Passion -after the battle-

Story by John Aensland on SoFurry

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La tranquilidad del bosque es interrumpida por el ruido de una batalla; por el sonido, pareciera que ambos contendientes están dispuestos a darlo todo, incluso hasta morir, por ver vencido a su contrincante. Las heridas ensangrentadas en el pecho del Lobo muestran que la lucha ha sido ardua y muy larga. Ligeramente levanta la mirada y visualiza a su oponente corriendo hacia él; coloca su cuerpo en posición vertical y también corre hacia él, solo que en ultimo momento logra saltar y esquivar el golpe de la otra persona. Casi por instinto, al ver que el golpe ha errado, lanza una patada en contra del Jaguar acertando en su pecho. El Jaguar cae golpeando fuertemente el suelo, cierra los ojos y solo consigue amortiguar el golpe en su cabeza gracias a que en último momento logró arquear ligeramente su espalda. Después de un par de segundos, Katze se recupera y se levanta... - Se nota que has mejorado Cachorro - Katze se dirige a Othello con estas palabras mientras se limpia la tierra que la patada dejó sobre su pecho. - Tú tampoco lo estás haciendo tan mal como la última vez Gatito - Othello responde en forma desafiante a Katze. El Lobo observa atentamente al Jaguar para después correr velozmente hacia él, se barre y lanza una patada baja, la cual Katze bloquea; en respuesta, el Jaguar trata de golpear fuertemente la cabeza de Othello, él cual ya esperaba este movimiento. - Error... La risa de Othello resonó fuertemente en los oídos de Katze mientras veía como el Lobo esquivaba el puño y se ponía rápidamente de pie. [Wolf Head] - Othello clava firmemente los colmillos en un costado del torso del Jaguar para después soltarlo y alejarlo con una de sus manos. - ¡Maldito! - Katze gritaba mientras sus quejidos causaban que la sádica risa del Lobo se escuchara por el bosque. Othello se lamia colmillos y labios, probando la sangre que el felino había dejado a causa del ataque; veía fijamente a Katze tirado en el suelo mientras se limpiaba la sangre que salía de la herida en su torso. - Esto no se quedará así Othello - dijo el Jaguar mientras difícilmente se ponía de pie. - ¿Qué crees que puedas hacer estando en ese estado? - respondió el Lobo. La fría mirada de Katze se clavó en el rostro del Lobo; lo observaba detenidamente y al mismo tiempo planeaba la mejor manera de poderlo derribar lo mas pronto posible. - Me aburres gato inútil - Othello se desespera y nuevamente se lanza contra Katze. [Acid Lane] Othello se detiene quedando relativamente cerca del Jaguar; con las garras de su zarpa derecha rasga la cicatriz de su pecho, y la sangre que saca la lanza en dirección a Katze. - Eso es - El Jaguar se da cuenta que Othello, al rasgar su cicatriz se causa daño, y al mismo tiempo cierra momentáneamente los ojos. Aunque una de las gotas de sangre cae en el torso de Katze, éste sigue corriendo y lanza un puñetazo bajo, haciendo que el Lobo se flexione dejando su pecho al descubierto.

El Jaguar gira 90º acertando el golpe en el pecho de Othello, impulsándolo ligeramente hacia atrás y dejándolo completamente indefenso. [Shift Mode] Katze rápidamente se pone de pie, levanta su brazo derecho señalando a Othello para después correr hacia el. - Es mi turno... Katze lanza tres puñetazos que dan directo al torso de Othello, seguidos por un golpe en el estomago y después un golpe más en las piernas, haciendo chocar la espalda del Lobo contra un árbol.

