percata de la acción de Purplethink, deja hostigar al unicornio y va directo hacia el poni terrestre. Intenta usar su poderosa magia para quitarle el pergamino a Purplethink pero es demasiado tarde, Purplethink logra terminar el conjuro y este se ejecuta al momento. El deseo toma protagonismo, un gran destello aparece del pergamino, dejando a cualquiera que esté cerca completamente ciego. Twilight intenta protegerse los ojos con su pata, Celestia es aturdida por el brillo del pergamino.
Segundos después, el destello lastimero se esfuma. Los ponis estudiantes, Twilight y la princesa Celestia vuelven a abrir los ojos, como si nada hubiese pasado vuelven a felicitar a los ganadores de la prueba. Celestia sonríe, al igual que Twilight, y al parecer ninguna recuerda lo ocurrido segundos antes. Ningún recuerdo en base al comportamiento de Longhorn-Purplethink y la estatua de Celestia, a todos se les ha olvidado.
-Muy bien. Es tiempo de la siguiente parte del recorrido. En esta ocasión yo seré la guía. -Celestia expresa y los estudiantes maravillados ante ella sonríen-. Síganme por favor.
Abandonan el laberinto. Purplethink guarda en su mochila colgada del lomo el deseo que le queda. Mientras caminan hacia su siguiente parada, Longhorn en una sola señal pregunta a su compañero sobre lo que acaba de suceder. Purplethink simplemente le sonríe aliviado, una seña de que todo está bajo control. Los dos únicos testigos de lo sucedido, fue necesario usar un deseo del certificado para salvarles el trasero a ambos.
La cuarta parte del recorrido es impartida por nada más y nada menos que por la misma soberana de Ecuestria. Este es un recorrido especial, ya que Celestia les mostrará a sus queridos ponis el trono donde trabaja. Además, narrará la historia y la razón de las piezas de vidrio que son reconocidas y admiradas por los habitantes de Ecuestria: piezas de arte conocidas como los vitrales del palacio.
Los guardias abren las enormes puertas doradas, una alfombra roja de elegancia excepcional traza un camino desde la entrada del gran recinto hasta el trono de Celestia. Los pilares sostienen las enormes y hermosas cúpulas, flores y largos terciopelos cuelgan entre pilar y pilar. Los guardias: unicornios con su armadura dorada majestuosa, los guardianes del trono, siempre en alerta y siempre al servicio de las princesas.
Celestia es la primera en pasar. Twilight está a su derecha y al final están los estudiantes. Aprecian el olor, la limpieza y la elegancia del lugar. Purplethink nota que no hay ningún guardia real que sea poni terrestre resguardando el perímetro y eso le molesta.
Dejando a lado sus prejuicios, comienza a tomar fotos de todo lo que ve. La emoción llega a otro nivel cuando se topan con el primer vitral.
Más de 7 metros de altura y casi 3 metros de ancho. Pedazos de vidrio de diferentes colores, armados para formar una imagen sobre un momento representativo de la historia poni. El primer vitral marca el inicio de su historia resumida en una imagen que capta el momento clave: el origen de las tres tribus o las tres razas de ponis.
Más de 20 vitrales, más de 20 momentos clave en el curso de la historia, el antes y después de la fundación de Ecuestria, más de 3000 años de historia.
Es el turno de Celestia para entretener a sus ávidos estudiantes. Cuenta con el principio de la historia tal y como la conocen los libros: después de muchos años de oscuridad, una nueva generación de ponis apareció, evolucionaron de una generación anterior que desapareció durante los años de oscuridad, tan solo sobrevivieron los que mejor se adaptaron: los pegasos, los unicornios y los ponis terrestres.
Así continuó hablando de historia, y como gran oradora, mantenía el interés a punta de los oyentes. La historia los ponis es fascinante, hay vivido momentos de mucha dicha y de gran amargura. El disgusto de los ponis terrestres por el trato inferior que se les daba, el inicio de la guerra entre tribus, la búsqueda de la tierra prometida y el fin de las guerras entre tribus... El proyecto de todas las razas por conservar la armonía, el origen de las princesas y la creación de los elementos de la armonía. Los súper-villanos y los héroes, la traición de Discord, la caída del Imperio De Cristal y el destierro de la Princesa Luna... Los avances en la ciencia y en la magia. Todo hasta llegar con las nuevas portadoras de los elementos de la armonía y sus victorias sobre los males que amenazaban a Ecuestria.
Cuando finalmente Celestia llega a su trono y a contarles parte de su vida y su historia como princesa, los deberes reales la llaman.
-Disculpen mis pequeños ponis por esta intromisión, regresaré pronto con ustedes. Mientras pueden relajarse. Twilight estará aquí por si tienen inquietudes.
Tan cerca del trono de Celestia y tan pronto se va sin estar seguros de que regresará pronto. Merodear, esperar, platicar o simplemente pensar... eran sus posibilidades de tomarse el rato en este gran recinto. Los guardias y Twilight vigilan que no toquen nada.
