Los diálogos
#7 of Formas de contar una historia
La mesa mira al vacio desde el tercer piso del centro comercial. Conversaciones se escuchan dentro del restaurante y algunas fursonas caminan por los pasillos. Una suave melodÃa se desliza entre los pliegues de las palabras. La iridiscencia de la noche penetra por los cristales de las ventanas que dan a exterior. La familia conversa mientras consumen su cena.
â€"Si ese es el caso, â€"señala el gran lobo grisâ€" entonces explica cual es la razón de ello.
â€"Es muy fácil padre. â€"responde la lobeznaâ€" Todo se basa en la necesidad de poder.
â€"Como siempre evidente del todo hermanita. â€"le interrumpe Gariel.
â€"Si, â€"espeta con molestia la lobaâ€" pero sobre quiénes se quiere ejercer tal poder y en que consiste la dominación. Esa es la pregunta principal.
â€"Siempre hablando de cosas que pasan lejos de aquÃ. Que la guerra en tal lugar, que la economÃa en otro... â€"se queja la madre de ambos.
â€"¡Ah! ¿y todo ello no nos afecta mamá? â€"dice la joven lobaâ€" Además son claros ejemplos de que lo que nos motivan son los deseos y placeres.
â€"Si es el poder, su necesidad lo que lo que hace que hagan lo que hacen ¿porqué razón les gusta? â€"pregunta el padre.
â€"Porque a todos nos agrada. Se tratarÃa de poseer el control y la capacidad de satisfacernos en todo momento.
â€"Eso es bastante subjetivo, hija. ¿Cómo lo sustentas?
â€"La sobrevivencia, â€"comienza a explicarseâ€" digamos que es un instinto primigenio. Entendámoslo de esta forma: No estamos ya sometidos a la precisión de la recompensa presente. Nos encontramos en un nivel de conducta en el cual las respuestas que realizamos no están necesariamente acompañadas por recompensa directa, sino que las acciones pueden ejercer su repercusión en el futuro, es decir, poseemos la expectativa de lo que ocurrirá. Además, la morfologÃa de la recompensa no está basada de manera primaria hacia la satisfacción de necesidades biológicas sino que tales recompensas resultan útiles dentro del manejo de contingencias y con ello se permite la transformación el mundo para asà satisfacer nuestras necesidades básicas. Ejemplo de ello el dinero, se gana para luego intercambiarse por servicios o bienes.
â€"Interesante alegato psicológico. â€"dice con ironÃa Garielâ€" Pero te has quedado en un plano bastante general. ¿Cuál es la diferencia entre el pueblo y las cúpulas que ostentan el poder?
â€"Sencillo. Y es tan obvio hermanito que me sorprende que no lo hayas notado. â€"dice mientras toma con su garra la copa de cristalâ€" Lo que los diferencia a ellos, e incluso a nosotros, del resto de las fursonas es la moral.
â€"ExplÃcate hija. â€"pide el padre.
â€"Los conceptos de bien y mal, o en su defecto correcto e incorrecto, ya no están abocados hacia ideales clásicos de virtud. Ahora, son referentes a la utilidad, a la existencia. En pocas palabras se resumirÃa: Todo lo que haga yo con tal de seguir existiendo es bueno, es lo correcto.
â€"Pero de ello hay ejemplos a lo largo de la historia. â€"replica Gariel dejando caer los cubiertos sobre el plato.
â€"Si, pero encubiertos bajo el velo del designio divino o ley natural o algún planteamiento filosófico. Ahora, lo que hace que esta sentencia sea tan descarada es que adquirió una condición de individual extrema. Un "yo" que se impone sobre todo con sólo una consecuencia esperada, su satisfacción, la cual puede incluir la inmortalidad. Va desde la satisfacción en el orden de alimentación, vestido, salud, vivienda, hasta la trascendencia después de muertos. Ser eternos a costa de que otros no lo sean.
â€"Eso es presentarlos como demonios. â€"señala el lobezno inclinándose hacia su hermana.