Katze gira 90º dando primero un golpe más a las piernas de Othello, después se pone de pie y acierta un puñetazo más en el pecho del Lobo. - Esto no es posible - era el único pensamiento que llenaba la mente del Lobo. - Te lo dije Othello - una sádica sonrisa en los labios del Jaguar - esta vez no podrás escapar de tu muerte. - Katze... NO!!! - Othello recupera el sentido solo para darse cuenta de que su final está cerca. [Judgement Fang] El Jaguar pone un pie adelante, toma impulso y con un golpe en el torso del Lobo lo deja inmóvil. Lanza un golpe en diagonal que va desde su hombro izquierdo hasta el costado derecho de su cintura; un siguiente golpe imita al anterior solo que con una trayectoria inversa [formando una X]. Como golpe final, Katze junta ambos brazos entrelazando las garras y llevándolos sobre su cabeza, sus puños brillan por el aura contenida en ellos, para después dirigirlos rápidamente contra el cuerpo de Othello, el cual vuelve a golpear el árbol y cae al suelo. - Y ahora... - la sonrisa de Katze se hace más evidente - el golpe final. [Aepyornis Hunt] El Jaguar salta y, estirando su brazo derecho, dirige su puño en contra del cuerpo inerte del Lobo; ahora el aura cubre desde su puño hasta su hombro, dejando un rastro. Othello recupera el conocimiento y se incorpora rápidamente, aunque su cuerpo está cubierto con su propia sangre. [Shift Mode] El Lobo flexiona su cuerpo de tal manera que uno de sus puños logra golpear el suelo, su aura golpea el cuerpo de Katze haciendo que éste sea impulsado hacia atrás. - Aun no Katze. [Monster Bullet] Othello salta levemente y al mismo tiempo se impulsa para dispararse en contra del Jaguar; logra golpearlo antes de que caiga al suelo, lanzándolo un par de metros lejos de su posición. Debido a que su cuerpo ya que está demasiado herido, el golpe infringe menor daño, lo que le da una última oportunidad a Katze para atacar. - Muere Othello - el Jaguar corre hacia el Lobo.

Katze gira la cintura 90º hacia atrás, tomando impulso y después dar el último golpe, justo a la mitad del pecho de Othello. Othello es disparado hacia atrás y su cuerpo cae golpeando el suelo. - Katze... - el Lobo agoniza - me vengaré. El Jaguar baja la mirada y se limpia la sangre que hay a un lado de sus labios, camina para acercarse al cuerpo de Othello, lo observa por unos instantes para después cargarlo en sus brazos. Ambos cuerpos desaparecen lentamente entre el bosque. - ¿Qué sucedió?... ¿por qué todo está oscuro? - estos eran los pensamientos que invadían la mente de Othello - ¿dónde estoy? El Lobo trató de mover una de sus manos pero sintió que no podía, pareciera que su cuerpo no respondía a las órdenes que mandaba su cerebro. - ¿Pero... por qué no me puedo mover? Othello trató desesperadamente de mover su brazo pero éste no parecía responder; trató de mover el otro y solo consiguió el mismo resultado. - ¿Qué es lo que me sucede? - trataba de mover todo su cuerpo pero no conseguía respuesta - ¿por qué no me puedo mover? La desesperación hace al Lobo su presa; el no poder mover su cuerpo lo desesperaba hasta que por fin algo parecido a un grito escapa de su hocico. - ¿Qué es lo que sucede? Alguien se acerca al cuerpo de Othello, el cual está recostado en lo que parece ser una cama, y con el cuerpo cubierto con un par de pieles; pasa su mano por el rostro del Lobo. - ¿Quién anda ahí? - Othello mueve rápidamente la cabeza hacia donde siente la mano - ¿qué es lo que me has hecho? De nuevo Othello trata de mover su cuerpo pero obtiene la misma respuesta... nada. Después de unos momentos se tranquiliza y comienza a olfatear. - Tranquilo Lobo, nada malo te sucederá estando conmigo. De nuevo una mano acaricia el rostro de Othello, pero esta vez un poco más lento, como queriendo tranquilizarlo. - Yo te conozco... - decía el Lobo mientras olfateaba un poco más el aire - eres