Muchos platican; pegasos y unicornios parecen llevarse muy bien. Las unicornios elitistas se separan del grupo y hablan sus propias frivolidades. Purplethink también se aleja del grupo, piensa profundamente en las narraciones históricas de Celestia. Mucha de la información que les proporcionó no se encontraba en ningún libro, sus anécdotas de su vida eran impresionantes. Más de 2000 años de vida, gobernando junto a su hermana, no cabía duda que ya tenía bastante experiencia gobernando. Se pregunta qué clase de historias contaría Luna en todos estos años, igual deben ser dignas de apreciarse.
Permanece con la vista quieta ante la magnitud de un vitral, pensativo acerca de aquel trágico suceso, todos los sentimientos se los puede imaginar, un momento amargo en la historia de las 2 hermanas. Sus pensamientos son interrumpidos por alguien.
-Creo que es obvio que te interesa la Princesa Luna. -La oración de Longhorn es sugerente a un tema que no es del agrado de Purplethink quien le echa una mirada venenosa.
-¿Qué estas insinuando?
-Nada... Oh, ya veo. La admiras demasiado como para tener pensamientos de las princesas como yo. Ok, respetaré eso.
-Su historia es impresionante... es toda una personaje. -No deja de mirar el vitral. Lo contempla con un sentimiento interno. ¿Qué será convertirse en villano?
-Sin duda te gustaría conocerla... ¿Verdad? Lo malo es que a veces no está en el palacio. Ya lo dijo Celestia.
-Vendrá, lo presiento. Ojalá nos permitan estar con ella.
-¿Le preguntarás algo? ¿Qué le preguntarás?
-No lo sé... hay tanto por preguntarle. Quiero que haga algo para mí.
-¿Y qué es?
Longhorn aún es desconfiado con los unicornios, Incluso con su compañero quien a pesar de haber tratado bastante tiempo se resiste a ceder terreno en el campo de la confianza. Twilight observa el comportamiento de las parejas, de todas ellas la más interesante ha sido la del extrovertido unicornio con el callado y quisquilloso Purplethink. Le da gusto saber que poco a poco sus diferencias se han puesto de lado. Hay una laguna en su memoria que le hace sentir que ellos hicieron algo y provocó una especie de enojo o sorpresa pero no recuerda lo que fue. El sol entra por la transparencia de los cristales, forma un mar de colores en el piso, inspirando a la tranquilidad y al bienestar. El vitral de Nightmare Moon con sus colores oscuros, Purplethink de deja envolver en los colores, como si quisiera pertenecer a la historia del vitral.
-Ya que me hablas un poco más (milagro), creo es una señal de tienes corazón después de todo.
-No cantes victoria. Pero... sí, creo que me agradas. -Purplethink se escucha decir eso, no puede creer lo que acaba de decir.
-Los deseos...
-Lo sé... Pero no creo que sea apropiado hablar de esto aquí, tan cerca del peligro.
-Cierto, pero... ¿Entonces nos salvamos? ¿Ni Twi ni "hermosa retaguardia" recuerdan nada sobre lo que pasó? -Se lo dice en voz increíblemente baja.
-Eso parece, creo que si lo recordaran ya estaríamos muertos.
-¡VIVA! -Longhorn expresa un enorme grito, los guardias lo chitan. Longhorn entonces se sitúa frente a Purplethink, se inca ante él como si fuera proponerle matrimonio-. Muchas gracias por salvarme, te prometo que seré el mejor amigo que hayas tenido.
-¿Eso me beneficia o me perjudica? -No está seguro de aceptarlo como amigo. Le es agradable, pero considerarlo amigo sería "peligroso".
-Ambos. -Longhorn sonríe sinceramente. Levanta la pata derecha, pone su casco frente a Purplethink esperando hacer el famoso saludo de amistad. Purplethink hecha una carcajada (ni el mismo sabe si es de emoción, sorpresa o felicidad), no puede ocultarlo, Longhorn a pesar de ser un unicornio, le agrada. Se dispone a hacer el saludo, cuando está por chocar la pata con su compañero, este la quita rápidamente.
-¡Caíste! -En Longhorn, la naturaleza de bromear ya es innata de él-. Ok. Ahora es en serio.
Purplethink con la pata alzada esperando un saludo que fue falso, eso lo molestó. Aunque no dice algo, se la piensa cobrar. Longhorn alza su pata y cuando está por chocar cascos con su nuevo amigo, Purplethink quita la pata. Creyendo haberlo vencido le dice un tanto soberbio-. Eres muy lento.
-No me vuelvas a hablar en tu vida. -Con lágrimas en los ojos, un cambio radical en su humor. Longhorn se da la media vuelva y se aleja lentamente con la cabeza baja. Purplethink preocupado por echarlo a perder, va en su auxilio sin esperar que Longhorn lo está fregando otra vez.
-Eres tan fácil de molestar. Aprender a llorar te abrirá muchas puertas, puedo enseñarte si quieres. Descuida, es la última broma que te haré.
Al fin, después de tonterías sin sentido, unen la pezuña en símbolo de su nueva amistad.
Celestia aparece de nuevo y el recorrido se reanuda. Les explica que el trono (donde la mayor parte del tiempo está ella) no es solo suyo, también es propiedad de la Princesa Luna aunque a ella por lo general, prefiere la torre del castillo donde está instalado el famoso telescopio.
