La promesa
#1 of Cosas de la vida
En un autobús semivacío con una expresión ecuánime mirando hacia el vacío, se encuentra un lobo con el pelaje grisáceo claro y en sus extremidades y su pecho tiene un color blanco brillante.
Físicamente en buena forma con los músculos de su cuerpo bien torneados.
En ese momento solo una cosa rondaba su mente "volver a ver Sam", repentinamente en ese momento una pata toca su hombro, a lo que este reacciona volteando a ver quien era aquel ser que lo había sacado de su trance.
Era Keyla su mejor amiga en todo el mundo.
-Oye no te preocupes estoy segura de que todo saldrá bien- lo dice con una leve sonrisa en su rostros que logra reconfortarlo totalmente- se que ha pasado mucho tiempo, pero si es la clase de persona que me contaste que era, entonces no te fallara Mike, después de todo fueron mejores amigos.
Al momento en que ella termina su frase, el se siente aun mas seguro y voltea a ver a su amiga, una tigresa de pelaje blanco opaco y con franjas negras brillantes las cuales la hacían ver atractiva para todos, menos para el, ya que Mike no es exactamente de los que le gustan las mujeres.
Aun recuerda la primera vez que conoció a Keyla, el aun seguía viviendo con sus padres y aun no les contaba de su singularidad. Ni sus amigos sabían de esto, por eso fue el error de ellos al arreglar para el una cita a ciegas con la que ahora es su mejor amiga.
Esa fue la peor cita que haya tenido en su vida, ya que a cada momento que ella intentaba acercarse a el para abrazarlo o intentar otra cosa intima, el siempre terminaba alejándose. Al final de la cita ella le pregunta por que estaba tan evasivo, el no dijo nada solo se quedo en silencio buscando una explicación. Sin decir nada el, ella se da cuenta de la verdad y solo le dice "esta bien ya entiendo por que no te gusto, pero aun asi me debes una cita, solo que esta vez saldremos como amigos" a lo que el desconcertado lobo dice que si.
Desde ese momento en adelante han sido mejores amigos, con Keyla como su confidente, casi como si fuese una hermana para el.
-¿Por qué me miras así?- lo dice al darse cuenta de que el tenia la mirada fija en ella
-Lo siento solo estaba recordando algunas cosas- con un gesto de pena al recordar que a ella no le gusta cuando lo encuentra con la mirada perdida
-¿No será algo sucio verdad?- dice esto con una fingida expresión seria
-Si lo hago es por que tu eres mi instigadora
-Bueno, pero yo solo te enseño, lo que tu hagas después es por tu cuenta- lo dice con un tono de voz muy tentador
-Si pero...- mira hacia el exterior del autobús y ve que su parada se la ha pasado- alto chofer aquí nos bajamos
Luego de que bajaron del autobús ambos siguieron discutiendo, al mismo tiempo se dirigían hacia el lugar que habían acordado.
-Bien, tu ganas, pero para no comenzar a discutir otra vez cuéntame como se conocieron tu y Sam- con una simpática sonrisa en su rostro ella espera una respuesta
-Esta bien, todo comenzó cuando estábamos en la preparatoria, yo era un bueno para nada a el que no le importaba lo que los demás dijeran y siempre me comportaba de manera muy extraña para que nadie se me acercase. Todos me veían y solo lograban ver a un idiota con un comportamiento excéntrico, igual yo siempre les pedía a mis maestros que no divulgasen mis calificaciones, no es por que sacara malas calificaciones, es por que siempre sacaba la nota mas alta y yo no quería que nadie se me acercase solo por que era inteligente.
Pero con lo que nunca conté fue que esto me provocaría problemas, ya que desgraciadamente siempre hay alguien en la escuela que fastidia a los rezagados, día tras día durante 6 meses tuve que aguantar a un grupo de abusadores que no tenían nada mejor que hacer mas que molestarme, insultarme, burlarse de mi y golpearme. Muchas personas me decían que tenia que hacer algo, pero pronto desistían, ya que realmente no les importaba.
Luego cierto día el llego, un zorro con un hermoso pelaje anaranjado y blanco, ojos color amarillo y una sonrisa cautivante. De su estado físico había mucho que ver, ya que el hacia mucho ejercicio.
El simplemente se presento ante la clase y el maestro le indico que podía sentarse donde desease, nadie se esperaba mucho menos yo que se fuese a sentar al lado de mi y solo con una muy simple expresión me saludo como si fuese la persona mas normal del mundo.
-¿Y luego que?- emocionada por la historia hace la pregunta, por que para un segundo de contar la historia
-Si ya voy no me apresures, bueno, ¿en que iba? A si:
-Hola me llamo Sámuel pero puedes decirme Sam- dice esto y extiende su brazo para saludar
-Aaaa hola yo soy miguel, gusto en conocerte- al igual que Sam el extiende su brazo para saludarlo, extrañado por lo que estaba haciendo, ya que nunca a nadie había tratado así, siempre lo hacia con indiferencia, pero esta vez era diferente
-El gusto es mío, ¿Te puedo decir Mike?- con una disimulada pero bella sonrisa en su rostro lo dice
-Bueno creo que si
-Soy nuevo aquí y como te vi muy solo y yo estoy solo, creí que seria bueno conocerte a ti primero, así que ¿quisieras ser mi invitado hoy para ir a mi casa de visita? Por favor di que si- al decir la ultima frase el zorro hizo una expresión de cachorrito para poder convencerlo
-OK a que hora?- Lo dice muy sinceramente ya que comienza a mover la cola de un lado a otro, por que se siente contento con la invitación
-Saliendo de la escuela
-Esta bien
Luego de esta conversación tuvimos las misma clase de conversación que tienes cuando vas conociendo a alguien y todo eso. Luego a la hora de salida íbamos los dos juntos caminando por el pasillo, hasta que recordé que había dejado uno de mis libros en el salón y le indique que me esperase. Al momento de querer regresar con Sam, se aparecieron la bola de abusivos que siempre me hostigaban.