él, ¿verdad? Una sonrisa escapó de los labios del desconocido, se sentó a un lado del cuerpo de Othello, tomó una de sus manos y la coloco en su mejilla. - ¿A quién te refieres con "él"? - A ti... Katze. El Jaguar volvió a sonreír, llevó la mano de Othello frente a sus labios y tímidamente con la punta de su lengua recorrió su contorno, provocando que las orejas del Lobo se pararan. - ¿Qué crees que estas haciendo, idiota? - un tono de enojo invadía las palabras de Othello - ¿acaso te golpee muy fuerte la cabeza? Katze soltó la mano del Lobo y llevó la suya hasta su rostro, específicamente hasta sus ojos. - Vamos Othello, abre los ojos. Lentamente deslizó su mano sobre su rostro; el Lobo lentamente abrió los ojos, la luz le molestaba así que por instantes los volvía a cerrar, hasta que finalmente los abrió por completo. - ¿En dónde estoy? - dijo Othello mientras miraba hacia donde podía - ¿a dónde me trajiste? - Estas en mi casa - respondió Katze mientras veía fijamente al Lobo - así que no tienes porqué alterarte. Othello se le quedó viendo por un momento, después cerró los ojos y sonrió por un instante. - Entonces fuiste demasiado débil como para matarme en la batalla. Katze le lanzó una fría mirada asesina, pero antes de siquiera decir una palabra, prefirió guardar silencio. - No es que haya sido débil - respondió el Jaguar mientras acercaba su rostro al del Lobo- sino más bien quiero matarte a mi modo. Othello no supo que responder, el hecho de tener el rostro de Katze tan cerca lo ponía nervioso pero también hizo que se sonrojara un poco [aunque esto no fue tan visible debido a que algunas partes de su cuerpo aun estaban manchadas con su sangre]. El Jaguar acercó sus labios a una de las orejas del Lobo, solo para susurrarle. - Después de esto - antes de terminar su frase, Katze lamió el borde de la oreja de Othello - te apuesto a que pedirás por más. El rostro del Lobo se llenó de asombro aunque también de confusión, debido a que no sabía a lo que Katze quería decir con esas palabras; pero al sentir la lengua del Jaguar y su cálida saliva sobre su oreja, un leve escalofrío recorrió su espalda haciendo que por una fracción de segundo cerrara los ojos y perdiera la concentración. - ¿Qué es lo que intentas hacer conmigo Katze? - Como te dije, nada malo te sucederá estando conmigo - esta vez lamió dentro de la oreja del Lobo - o al menos nada que no te gustará. Othello aun estaba muy desconcertado al igual que confundido, no sabía que es lo que Katze le haría estando él en ese estado; nuevamente trató de mover sus brazos pero lo único que logró fue mover sus dedos y cerrar levemente el puño. - ¿Por qué no me puedo mover? - Tus heridas aun son recientes - le contestó el Jaguar - así que al menos por un rato no podrás hacer movimiento alguno. Othello se quedó en silencio, no sabía ni que hacer ni que decir como para librarse de la situación. Miraba fijamente a Katze y por momentos éste le devolvía la mirada; después de un par de minutos, le preguntó. - ¿Por qué me haces esto? El Jaguar detuvo toda acción y levantó su rostro por un momento, cerró los ojos y suspiró. No sabia que decir, pareciera que las palabras que hilaba su cerebro su boca no podía o debía mencionar. - ¿Por qué quieres saberlo? - Para que así tenga una razón más para acabar contigo. Katze solo sonrió ante la respuesta de Othello. - ¿Por qué te ríes? - le dijo el Lobo casi gritándoselo - te lo estoy dici... Las palabras de Othello fueron cortadas cuando sintió los labios de Katze sobre los suyos. El Lobo se quedó inmóvil al principio, lo que había hecho el Jaguar lo tomó por sorpresa y no tuvo tiempo de reaccionar; Katze sin perder tiempo ni oportunidad lo tomó de la cintura para pegarlo un poco más a el. - ¿Qué demonios crees que estás haciendo, gato estúpido? - estas eran las palabras que Othello quería decirle al Jaguar, pero