Longhorn y Purplethink, dejaron de ser simples compañeros para convertirse en amigos. Longhorn demostraba que bajo esa figura bien alimentada y mal comediante se escondía un pony de comprensión incondicional, inteligente y noble. Purplethink en vez de ser receloso, callado y prejuicioso era en realidad alguien muy divertido y tranquilo. Durante el recorrido, Purplethink no dejaba de pensar en algunas dudas respecto a Longhorn: Fue bastante insistente en obtener su amistad y su intuición le dice que Longhorn lo eligió por una razón extra, algo más que por ahora le es imposible ver. En efecto, había otra razón y Longhorn tenía un objetivo claro, solo espera de Purplethink que lo descifre o recuerde por su cuenta. Mientras, están a gusto con la compañía del otro.
Celestia los lleva a una de las zonas más exclusivas del palacio. Subiendo una de las torres más altas del castillo, se encuentra una habitación con grandes comodidades; es una sala de descanso para ambas princesas. Frecuentemente la usan cuando están vigilando Canterlot y sus alrededores o quieren un momento a solas.
Las comodidades van desde una chimenea, piso alfombrado, una despensa de comida y postres, libros, cojines extra suaves, un balcón con la mejor vista de todas y un gran espejo situado en el centro de la sala.
Algo que Purplethink notó fueron muchos pergaminos con los sellos reales ordenados en un mueble al rincón de la habitación, resguardados por un cristal. En muchos se podía ver la firma de la Princesa Luna. También había una pintura a medio terminar, un enorme oleo que mostraba una ciudad famosa durante la noche, posiblemente "Las Pegasus".
-Esto, mis pequeños ponis, es el cuarto de descanso "Real". -La mayoría capta el chiste sutil de Celestia-. Aquí la princesa Luna y su servidora nos tomamos un pequeño respiro de nuestras responsabilidades como princesas. Aunque la princesa Luna prefiere esta habitación para hacer sus labores y deberes. Como pueden ver, tiene todas las comodidades que alguien puede considerar para un pequeño descanso. Y si... en el balcón está el famoso telescopio, ¿Les interesa probarlo?
Al unísono los estudiantes dicen "¡SI!". Twilight les ordena hacer una fila y esperar su turno. Longhorn y Purplethink serían los primeros en ver y admirar el telescopio si no es que esas dos unicornios presumidas les quitan el lugar muy descaradamente. Twilight esta vez si ve la falta de respeto, aunque por el momento no dice nada.
Al menos, Purplethink le da tiempo de preguntarle algo a la princesa. -Disculpe princesa Celestia. ¿Quién está pintando esa obra? -Señala la pintura.
-Oh... eso es obra de mi hermana, a veces lo hace cuando las noches son algo aburridas o no hay luna llena.
-Que hermoso pinta. ¿Puedo tomarle una foto?
-No creo que a ella le guste, al menos no hasta que esté terminado.
"Luna estuvo aquí he hizo esta maravillosa obra", es lo único en lo que piensa y con eso le llega la emoción. Cuando llega el turno del pony morado y el unicornio blanco (y bien alimentado), al primero se le ocurre hacer una pregunta inesperada para sí mismo en voz alta.
-¿Cómo cuántos ponis terrestres y cuantos unicornios habitan la ciudad?
-Exactamente... hay 4,605 ponis terrestres. 32,322 unicornios y 10,904 pegasos. -Celestia le responde, su intuición le dice que la pregunta encierra más que la simple curiosidad.
-No me sorprende. -Poco a poco, la compleja relación Purplethink-unicornios se hace evidente. Purplethink mira por la lente del ocular, hay algo anormal en este telescopio, es como si pudiese ver el detalle más minúsculo de la ciudad-. ¿Con esto puedo ver toda Canterlot?
-Canterlot, alrededores y más allá de Ecuestria. ¿Cuál es la razón de su pregunta?
-¿Cuál pregunta?
-Sobre el censo de Canterlot.
-Oh... es que... he visto pocos ponis terrestres en esta ciudad y los pocos que vi eran conserjes o taxistas.
-Explicame mejor tu punto de vista. -Celestia ya suponía lo que pensaba Purplethink, solo quería asegurarse antes de ponerlo en su lugar. Twilight escucha las palabras del poni morado, queda sorprendida por esa forma de pensar. Longhorn escucha también la conversación aunque no quiera pues está al lado de Purplethink.
-¿Puedo hacerle una pregunta? Aunque no sé si la pueda molestar. -Purplethink toma valor, sabe que se puede meter en problemas por lo que dirá.
-Dime la pregunta y yo decidiré si es inteligente, molesta, peligrosa o polémica.
-¿Cuál raza de ponis es más importante en Ecuestria... y para usted?
La pregunta sorprende a Celestia, a Longhorn, a Twilight y a unos cuantos chismosos que se acercaron. Celestia toma unos cuantos segundos en pensar la respuesta apropiada para él.
-No entiendo su pregunta. Yo, mi hermana y la princesa Cadance gobernamos a favor de todos, gobernamos para el bien de todos. Ninguna raza es superior a la otra, ninguna raza debe estar sobre la otra. Para eso estudiamos historia, para aprender de lo que nuestros antepasados hicieron. Sé porque me hiciste la pregunta, pero eres un estudiante de universidad y no puedes tener tales pensamientos.