â€"En la moral colectiva y popular si, lo son y lo somos hermanito. O ¿acaso lo negarás?
â€"No hermana, para nada.
â€"Pues bien, â€"dice relajada y sonrienteâ€" los que tienen el poder tanto polÃtico, económico y quizá religioso, actúan de esta forma. No tienen porque saberlo, lo importante es que lo hacen. No tienen otra obligación más que consigo mismos, con ello manipulan al resto de la población haciendo que respeten a las instituciones y mantengan la moral virtuosa. Los poderosos actúan de manera individual y egocéntrica mientras que el resto se entrega a ellos por miedo al castigo por hacer algo malo.
â€"Como quien dice, â€"toma la palabra el padreâ€" se comportan como titiriteros. Preservan una moral para ellos y otra para el resto.
â€"Exacto. â€"su voz toma un cariz de excitaciónâ€" Es aquà donde entra la culpa. El resto de la población no acepta, o se le impide que acepte, la moral de los poderosos. Se sienten obligados con el resto de las fursonas. Intentan no hacer el mal y a hacer el bien, es decir no dañar a otros y ayudarlos en todo.
â€"Muy interesante tu planteamiento Lorena. â€"dice su padreâ€" Habrá que pulirlo en algunos puntos y sostenerlo mejor. Pero la premisa central tiene mucho que dar.
â€"Aun asÃ, me parece que lo planteas todo muy fácil. â€"señala Gariel mientras se reclina pesadamente sobre su asiento imitando indiferenciaâ€" La realidad del mundo es mucho más compleja que todo lo que dijiste. Hay demasiadas cosas que afectan como para reducirlo a una necesidad de sobrevivencia egocéntrica.
â€"Pues tómalo como quieras. Pero sobre esto tratará mi columna la próxima semana.
Bocanadas de humo son exhaladas difuminándose en la atmosfera enviciada. Los platos y cubiertos han sido retirados y pocas fursonas permanecen en el interior del restaurante. Néstor y su esposa se toman de las manos mientras miran por el balcón el final de las actividades de ese dÃa. Ambos lobos guardan silencio. Él sonrÃe mientras ella se inclina con tal de ver un poco más a un apuesto venado que sale por la puerta de la plaza comercial.
Mientras tanto Gariel descansa la cabeza sobre su garra al tiempo que se deja llevar por la imaginación. Piensa en que mañana debe entregar el cuento a Armando, y que aún le falta un buen final. Un final que de sentido a una historia sin razón de existir. Piensa en eventos que pueden ocurrirle a sus personajes: una tragedia, felicidad por siempre, algo inesperado. Nada le parece conveniente, una narración superficial que quizá no pueda reparar.
Sin percibirla, Lorena se sienta a su lado. Lo observa, pareciéndole simpática la actitud que él ha tomado. Se acerca a su rostro y le besa en la mejilla. El lobo se sorprende haciendo reÃr a su hermana.
â€"Mira hermanito. â€"dice Lorena al oÃdo de su hermano.
â€"¿Qué es? â€"dirigiendo la mirada hacia el punto al que ella se refiere.
â€"Esa parejita. Mira como en ella la sombra de molestia y fastidio se dibuja.
â€"¿Qué tiene?
â€"Y a él. El semblante serio y preocupado. ¿Has estado acaso en una situación similar?
â€"No lo sé. Supongo. â€"responde distraÃdo.
â€"¿Por qué crees que sea ello? ¿Por qué crees que ambos se engañan pensando que su realidad es más compleja de lo que es en verdad? Observa cómo la estrecha. Cómo le toma sus manos. ¿Qué le estará diciendo?
â€"¡Qué nos importa!
â€"Es que allà tienes el final de tu cuento. â€"sentencia ella.