que no podía pronunciar debido a su situación actual. El Lobo trató de separarse del Jaguar, pero ya era demasiado tarde... Katze había introducido su lengua en la boca de Othello y ahora lamía su paladar; El Lobo sintió asco por lo que sentía, pero al mismo tiempo la sensación comenzaba a gustarle. - Vamos Othello... ríndete - esto era lo que Katze pensaba mientras besaba al Lobo - solo déjate llevar y deja que yo haga el resto. El Lobo aun se resistía, aunque ahora con menos fuerza que al principio; trataba de separar sus labios de los del Jaguar pero éste no se lo permitía, y menos porque una de sus manos sujetaba su rostro. Solo fue cuestión de tiempo para que Othello finalmente cediera ante la fuerza de Katze; cerró los ojos y respondió el beso, aunque de una manera un tanto torpe debido a que este era aun su primer beso. El Jaguar notó que el Lobo finalmente respondió e igual que él, cerró los ojos y continuó besándolo mientras una de sus manos lo sostenía por la cintura y la otra estaba a la altura de su nuca. Lentamente deslizaba su lengua dentro de la boca de Othello, saboreaba cada centímetro de su lengua así como también bebía gota por gota la cálida saliva que había dentro de su boca. Ligeramente separo sus labios para lamer los del Lobo, después tomar su labio inferior y morderlo muy suavemente. Othello, aun con los ojos cerrados, podía sentir como el ritmo de su corazón aumentaba, así como también el numero de latidos; la temperatura de su cuerpo aumentaba al grado en que Katze continuaba besándolo y aprovechándose de su estado; inconscientemente movió uno de sus brazos y colocó su mano sobre la cintura del Jaguar, el cual momentáneamente se detuvo y levantó la mirada. - Parece que finalmente comienzas a recuperarte, cachorrito. Aunque en la cabeza de Othello habían miles de respuestas a las palabras del Jaguar, no lograba que su boca pudiese decir al menos una; se limitaba a respirar rápidamente así como a mantener los ojos cerrados. Katze volvió a lamer y morder los labios del Lobo, pero esta vez sus manos recorrían los costados de su torso; comenzó a mover su cuerpo al sentir como los latidos del corazón de Othello aumentaba, separaba sus labios para lamer lenta y levemente desde los labios del Lobo hasta un poco mas debajo de su mentón; Othello sujetaba firmemente al Jaguar de la cintura, dejaba escapar algunos jadeos conforme la temperatura de su cuerpo aumentaba, y levantaba el rostro para darle mayor espacio sobre su cuello a Katze. - Dime Katze - Othello había recuperado su conciencia por un momento - ¿por qué me haces esto? El Jaguar quedó paralizado al escuchar las palabras del Lobo; era la segunda vez que le preguntaba lo mismo, y sabía que si no respondía, le seguiría preguntando hasta el cansancio. Sabía que si no respondía, Othello podría marcharse apenas su cuerpo estuviera recuperado. - ¿En verdad quieres saberlo, Othello? - Katze dejó el cuello del Lobo y mantuvo la mirada baja. - ¿Por qué no me lo habrías de decir? - Esta bien - el Jaguar levantó la mirada para después fijarla en la del Lobo - solo prométeme que cuando lo sepas no te iras. Othello se quedó en silencio por un momento, las palabras de Katze no tenían principio, fin o lógica para él; sabía que cualquiera que fuese su decisión tendría un final un tanto fuera de lo común para él. - Está bien - le respondió mientras cerraba los ojos y tomaba un poco de aire - ¿qué es lo que me tienes que decir? El Jaguar igualmente tomó un poco de aire y se dispuso a hablar. - No encuentro palabras más acertadas que éstas para describir lo que sucede - Katze, aun con miedo en su voz, continuó hablando - me gustas Othello. El Lobo al escuchar la respuesta del Jaguar se quedó paralizado, con la mirada perdida y con el ritmo cardiaco un poco acelerado. Su mente trataba de hilar las palabras para poder comprenderlas haciendo