La respuesta hace enojar a Purplethink, quien no puede ocultar su mirada de molestia (algo venenosa) a Celestia quien simplemente deja al poni morado en su frustración. Ya no se dijo más, sabe que no puede competir con una princesa y mejor se calla sin obtener su respuesta "objetiva". Entonces la voz de Celestia entra a su cabeza, tan clara y tan fuerte que lo deja perturbado y congelado. Nadie escuchaba, tan solo él: "Pequeño Purplethink, has tenido malas experiencias con unicornios, no leo tu mente porque no es ético, pero si puedo sentir tu dolor y leer tus expresiones. Cada raza de ponis tiene sus diferencias, pero todas juntas deben de mantener el balance y la armonía en toda Ecuestria, los ponis terrestres no son la excepción. Ellos tienen una conexión especial con la naturaleza como bien sabes, además ellos han contribuido mucho a la ciencia, a industrialización de Ecuestria y participan en todas las formas de expresión artísticas. Aunque yo gobierno para todos, solo puedo decirte que si cualquier raza dejara de existir, todos sufriríamos su perdida... pero la mayor pérdida que tendríamos, la que más nos afectaría sería la de los ponis terrestres".
No esperaba tal respuesta de Celestia, Purplethink queda callado el resto del recorrido y pensativo en lo que la gobernante de Ecuestria le dijo. No sabía si sentirse reconfortado, aunque la inseguridad respecto a su raza tuvo calma por un momento. Fue a Longhorn quien más se sorprendió de las ideas algo intrigantes de Purplethink, fue un foco rojo en su lazo de amistad y si quería cumplir su objetivo entonces era necesario usar otras medidas.
Cuando todos se deleitaron con el poder del telescopio, Celestia pone fin al recorrido, dejando para mañana la siguiente parte. Los estudiantes están hambrientos y la tarde ya se posa sobre Canterlot, así que antes del anochecer habrá un gran banquete en la sala de fiestas. Los estudiantes se retiran, tomarán un ligero descanso y se vestirán para la gran "cena".
Purplethink y Longhorn por un momento dejan de hablarse, es un momento incómodo para ambos ya Purplethink expuso su postura hacia los unicornios. Terminan separados cuando cada quien se dirige a sus respectivas habitaciones, aunque Longhorn decide espiar a su amigo por un rato.
Purplethink está apresurado, en primera porque falta media hora para la cena, también porque necesita arreglarse e ir al baño pero está extraviado en la gran extensión del palacio.
Durante varios intentos, le pregunta a los ponis guardias pegasos (sigue sin confiar en los unicornios) y por fin lo orientan a su destino. Purplethink, apurado por llegar a su habitación e ignorando pequeños detalles, por ejemplo, que Longhorn lo sigue desde hace tiempo.
Por fin llega a la torre, al piso donde se hospeda y a su habitación, este castillo es demasiado grande para solamente dos princesas. Toma la llave y abre la puerta, está tan desesperado por ir al baño que olvida cerrarla, situación que Longhorn aprovecha.
Minutos de complacencia natural y Purplethink sale del sanitario, solo para encontrarse con Longhorn que saluda como si nada debiera. Purplethink grita de enojo y sorpresa.
-¿¡Qué demonios haces aquí!? Siempre se toca la puerta cuando entras a la habitación de alguien más.
-Lo siento... solo quería saber en qué habitación te alojas. Además, eres medio animal ¿sabes? Puedes descifrar grandes laberintos en segundos pero te pierdes buscando tu cuarto. Bueno, todos somos animales pero tú te excedes 20%. Te estuve siguiendo, por si no te habías dado cuenta.
-Y si estaba perdido... ¿Por qué rayos no me ayudaste? -La pregunta deja en jaque al unicornio.
-Ups... error de cálculo.
-¿Qué quieres? No tengo mucho tiempo. -Purplethink se prepara para darse un baño.
-Necesito hablar contigo sobre algo... pero antes necesito un favor. -Purplethink ya sabe de lo que quiere hablar, no le gustaría tocar ese tema ahora.
-¿Cuál favor?
-¿Tienes ropa extra que puedas prestarme?... Es que yo no tengo ropa de gala.
-No me sorprende... -Dice Purplethink para sí mismo.
-¿Qué dijiste?
-Dije que si tengo... pero solo tengo una muda de ropa y dudo que te quede, eres más grande que yo.
-Oh... -Longhorn se ve algo preocupado-. Está bien, de todos modos gracias.
-No es necesario que vallas vestido formal para la cena, es solo una cena.
-Si... pero...
Longhorn algo triste se va a acostar en la cama. Cuando el pelaje de su trasero está a punto de tocar las sábanas, Purplethink en otro grito desesperado le exclama que se detenga, cosa que Longhorn no hace a tiempo. Purplethink lo hace a un lado, busca debajo del colchón y toma el sobre con la fotografía diminutamente maltratado.
-¿Qué es eso? -Longhorn pregunta curioso.
Algo. -Purplethink continúa algo receloso.