Una joven mesera se acerca a la mesa, trae consigo la cuenta. Entre dos tapas negras un papel impreso en color azul indica el monto a pagar. Al momento de retirarse un par de billetes rojizos son dejados sobre la mesa. Nadie se preocupa por el regreso de la empleada. Todos salen del restaurante señalando con sarcasmo los últimos eventos de la noche. Lorena toma del brazo izquierdo a su padre. Brazo libre en relación al que es tomado por su esposa. Gariel camina atrás de ellos. Con las garras dentro de los bolsillos de su pantalón, mira como bromea su familia. Nadie para de hablar.
En el estacionamiento, y tras una breve despedida, los padres abordan el coche alejándose de sus hijos. Ambos hermanos pasarán la noche juntos, esa fue la orden que dio Lorena. La pareja de lobos camina a lo largo de la avenida transitada por automotores, iluminada por farolas blancas pero sólo con ellos como testigos de la soledad.
â€"¿Crees que haya otros mundos? â€"pregunta Gariel mientras toma asiento en las escaleras que llevan al acceso de un edificio.
¬â€"¿Con extraterrestres y todo eso? â€"dice Lorena con sarcasmo mientras se acomoda al lado de su hermano.
â€"No, â€"rÃe ante el comentarioâ€" me refiero que exista un mundo en otro plano. Otra forma de existir.
â€"Quizá, â€"se recuesta sobre el hombro del loboâ€" e incluso que no seamos más que producto de la imaginación de los seres que existan allÃ. Quizá seamos sólo cuentos e historias que se cuenten aquellos dioses.
â€"O peor aún. â€"dice el lobeznoâ€" Que existamos nosotros como otros seres. Como otra especie, algo diferente, algo que no somos nosotros.
â€"Pero lo serÃamos después de todo. â€"replica la loba a modo de chanzaâ€" SerÃamos idénticos a ellos; solamente verÃamos las cosas diferente.
â€"¿Y eso no crea nuestras diferencias entre ellos y nosotros?
â€"Si. No obstante para ellos y para nosotros no serÃa lo mismo y lo serÃa. HarÃamos lo que hacemos, para lo que lo hacemos. Entonces seriamos nosotros de una manera o de otra.
â€"La verdad es que no te entiendo.
â€"¿Y crees que yo a ti si?
Poniéndose de pie continúan avanzando. Se encuentran aún muy lejos del hogar de Gariel y la noche se ha extendido plena sobre la ciudad. Detienen un taxi al llegarse a una gran glorieta. Ya en su interior, mientras se desplazan por la ciudad, continúan conversando.
â€"Y dime â€"pregunta Lorenaâ€" ¿cómo van las cosas con Félix?
â€"No tengo idea. â€"comienza a decir cabizbajoâ€" A veces creo que puede ir todo bien, que al fin me arriesgaré. Pero luego decaen mis ánimos. Me aterro y me doy cuenta que nunca resultará lo nuestro.
â€"Patético, en verdad patético.
â€"Si, demasiado. Odio sentirme asÃ.
â€"Dime la verdad. ¿Realmente lo quieres? Porque de que te gusta te gusta, no hay duda. Pero tanta confusión me hace suponer que en realidad no es más que un capricho.
â€"Me encelo cuando me entero que sale con alguien. Me da miedo el pensar que puedo encontrármelo en algún sitio y aún asà quisiera que eso pasara. Y cuando lo veo me emociono y me enoja porque pierdo el control.
â€"Ya veo.
â€"Incluso hoy fui a ver a Carlos.
â€"¿Y qué pasó?
â€"Le conté que el otro dÃa llegó Félix a mi casa en la madrugada. De que me habló de que se siente solo. ¡ImagÃnate! Félix, el galán, el fur perfecto, a quien todo le sale bien, sintiéndose solo.
â€"No entiendo que malo hay en ello.