el menor esfuerzo posible, pero había algo que no lo dejaba comprender. - ¿A qué te refieres con "me gustas"? - Othello le preguntó a Katze, en su voz había un tono de confusión. - A lo que entiendes Lobo - respondió sin vacilar - me gustas. De nuevo Othello se quedó quieto, no sabía como reaccionar a tal acontecimiento; sentía que cualquier palabra, acción o pensamiento podría confundirlo más de lo que ya estaba. Apoyándose en sus brazos, levantó levemente la mitad de su cuerpo [de la cintura para arriba] y miró fríamente al Jaguar. - Pero... ¿por qué yo? - fueron las únicas palabras que salieron de la boca del Lobo. - Porque sí - respondió fervientemente Katze - y no hay otra respuesta. - Tu respuesta no tiene lógica. - ¿Y eso importa? Katze bajó la mirada, cerró los ojos, dejó escapar un pequeño suspiro. Una de las manos de Othello vaciló por un momento, su cuerpo cayó nuevamente sobre la cama haciendo que Katze cayera sobre él. - Katze... El Jaguar se quedó inmóvil, no porque quisiera sino porque al parecer su cuerpo no respondía. - Othello, por favor no me rechaces. El Lobo no sabia como reaccionar, las palabras del Jaguar aun retumbaban fuertemente en su cabeza, sabia que lo que Katze le pedía era algo que simplemente no debía ser. - Katze... - Othello pensó muy bien las palabras que saldrían de su boca - ¿qué es lo que quieres lograr con esto? ¿o qué es lo que quieres demostrar? Katze no pudo aguantar más y comenzó a llorar en silencio; lagrimas que escapaban de sus ojos y resbalaban por sus mejillas, caían sobre el pecho del Lobo, sobre su herida. - ¿Por qué no quieres entender que me gustas? Othello levantó una de sus manos y con un par de sus garras hizo callar a Katze colocándolas frente a sus labios. Suspiró y después acarició su rostro. - No es que no lo comprenda, sino que creo que yo no soy esa persona a la que tu estas buscando. Ahora fue Katze quien se quedó paralizado, no esperaba esa respuesta por parte del Lobo; lentamente tomó su mano y la acarició. - ¿Y tu cómo puedes saber eso? - No lo se, simplemente te digo la ver... Antes de que Othello pudiera terminar su frase, nuevamente los labios de Katze lo silenciaron. Pero esta vez fue diferente, Othello no ofrecía resistencia ante el beso del Jaguar, ahora simplemente se dejaba llevar por la sensación; entrelazó su mano con la de Katze y la colocó sobre la cama. El Lobo mantenía los ojos cerrados, sin hacer movimientos innecesarios, con el corazón latiéndole rápidamente y con la mente en blanco. Lentamente abrió los ojos solo para ver el rostro del Jaguar, aquél rostro que hasta hace poco podría haber jurado odiar, pero que ahora contemplaba en silencio. Katze llevaba el control del beso, como si el le ordenara a Othello que hacer como respuesta a cada uno de los movimientos que hacia. Su corazón latía más rápido de lo normal, golpeaba fuertemente contra el pecho del Lobo. El Jaguar apretó su mano contra la del Lobo, lo miró fijamente y, como pidiendo permiso, separó sus labios de los de él. - ¿Te sientes bien con esto? Othello no contestó inmediatamente, seguía mirando fijamente el rostro de Katze. Ahora fue él quien apretó la mano del Jaguar como respuesta; levantó su rostro y lamio sus labios. - Tan bien como pueda ser posible. Las últimas palabras que fueron pronunciadas por ambos. La mano del Jaguar recorría lentamente la mejilla del Lobo, mientras que éste lo sujetaba firmemente de la cintura, tratando de pegarlo lo mas posible a si mismo. Othello volvió a lamer los labios de Katze, probar su saliva era embriagante para él, sentir su cuerpo sobre el suyo lo hacia perder la razón, escuchar sus palabras lo hacían volar al cielo, mirar sus ojos lo hacían perderse en ellos y oler su piel hacia que su propio corazón latiera cada vez más rápido. Katze soltó la mano de Othello para llevarla ahora a su cintura, acariciarla lentamente