-¡Hay por Celestia! ¡Ya no soy un desconocido unicornio, soy tu amigo! Vamos, ¿Puedo verlo? Solo un vistazo. -Hace de nuevo una cara inocente. Purplethink accede, no de la mejor manera. Toma el sobre y con mucho cuidado y respeto saca la fotografía.
-Oh... WOW. -Longhorn queda sorprendido por la fotografía, es simplemente intrigante. Purplethink está por guardarla de nuevo en el sobre, el unicornio lo detiene porque quiere verla más de cerca.
-¿Tú la sacaste?
-Podría decirse que sí. Era la cámara de mi abuelo, se compró una nueva ese mismo día del evento y sorprendentemente me dejó usarla. ¿Recuerdas la lluvia de estrellas de hace 13 años? Fue un momento en la historia.
-¿El evento del espacio... más allá del poder de Celestia y Luna? ¿Qué ocurre cada 100 años?
-Exacto.
-No lo vi.
-... bueno. Pues en Manehattan se hizo una gran celebración para conmemorar la lluvia de estrellas. Un suceso que solo podía apreciarse en la noche. A la princesa Celestia le pareció buena idea visitarnos y se armó una gran fiesta nocturna. Recuerdo que se apagaron todas las luces de la ciudad, solo para poder apreciar bien aquel fenómeno espacial. Por surte, mi familia y yo estábamos casi en frente de la tarima donde la princesa Celestia aparecería para saludar a sus súbditos, mientras yo me ocupaba en sacar fotografías de todo, a veces solo para dejar ciegos a los ponis. Entonces Celestia apareció, todo normal; saludó a todos los ciudadanos, sonriente y amigable, siempre acompañada de sus guardias reales. Pero hubo algo que dejó en silencio total a todos los ponis, Celestia estaba acompañada de otra alicornio color azul zafiro oscuro. Nadie sabía quién era, entonces los murmullos empezaron a inquietar a la nueva alicornio que se veía nerviosa y algo desorientada. Todos sabían que era una princesa porque llevaba una corona pero no sabían con exactitud quien era. Celestia ordenó completo silencio y después dijo: "Yeguas y sementales, es un grato honor presentarles a mi hermana menor, saluden a la Princesa Luna". Hubo un gran choque de cascos con el suelo que duró más de un minuto, las hermanas saludaron entonces y Luna fue encargada de inaugurar el evento de la lluvia de estrellas en la ciudad de Manehattan. Tomé esa foto porque esa nueva princesa me pareció intrigante, la vi algo asustada y desorientada, como si todo el mundo fuese nuevo para ella... Y creo que ya perdí mucho tiempo contándote, falta poco para que empiece la cena. Mira, no tengo ropa pero puedo darte desodorante si quieres y mi cepillo para que peines tu crin.
-Me harías un gran favor.
-Aunque primero bañate, por si las dudas.
-¿Aquí?
-Es broma... ¿verdad?
-Ok... te veré en la entrada de tu puerta.
Una intromisión un tanto anormal. Purplethink mientras se está bañando queda pensativo respecto a dos aspectos. El primero es la fotografía: jamás le dijo a nadie la historia y la razón de la fotografía, él lo consideraba algo propio. El segundo es que Longhorn está presionado, presionado por que no tiene nada para ponerse, será un tanto vergonzoso llevar los mismos atuendos mientras el resto de los ponis muy seguramente llevarán ropa formal y limpia. Sentía empatía por él y conociendo parte de su historia estaría dispuesto a defenderlo.
Después de bañarse, peinarse la cola y la crin (lo mejor que pudo) y vestirse con un smoking oscuro (de parte de su padre) sale de su habitación. Longhorn lo está esperando, le presta el desodorante y el peine.
-¿Me peinas, como buenas amigas?
-... No bromees así conmigo. -Purplethink se estaba muriendo de la risa en el interior.
El salón de fiestas, arreglado especialmente para un banquete especial. Ya es bastante tarde, el sol está próximo a ponerse en el horizonte. Ninguno de los estudiantes había comido, era lógico que esperasen los alimentos de la forma más ansiosa posible. Una mesa rectangular lo suficientemente larga para todos; con un mantel blanco, velas con candeleros de oro, flores de colores agradables, vajilla y cubiertos de plata.
Chocando los cascos en perfecta sincronía, exclamando "¡Queremos comer!", en broma solamente. Twilight, quien los acompaña se divierte con su fervor.
-Ojalá nadie note que no me he cambiado. -Longhorn, preocupado por su atuendo. Nota que algunos ponis lo miran, le causa algo de vergüenza y le baja un poco los ánimos.
-Tú ignoralos. Concentrate en comer. Me sorprende que eso te afecte, por lo general tienes la actitud de un psicópata.
-Te dije que mi familia pasa tiempos difíciles, hace un año no estaba así.
-¿Qué te pasó?
-¿Quieres saber?
-Si...
-Ok. Hace 1 año mí familia y yo vivíamos bien. Mis padres son dueños de un negocio en Fillydelphia y nos iba bien. Además, yo ganaba becas y algunos premios por las competencias de tiro. Todo iba bien, hasta que...
-¿Qué?