â€"Que ahora lo siento más cercano. No es inalcanzable. Pensaba que no era para mÃ, que él merecÃa a alguien tan singular como él. Y es que yo siempre voy con él cuando tengo un problema, o si me siento mal recurro a él. Mientras que Félix jamás ha tenido necesidad de nada de ello. Yo creÃa que él sabÃa manejar cualquier problema, que era lo suficientemente fuerte para sortear las debilidades de cualquier fursona, que era un ejemplo a imitar. Desde todos los aspectos me parecÃa perfecto: fÃsica, espiritual y mentalmente. Incluso entre al gimnasio con el fin de emularlo, me decidà a escribir cuando él me lo propuso. Cuando lo conocà en la preparatoria todo cambió, pero ahora... No sé.
â€"Pobrecito de mi hermanito, tan confundido. â€"dice con sarcasmo Lorena.â€" Eternamente enamorado de una ilusión.
â€"SabÃa que no debÃa decirte nada. Siempre te burlas de mÃ.
â€"No me burlo. Es la verdad. Te enamoraste de un ideal. De algo que no existe. Y con él único fin de no enamorarte de verdad. Lo que no sabes es que ahora que ese ser perfecto murió te confrontas con el verdadero Félix. Aquel que conociste más allá de sus perfecciones e ilusiones en las que erróneamente creÃste. Tienes miedo a amar de verdad.
â€"¿Amar? Pero eso no existe. Es un deseo. Tú lo dijiste en la cena, satisfacer una necesidad. Tanto la sexual como de compañÃa.
â€"Si, pero lo que no dije es que para nosotros ya no es simplemente satisfacción o recompensa. Va implÃcito un algo más que no se define ni con el lenguaje de la ciencia ni con el ordinario, y sólo a veces con el lenguaje del arte pero siempre se queda corto. Gariel un dÃa deberás dejar de escudarte detrás en tantas excusas.
â€"¿Qué debo hacer?
â€"¿Qué te dijo Carlos que debÃas hacer?
â€"No me lo dijo. Sólo dijo que amigos hay pocos, amantes muchos, pero sólo un amor en la vida.
â€"Allà está la respuesta. Para mi es obvia, pero para cuando lo sea para ti te reirás de tus tonterÃas de cachorro.
â€"¿Cómo las de aquellos muchachos en el restaurante?
â€"Por supuesto. â€"dice riendo Lorenaâ€" La facilidad de la vida en la que ellos creen nos dará en el futuro a un mesero y una linda sirvienta.
â€"Eres cruel hermana. â€"señala Gariel y la abraza.
â€"Soy realista, eso es otra cosa.
Bajan del taxi frente a la casa de fachada blanca. Las calles se mantienen en silencio, una delicada brisa hace mover las copas de los árboles. El cuerpo de Gariel se estremece como ante la imagen de un funesto presentimiento. Las ventanas exhalan oscuridad y las sombras bajo las hojas ásperas del rosal se expanden haciendo a la noche más profunda.
Las losetas que guÃan los pasos, a través el pequeño jardÃn, hacia la entrada resuenan a cada paso de Lorena. Una figura fantástica parece flotar entre los pliegues de su blanco vestido. Femenino andar que deja boquiabierto al conductor del taxi quien la observa antes de irse. Al final el rugido del vehÃculo se aleja.
Gariel abre la puerta. Cruje ante el empuje que le es dada. La luz del alumbrado público penetra alargando las sombras del lobo y su hermana enmarcadas por la silueta rectangular de la puerta. Se adentran ambos y el lobo golpea el interruptor. La sala y el comedor aparecen como si nunca hubieran estado allÃ. Lorena se sienta y se quita los zapatos. Gariel camina a la cocina donde toma un vaso en el que vierte agua. La bebe.
â€"¿No me ofrecerás algo? â€"pregunta a su hermano.
â€"No. â€"responde éste mientras llena nuevamente el vasoâ€" No eres invitada. Sólo te colaste.
â€"Aún asà â€"dice fingiendo disgustoâ€" eso es de mala educación. No eres un buen anfitrión.
â€"Claro que lo soy. â€"dice al regresar a la sala con el vasoâ€" Tanto es asà que no me he sentido obligado para ofrecerte este vaso con agua.