dejando un leve rastro de sus garras sobre la piel; sus labios recorrían el cuello del Lobo como si ya antes lo hubiesen hecho; sus ojos clavados en la mirada de su amante, la mano que antes acariciaba el rostro de Othello ahora se había unido a la otra para seducir su piel con lentas caricias que dejaban huella a su paso. El Lobo solo podía responder con leves jadeos; el trato que Katze le estaba dando nunca lo había sentido en su vida, era la primera vez que experimentaba todas estas sensaciones; aunque trataba de mantenerse consciente, su mente divagaba debido al éxtasis y al placer que sentía. - ¿Estás bien Lobo? Katze dejó de lamer el cuello de Othello, levantó la mirada El Lobo no abrió los ojos, simplemente paró las orejas y con un leve movimiento de su cabeza le contestó afirmativamente. El Jaguar sonrió y continuó lamiendo el cuello, poco a poco iba bajando más hasta que con la punta de su lengua probó por accidente la sangre de Othello. El Lobo, al sentir la cálida saliva de Katze sobre la herida, cerró fuertemente los ojos y apretó los colmillos. - Katze - le dijo Othello - ten cuidado, la herida aun es reciente y no termina de cerrar aun. El Jaguar simplemente le respondió con una sonrisa. Movió un poco su cuerpo para que su rostro quedara sobre el pecho del Lobo, lentamente sacó su lengua y con la punta comenzó a lamer la herida. El rostro de Othello se retorcía levemente por el dolor que le causaba la lengua y la saliva caliente que Katze dejaba sobre la herida; sus manos apretaron las pieles que había debajo de su cuerpo, sus colmillos se apretaron un poco más y emitía leves sonidos que escapaban de sus labios. Katze parecía disfrutarlo plenamente, el tener a su amado Lobo bajo su cuidado y al mismo tiempo proporcionarle una leve dosis de dolor, que tarde o temprano acabaría convirtiéndose en placer, placer que pensaba aprovechar al máximo. Othello abrió lentamente los ojos, veía como Katze limpiaba la sangre que había sobre la herida; el dolor se había ido, levantó una de sus manos y las llevo al rostro del Jaguar, lo acarició y deslizó uno de sus dedos hasta sus labios, los cuales, sin vacilar, lo cubrieron, su lengua lo recorría desde la base hasta la punta dejando su saliva. Katze no quería perder más tiempo, sabía que ahora era su oportunidad para poder acabar con el Lobo, y lo haría de la mejor manera posible. - Othello - lo vio fijamente - te quiero dentro de mí. Al principio el Lobo no comprendió lo que escuchó, la confusión se apoderó de su mente. Tomo una de las manos del Jaguar y la colocó sobre su pecho. - ¿Estás seguro que eso es lo que quieres? - Claro - respondió casi inmediatamente - no tengo nada que pensar ni porqué arrepentirme. Las manos de Katze bajaron nuevamente hasta la cintura del Lobo, esta vez para terminar de correr las pieles que lo cubrían y dejar al descubierto su cuerpo totalmente desnudo. El rostro de Othello se tornó rojo debido a que se había sonrojado por estar sin ropa ante alguien más, después de todo ésta aun era su primera vez. Trató de cubrirse con ambas manos pero el Jaguar se lo impidió, las sujetó y las hizo a un lado. Lentamente Katze deslizaba aun más su cuerpo de manera que ahora su rostro quedó justo en frente del miembro del Lobo. Acercó un poco más su nariz, olfateó un poco, se lamió los labios y acercando un poco más su rostro, sus labios hicieron el primer contacto con la punta de su miembro aun no erecto. - Katze... - los jadeos se apoderaron de la voz del Lobo. El Jaguar no respondió, sino que más bien lentamente sus labios recorrían la punta del miembro del Lobo, lo que ocasionó que comenzara a salir de su funda. Centímetro a centímetro, conforme iba saliendo, Katze introducía el miembro de Othello en su boca, lo lamia lentamente y con la punta recogía el pre conforme salía. Una de sus manos se deslizó desde la cintura