-Conocí a un poni terrestre. -Purplethink iba a protestar, pero Longhorn lo detiene a tiempo-. Déjame terminar, después discutiremos los puntos que quieras. Ese poni se llamaba Smilejoke y nos volvimos amigos. Era nuevo en el pueblo y yo le ofrecí una oportunidad de hacer amistad, y el aceptó. Yo confiaba tanto en él, era un equino muy agradable y carismático, me ayudaba en muchas cosas. Mi confianza hacia él fue demasiada cuando le prestaba dinero, le ofrecía alojamiento en mi casa, trataba de arreglar sus problemas, y siempre me correspondía de la misma manera. Un día, yo me gané un lugar en los juegos de Ecuestria representando a mi ciudad, la sede era el Imperio De Cristal y yo y mi familia nunca habíamos visto el Imperio De Cristal, solo me habían dado el boleto para que yo fuera, así que gasté todos mis ahorros y llevé a la familia completa, unos 10 integrantes contando los abuelos. Cuando regresamos nos llevamos una terrible sorpresa: toda la casa y el negocio de mis padres fue saqueado. Nos robaron todo: ni siquiera puertas y ventanas habían. La policía investigo, después de un par de días nos mostraron el retrato del ladrón: era SmileJoke, un conocido estafador y ladrón que iba de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo aprovechándose de los ponis ingenuos... como yo.
Purplethink se queda con el hocico abierto. Le incomoda la mención de "poni terrestre" como si lo hubiese hecho a propósito.
-Si... ese maldito, mientras lo invitaba a la casa, se llevaba las llaves para copiarlas e investigaba donde escondíamos todos los objetos de valor. Era bastante hábil porque nadie se dio cuenta y vaya que nos investigó bien. Así mi familia quedó en la ruina y yo... pues digamos que fui incapaz de confiar en otro poni en mi vida, quedé destrozado por dentro. Me sentí tan traicionado y tan humillado que juré en el nombre de Celestia que jamás volvería a tener amigos. Fueron meses difíciles para la familia completa, aunque de poco a poco fuimos recuperando lo que ese poni terrestre nos quitó. Mis padres me vieron tan triste por lo que pasó que gastaron sus pocos ahorros para pagarle a una hechicera que vivía en el bosque a las afueras de Fillydelphia. Después de muchas discusiones con mis padres, acepté para que me dejaran en paz. Esa hechicera que por cierto era muy sexy, me analizó física y mentalmente, luego me hizo otras cosas raras y al final me dijo que necesitaba confiar de nuevo en los demás, porque en mi vida no cabía la soledad. Me dio los pasos a seguir para que mi alma sanara, recuperara mi confianza y superara el pasado. El primer paso era perdonarse a sí mismo y eso ya lo hice. En segundo paso era hacer una retrospectiva en mis recuerdos porque ahí encontraría un viejo amigo que volvería en el futuro y debía encontrarlo porque él me ayudaría a curar mi alma. La tarea era simple: en un futuro cercano lo volvería a ver y si lograba volver a hacer amistad con ese "amigo" perdido de la infancia entonces el me ayudaría a sanar mi ser. Y me dijo que ese amigo me ayudaría más que nadie en el mundo.
-Suena algo... extraño. ¿Y ya lo encontraste?
-Creo que sí... pero él parece no acordarse de mí. No importa, aún tengo tiempo de que al tarado se le oxigene el cerebro y recuerde quien soy.
-¿Y SmileJoke? ¿Lo atraparon?
-No... pero él ya no importa. Solo espero que no vuelva a cometer otro atraco como el que a mi le hizo... o que caiga en un barranco y de ahí no pueda salir jamás. Ese poni terrestre, si algún día logro verlo, entonces voy a saludarlo como se merece.
-¿Lo haces a propósito verdad?
-¿Qué?
-Decirle poni terrestre en vez de su nombre. Ya mi di cuenta.
-¿Entonces si digo "Ese unicornio" o "ese pegaso" igual protestarías? Sé que no lo harías. Y si... lo hice a propósito solamente para confirmar lo que suponía. Te caen mal los unicornios.
-No es cierto. -Purplethink no quiere hablar de ese tema con Longhorn, porque entraría en un conflicto emocional.
-No te voy a recriminar eso, puedes decir lo que te molesta.
-No. -Purplethink se niega a hablar, Longhorn entonces lo presiona con silencio y una mirada fija.
-Ok. -Longhorn después de aplicar presión silenciosa a su amigo, finge darse por vencido. Purplethink termina cediendo.
-Es solo que... a los unicornios les toca una vida más fácil que a los ponis terrestres.
-¿Fácil?
-Se creen mejores que las otras razas solo porque controlan la magia. Y no les importa demostrarlo... sin importarle la vida... -Purplethink detiene sus palabras, el tema de conversación le causa gran malestar. El factor de tener un amigo unicornio no ayuda mucho.
-¿Qué dijiste?
-No voy a hablar de esto.
-Por favor, quiero comprender tu razón.
-Dije que no quiero hablar de esto ahora, después de la cena.
Una nube de tensión en el dúo disparejo. Por si la discusión no era suficiente, entonces con otros integrantes la tensión se elevaría por los cielos hasta que finalmente explote en desastre. Las dos unicornios indeseables se sientan del otro lado de la mesa. Sus vestidos del mismo color que su pelaje opacan el resto de los atuendos formales. Llenas de joyas con un impecable toque elegante que intimidan a los ponis que están a lado suyo.