â€"Eres malo hermanito.
â€"Si, y me gusta serlo. â€"ambos rÃen. Luego pregunta Garielâ€" Y ¿Por qué quisiste quedarte hoy en mi casa? ¿No debes ir mañana a trabajar?
â€"Si, pero me debe una Mariana asà que no importa si llego tarde. Lo que importa es que quiero pasar tiempo con mi hermanito.
â€"Ya pasamos mucho cuando éramos cachorros. ¿Qué más quieres?
â€"Quiero que me aconsejes. â€"dice Lorena en tono serio.
â€"¿Sobre qué? â€"pregunta el lobo sentándose a su lado.
â€"Héctor... â€"dice mirándolo a los ojosâ€" Me propuso matrimonio.
â€"¿Qué respondiste?
â€"Lo llamé idiota, lo abofeteé y salà del restaurante. â€"responde ingiriendo el contenido del vaso. Luego lo deposita en la mesita frente a ella.
â€"Me lo imagino. Pero ¿qué hiciste en verdad?
â€"Me paralicé. â€"dice acomodándose holgada en el sillón y cruzando las piernasâ€" No supe que responderle. De algún modo zanjé la situación pero la propuesta está en el aire.
â€"Es un buen tipo. A mi me simpatiza.
â€"Lo sé. Es gentil, inteligente, amable, trabajador y extremadamente hermoso. Y no hablemos del sexo. Pero casarme es un gran salto. Temo terminar como mamá, toda inútil a la sombra de un lobo.
â€"No creo que termines como mamá. â€"dice Gariel mientras se rasca la cabezaâ€" Lo que sà es que él puede limitarte, si dejas que lo haga.
â€"Exacto. â€"se incorpora exaltadaâ€" Y es que nunca conoces a nadie. Llevamos tres años saliendo pero aún asà no conozco todo lo malo de él. Si me caso puede ser un error que tarde mucho en reparar.
â€"Curioso, â€"sonrÃe triste el loboâ€" tú tienes dudas y yo miedo. De seguir las cosas asà seremos los hermanos solterones del barrio.
â€"Pero sin la decadencia ni la peste caracterÃstica. â€"alega la loba animando la conversación.
â€"Cásate hermana. â€"señala con calma Garielâ€" Acepta su proposición y si no funciona te divorcias y le quitas todo. Ah, pero no te embaraces antes de dos años. Sino echas todo a perder.
â€"Me animas mucho Gariel. â€"rÃe y lo golpea en el hombroâ€" Vámonos a dormir.
Las luces son apagadas y por las escaleras dos figuras suben al piso superior. Gariel abre la habitación de invitados. Permanece igual a como la dejó Félix cuando durmió allÃ. El recuerdo de su sueño agita al lobo. Su hermana no se entera de tal turbación.
â€"Mañana debo entregar el cuento y no sé cómo terminarlo. â€"dice Gariel de pie, apoyando su hombro en el marco de la puerta.
â€"Ya te di una idea. â€"responde Lorena recostada en la camaâ€" Aquellos muchachos que te señalé. Ahora imagina ¿Existe el amor? ¿Cómo se actúa cuando se ama? ¿Cuáles son las mentiras en que creen las fursonas simples? Las respuestas a estas preguntas harán que seas odiado por los sentimentalistas pero tu historia será magnÃfica.
â€"Eso es lo único importante: contar una buena historia. El resto ¿a quién le interesa?
â€"Aunque considera una cosa: no sabes cuándo aquellos patéticos furs te deberán servir para algo.
â€"Que descarada eres hermana. â€"expresa el loboâ€" Descarada y soberbia.
â€"Ambos lo somos Gariel. â€"sonrÃe la lobezna.
â€"Buenas noches Lorena. Descansa. â€"dice concluyendo mientras sale de la habitación.
â€"Buenas noches hermano y sueña. â€"responde ella a las espaldas del lobo.