hasta los testículos, no sin antes pasar por la base del miembro, lo masturbó un par de veces para aumentar la sensación; cuando su mano sujetaba ambos testículos, decidió jugar con ellos, los acariciaba lentamente con sus garras. - Aaaahhhhh... - era lo único que provenía de los labios de Othello, el cual aferraba ambas manos a la cama. El Jaguar recorría lentamente el miembro del Lobo con su lengua y sus labios, dejando un rastro de su saliva; continuó bajando su rostro hasta que con sus labios acariciaba sus testículos, los lamió tímidamente con la punta de su lengua para después probarlos al meterlos en su boca; jugó con ellos rozándolos con sus colmillos, recorriéndolos con su lengua mientras los sujetaba gentilmente con una de sus manos, disfrutando de su sabor mientras jugaba con cada uno de ellos. - Katze... - de nuevo los jadeos cortaron las palabras de Othello. El Jaguar se detuvo, sabía que si continuaba así todos sus esfuerzos serian en vano. Se levantó de la cama, colocó ambas manos sobre su cintura y deslizó hacia abajo su ropa hasta el punto que en el bajaba sola hasta tocar el suelo. Al quedar desnudo, se colocó de rodillas sobre Othello, con sus glúteos alineados con su miembro erecto, el cual tomó con sus manos para guiarlo en la dirección correcta. - Si no me equivoco, esta es tu primera vez Lobito - Katze miró fijamente a Othello y le sonrió levemente - también es la mía. Al decir estas palabras, lentamente la punta del miembro del Lobo abría la entrada al cuerpo del Jaguar. Por un momento ambos cuerpos contuvieron la respiración, los latidos de ambos corazones se detuvieron, ambos se miraban mutuamente sin siquiera parpadear. El silencio fue abruptamente roto por uno de los jadeos que habían escapado involuntariamente de los labios de Katze; con los ojos cerrados y la espalda un poco arqueada hacia atrás, su cuerpo era invadido por Othello; cada centímetro de su miembro hacia que el Jaguar jadeara cada vez más hasta el punto que gemía a causa del dolor y del placer que sentía. Othello trataba de no moverse demasiado para no lastimar a Katze, sabia que la primera vez es dolorosa y por eso quería tener el mayor cuidado posible. Con una de sus manos acarició el costado del pecho del Jaguar, para después lentamente bajar hasta su cintura, donde se unió a su otra mano y sostenerlo firmemente, algunas veces empujándolo hacia abajo para que su miembro entrara más rápido. - Othello - las palabras salían entrecortadas de los labios de Katze - con cuidado por favor, estas muy grande para mi primera vez. El Lobo se sonrojó al escuchar las palabras del Jaguar, con una de sus manos acarició uno de los lados de su cadera y terminó con una sonrisa en sus labios. Lentamente embistió su cuerpo para lograr que entrara todo su miembro; de nuevo ambos se quedaron quietos por un momento, esperando a ajustarse al otro. Katze arqueó de nuevo su espalda, ahora hacia delante, para poder apoyarse con sus manos sobre el pecho del Lobo; abrió sus ojos y lo miró fijamente. - Te amo - fue todo lo que dijo. Othello no supo que responder, se quedó en silencio una vez más. Colocó una de sus manos en la nuca del Jaguar para después hacer que bajara el rostro hasta su nariz casi tocar con la de Othello, el cual llevó su boca hasta la oreja para susurrarle. - Yo también. Justo cuando terminara de decirlo, por instinto su cadera embistió el cuerpo de Katze, haciendo que esté gimiera fuertemente debido al dolor que sentía por el gran miembro del Lobo. El Jaguar trataba de mover su cuerpo para ajustarse al tamaño del miembro y para que en el momento que entrara y saliera de su cuerpo le causara el menor dolor posible, dolor que poco a poco con el paso de los minutos se transformó en inmenso placer. Katze colocó sus manos en la cintura del Lobo y comenzó a mover su cadera de arriba abajo sobre el miembro de