-Maldita sea. -Purplethink dice para sí mismo.
-Maldita sea también. -Longhorn tampoco siente afecto por ellas. Saben ambos porque esa unicornio rosa y esa unicornio azul se sentaron frente a ellos. Lo hacen a propósito, el descaro y pretenciosidad de su seres llegaba a lo cruel.
-Nos arruinarán la comida. -Por un momento los rivales permanecen con la mirada fija, las yeguas sonríen con petulancia, los potros simplemente callados. La unicornio rosa mira el atuendo malgastado de Longhorn.
-Esto será tan fácil. -Dice ella.
Por fin, la cena llega. Unicornios de gran tamaño hacen levitar los exquisitos platillos, todos los estudiantes chocan los cascos contra otros en muestra de alegría por la comida. Empiezan a servir, a Purplethink le toca una rica ensalada de plantas finas con un poco de aderezo y a Longhorn le toca el famoso estofado "Arcoíris".
-¿Sabías que esta comida está inspirada en la famosa atleta "Rainbow Dash"? -Longhorn empieza a comer.
-Lo sé. -Purplethink se comporta más discreto.
-Sabe tan bien como sus triunfos.
-Callate y déjame comer, tengo tanta hambre como la de un caballo.
-Huih... huele a caballo en avanzado estado de descomposición. -Una de las unicornios lanza el primer ataque.
-No, solo son ellos. No te preocupes querida, pronto se marcharán a su miseria. -Continúa la otra.
Purplethink y Longhorn tratan de ignorarlas, aunque es difícil. Longhorn no quiere pelear por ahora, no siente la seguridad suficiente y está más preocupado por la relación con su amigo. Las chicas comienzan a ser una molestia para los ponis que están cerca de ellas.
-Mira... intenta ignorarnos. Bueno, para él no será fácil. Pero para nosotros sí porque nos importa poco lo que nos diga un poni común y corriente: poni de tierra. -Las palabras de la unicornio azul sacan de quicio a Purplethink, le dijeron palabras encargadas de afectar su punto débil. Está a punto de caer al nivel de ellas y empezar a insultarlas, cuando Longhorn pone su pata en su hocico y con una señal gestual le dice que se abstenga, que él se encargará. Él se manchará los cascos por los dos.
-Muy bien... es tiempo de jugar. -Mientras mastica, habla con el hocico abierto, lanzando pedazos de comida a sus rostros y vestidos. Provoca la risa de Purplethink y otros ponis cercanos-. ¿Con quién empiezo primero?
-Hay que gracioso eres. -En tono sarcástico dice una de ellas.
-Hay que gracioso soy. -Longhorn a simple vista denota seguridad y tranquilidad, por debajo está en alta presión porque no se siente seguro. Sus contendientes igual muestran una seguridad y soberbia peligrosa, tienen carrera en esto. Longhorn les vuelve a escupir en la cara-. Cortesía.
-Miserable asqueroso. ¿Quieres jugar rudo? Ok, jugaremos rudo. -La peor de todos, la unicornio color rosa se encargará de alinear a Purplethink y a Longhorn. Discretamente ilumina su cuerno, muy rápido y sutil le lanza un hechizo a Longhorn. Este quien no esperaba un ataque de magia, se da cuenta que no puede utilizar su magia, no hay posibilidad de hacer un contrataque. Un tenue dolor en los casos aparece, imposibilitando que piense con claridad.
-Miralo, ya está indefenso. -Dice su amiga con malicia. Purplethink no entiende lo que pasa, porque de pronto Longhorn se ve como si estuviera enfermo.
-Muy bien, no te preocupes. Es un hechizo sencillo que te molestará por unos cuantos minutos, suficiente para cumplir mi objetivo. Eres ingenuo, ni siquiera el cuerno que tienes por escoba te ayudará.
-No juegas limpio.
-¿Limpio? ¿Cuándo tú usas el mismo traje viejo desde que llegamos? ¿Qué huele mal y tiene parches? ¡No me hagas reír! Eres un miserable pordiosero, y apuesto que estás en esa condición por tu culpa. Todo lo haces mal, eres un ingenuo. Sé que te molesta, que mientras todos llevamos un atuendo acuerdo a esta cena tú llevas esa miserable capa. Te da vergüenza, verte así en frente de las princesas. Me imagino que los demás hablan sobre ti y te ven con lastima. Ganaste un concurso pero te siguen viendo como un fracasado. -La unicornio rosa, demasiado agresiva y cruel en sus palabras, con malicia incluida. Su voz era penetrante y fría, escucharla era muy abrumador. Longhorn entre el dolor y entre el ataque verbal se va doblegando.
-¡Callate, por favor!
-¿Tan inocente eres? Por eso terminaste así. -Suelta una carcajada soberbia-. Mejor retirare, ya perdiste.