-¿A dónde vas fenómeno?- dice el líder de la bola de fracasados
-Eso no te interesa- contesta el lobo sin analizar las palabras que salen de su boca y cuando lo hizo ya era demasiado tarde- lo siento no quería decir eso
-Pero ya lo hiciste y ahora tendrás tu merecido- comenzaron a golpearlo ferozmente, hasta que alguien llega y saca a Mike de la multitud- hey no te metas
-No vete Sam te destrozaran y además ya estoy acostumbrado, estaré bien
-No me iré hasta que paguen por lo que hicieron- el lobo solo se quedo viendo, ya que no podía moverse, este grupo de abusivos se abalanzaron en contra de el zorro, que la verdad no era nada intimidatorio
Luego de que vi que no parecía haber salida para Sam, el repentinamente les da la golpiza de su vida, sin que uno solo lo alcanzase a tocar, esquivando cada golpe como si fuese Neo en la película de Matrix.
-Y si vuelven a molestarnos, la próxima vez será peor para ustedes- al terminar de decir esto, comienza a checar si su ropa no se mancho de sangre, cuando ve que esta limpia, se dirige al pobre lobo, que se encontraba aun impactado por la sencillez con la que los apaleo a todos- ¿Oye estas bien?
-Si, pero... ¿Cómo?... Es que...- no lograba completar sus frases, pero aun así Sam entendía lo que quería decir
-Bueno, lo que pasa es que soy un aficionado a practicar las artes marciales, desde que era niño y gracias a eso se defenderme muy bien, te puedo dar clases un día... digo si quieres- a lo que el lobo ve un brillo en los ojos del zorro y se distrae por un momento
-O claro que me gustaría, pero ahora no creo que se pueda- dice esto por que tiene muchos golpes por todo el cuerpo y no puede moverse con libertad
-No importa ya habrá tiempo, ahora déjame ayudarte, te llevare a mi casa para curar tus heridas, es lo bueno de tener una mama que es enfermera- y el lobo solo se sonroja por la cercanía de sus rostros al recibir la ayuda del zorro
No dirigimos a su casa y conocí a sus padres, buenas personas. Su padre era chef de un restauran muy popular y su madre como ya lo mencione era enfermera. Me recibieron con mucha hospitalidad y ese día pedí permiso a mis padre para quedarme a dormir en su casa, a lo que ellos no se opusieron, por que yo no tenia ningún amigo y ellos recibieron esta noticia como un bendición.
Esa noche nos pasamos hablando sobre muchas cosas, pero mas que nada de nuestros sueños y metas. Así que hicimos un pacto, estuvimos de acuerdo de que en 8 años si perdíamos comunicación nos encontraríamos en el Empire State en New York, ya que los dos concordamos en que nos gustaría visitarlo alguna vez y que mejor que visitarlo con un amigo.
En fin, el me hizo cambiar completamente, gracias a el comencé a abrirme hacia los demás y nos hicimos muy populares. Gracias a el ahora soy lo que soy, desgraciadamente luego de que terminamos la preparatoria, sus padres tuvieron que mudarse y después de eso perdimos comunicación, por que los estudios te exigen que sacrifiques demasiadas cosas y el fue una de ellas. Mi mejor amigo en todo el mundo, pero claro luego llegaste tu, la hermana que nunca tuve y mi fiel amiga, la tigresa rompe corazones Keyla.
Aun así siempre tuve la esperanza de que cumpliera nuestro pacto. Y ese es el por que hoy estamos aquí- dice esto mientras se detienen frente al edificio Empire State
-Entonces hay que entrar ¿No?- dice esto muy sarcásticamente
-Si ya entendí, no tienes que ser tan sarcástica- lo dice con un tono molesto
Entraron al edificio y tomaron el ascensor para llegar hasta lo mas alto del edificio, por que acordaron en encontrase en la cima se este. Al llegar ambos comenzaron a buscar al zorro con ayuda de una foto que conservaba desde haces muchos años.
Buscaron y esperaron por mucho tiempo a que este apareciese, pero no lograron encontrarlo.
-No vino- lo dice el lobo con mucha tristeza en su voz y con varias lagrimas que comenzaron a brotar de sus ojos- Soy un tonto, como si fuese a tomar en serio una promesa que hizo hace 8 años- Keyla intenta aproximarse para consolarlo, pero por alguna razón se detiene
-Nunca dudes de mi, yo siempre cumplo mis promesas Mikey- escucha a alguien decir eso al lado de el, y recuerda que solo una persona en su vida lo ha llamado así, con lagrimas aun en sus ojos, ve los pies de quien esta frente a el y va subiendo su vista hasta ver la cara de aquel zorro que quería tanto ver, y sin poder evitarlo Mike solo se abalanza hacia el para abrazarlo- Vaya no creí que me extrañaras tanto
-Es que pensé que no vendrías- lo dice mientras derrama otras lágrimas, pero ahora eran de felicidad
Por ahorra lo dejare hasta aquí, para que no se cansen de leer, pero no se preocupen ya casi tengo listo el otro, es que es de dos partes.
Lo mismo de siempre, dejen sus comentarios y todo eso. En serio dejen sus comentarios.