Othello, controlando el ritmo y la velocidad de las embestidas; arqueó un poco su cuerpo hacia atrás, de nuevo cerró los ojos y abrió la boca para dejar escapar los gemidos y jadeos que le causaba el ser poseído por el Lobo. Othello cerraba sus manos sobre la cama, aprisionando las pieles entre sus garras, el placer que sentía era indescriptible; sus jadeos eran tan fuertes como los gemidos del Jaguar. Sus manos soltaron las pieles y se aferraron a la cadera de Katze mientras este continuaba subiendo y bajando sobre su miembro, el cual entraba y salía con más facilidad debido al pre que lubricaba el interior de su ano. El Jaguar llevó una de sus manos hasta su miembro y lo comenzó a masturbar salvajemente, al mismo tiempo que aumentaba el ritmo y la velocidad con la que era penetrado; bajó el rostro y como tenia la boca abierta, su lengua salió para colgar y balancearse libremente al mismo ritmo con el que subía y bajaba, algunas gotas de su cálida saliva cayeron sobre el torso y pecho del Lobo, lo que lo hizo volver a la realidad y abrir los ojos solo para darse cuenta del placer que ambos sentían en ese momento. - Katze - el tono de voz de Othello se escuchaba algo forzado - no creo aguantar más. Al mismo tiempo que el Lobo pronunciaba estas palabras, en la base de su miembro comenzó a crecer un nudo, el cual golpeaba constantemente la entrada de Katze y obligaba a dilatarse más para poder entrar. Al sentir esto, el Jaguar por última vez sacó el miembro de su ano para después prácticamente dejarse caer sobre él, haciendo que entrara hasta el nudo, lo cual causó que ambos gimieran por el dolor y placer que sentían. - Hazme completamente tuyo, Othello. El Lobo arqueó por completo la espalda obligando a su miembro entrar hasta más no poder en el interior de Katze; cerró fuertemente los ojos, apretó los colmillos y clavó ligeramente sus garras en la cadera del Jaguar. Chorro tras chorro de su semen salía de la punta de su miembro, inundando el ano de Katze, el cual con una de sus manos tomó los testículos del Lobo y comenzó a jugar con ellos y así aumentar la excitación y la cantidad de semen que saliera. Al sentir el semen caliente de Othello llenándolo, de su miembro salió disparado su semen, cayendo sobre el pecho y la boca del Lobo. Ambos gemían y jadeaban por el placer que sentían cuando llegaron al clímax juntos; su respiración era agitada aunque por momentos también pesada, sus manos aferradas a la cadera del otro, sin quererse soltar. La cadera del Lobo dio una embestida más por instinto, ocasionando que su semen comenzara a salir por las pequeñas aberturas que había entre su miembro y el ano del Jaguar. - Othello... - el rostro de Katze se sonrojó al sentir como el semen resbalaba por entre sus glúteos - me... me gusta como se siente. De igual manera el rostro del Lobo se sonrojó al escuchar al Jaguar. - Y a mi me gusta como se siente tu cuerpo junto al mío. Ambos sonrieron, el Lobo colocó una de sus manos en la espalda del Jaguar haciendo que recostara su cuerpo sobre el suyo, ambos torsos se impregnaron con el semen que había así como también con su olor; Othello lamió los labios de Katze. - Espera Lobo. El Jaguar sacó su lengua y lentamente comenzó a lamer el semen que había en el rostro del Lobo, cuando hubo terminado lo besó compartiendo el sabor. Othello lo sujetó fuertemente de la cintura, tratando de no moverse demasiado para así no lastimar más a Katze. Al terminar el beso, el Lobo lamió nuevamente los labios del Jaguar, sonrió y acarició su rostro. - Gracias. - ¿Pero gracias por qué Lobo? - Tu mejor que yo lo sabes - Othello sonrió y cerró los ojos. Katze comprendió a lo que se refería, y de igual manera sonrió y cerró los ojos y así abrazados ambos se quedaron dormidos lentamente debido al cansancio que sentían después de haber demostrado lo que en realidad sentían el uno por el otro. FIN