Longhorn está triste, enojado y muy frustrado. Fue una derrota sucia, una derrota con alguien el cual no podía golpear, con alguien que lo superó en palabras. Y si, le apuntaron a su ego y a sus complejos. Una derrota bastante cruel. Cada vez que intenta hablar, ambas unicornios le exclamaban "¡Pobre Ingenuo!" o "¡Basurero Ambulante!". Longhorn no pudo con ese nivel de crueldad, porque le recordó mucho el suceso de su vida cuando confió en un amigo y este lo traicionó, muchos los llamaron Ingenuo y se burlaron de él.
Twilight se percata que había algo mal en la parte central de la mesa, cuando decide ir a investigar ya es demasiado tarde. Longhorn se retira con la vista baja y un silencio perturbador sobre todo para su compañero.
-¿Hay algún problema? -Twilight aparece, mira a la pareja de unicornios con cierta desconfianza.
-No. -Dice la unicornio azul de forma natural.
-Poni Purplethink. ¿Algún problema?
-No. Ninguno. -Purplethink miente, y no lo hace por miedo. Lo hace porque está furioso y el mismo quiere hacerlas pagar. Twilight detecta que hay una tensión en el ambiente. Se retira pero no sin vigilarlos. Necesita calmar a esos ponis de una o de otra forma.
Purplethink permanece callado y quieto. Las observa con una mirada decidida, seguro de lo que hará aunque sea peligroso. Este poni terrestre guarda varios trucos bajo sus patas, uno de ellos es una habilidad anormal para alguien de su raza, un secreto muy especial solo experimentado por él. Una habilidad que si no se usa con responsabilidad y control puede resultar muy arriesgada. Se comprometió a si mismo jamás usarla en contra de otros ponis, solo en casos de emergencia. Hoy habrá una excepción porque sus enemigos son unicornios. Enfoca su vista a los cubiertos de plata que acompañan la vajilla, pronto las palabras de sus molestias se esfuman, su mundo queda reducido a él y a los cubiertos. Su concentración es excepcional, pronto llama la atención de las unicornios.
-¿Qué es lo que miras como estúpido? ¿Qué no conoces los cubiertos finos? -Dice la unicornio rosa. Con su casco toma el cubierto con el fin de lanzarlo a otro lado y así tener su atención.
La cena se detiene por el sonido de un trueno que toma a todos por sorpresa seguido por un grito ensordecedor, miran confundidos al centro de la mesa. La poni rosa fue la que gritó, está llorando como loca en el piso, con una expresión de dolor y miedo, con el crin y la cola completamente erizadas. Los guardias la auxilian, las dudas sobre lo que sucedió son muchas. Twilight queda algo sorprendida, detecta una especie de energía, no puede describir con exactitud lo que fue, aunque sabe que no fue magia y el origen de esta tuvo lugar en el centro de la mesa.
La poni llora como loca y rápidamente desespera a los guardias. Su amiga trata de calmarla pero recibe un golpe por el berrinche de su amiga. Dice que toda la pata le duele mucho, que la tiene entumecida. Culpa a Purplethink de su agonía y los testigos se declaran en contra de la llorona, que ellos no vieron nada y que su exageración es de mal gusto.
Purplethink, complacido por el resultado, se levanta de su lugar y se retira. Necesita saber a dónde se fue su amigo, por él hizo todo esto. Ya le importa poco lo que esas dos yeguas engreídas digan sobre él, aun las escucha que le exclaman los peores insultos. Nadie les cree, y por su actitud que finalmente cansó a más de uno, se quedan solas. Twilight lo observa, ella no se quedará con lo que vio, investigará lo que realmente pasó.
El sol de ha ocultado, Celestia termina sus labores y espera la presencia de su hermana con el fin de saludarla. Purplethink encuentra a Longhorn en el baño de potros, lo mira bastante afligido. Entonces Purplethink llega a comprender que Longhorn aún está muy herido por ese suceso que le ocurrió con su amigo traidor, y esas chicas por simple coincidencia o intuición lo golpearon en aquellas heridas.
-Las derroté. -Purplethink, no es muy bueno reconfortando ponis.
-¿Cómo lo hiciste?
Las trompetas suenan, en el castillo esta melodía solo significa una cosa: la Princesa Luna ha llegado al castillo. Purplethink se olvida de Longhorn y corre a la ventana más cercana para poder observala (ignora si podrá verla de tal ventana, de todos modo se arriesga). Su suerte le ofrece la vista deseada, puede ver una figura oscura que se acerca rápidamente al castillo y aterriza en el balcón de una de las torres del castillo: la sala de descanso.
-Yo esperaba que me apapachara... pero al menos ya es algo. -Molesto con Purplethink, lo dejó por la princesa Luna. Aun así no pierde sus esperanzas en él.
Purplethink no fue el único que miró deseoso por la ventana esperando verla, casi todos los estudiantes lo hicieron. Lástima que Twilight les arruinó las esperanzas de conocerla, porque les dijo que por esta noche la princesa de la noche no recibirá visitas. La llegada de la princesa ocasionó que ya nadie le hiciera caso a la unicornio rosa, lo que provocara que ella aumentara más su ira en contra de Purplethink.
Antes de la interrupción involuntaria de la princesa Luna, a la poni rosa se le interrogó lo que le pasó, solo dijo que cuando tocó el cubierto de metal una gran descarga eléctrica la tomó por sorpresa.