El tigre y el dragon
#5 of El Lobo guardian
Doy inicio a la quinta parte. Disculpenme si tarde, pero me he sentido mal estos dias, aparte de que una amiga me pidio una historia especial. Al menos ya estoy de vacaciones... por tres meses!!! Ademas de que mis problemas terminaron mejor de lo que esperaba. Recuerda que si no tienes gustos homosexuales no es coherente que sigas leyendo esta historia. Y como nota, hay un pequeño chiste, bueno, muy largo, largo chiste, y muy vulgar. Si alguien resulta ofendido al leerlo, disculpenme.
Al igual que en la historia anterior, te dedico esta y todas las que haya escrito y que escribire a ti, mi amado James. Gracias por permitirme entrar a tu corazon y mostrarte el enorme amor que siento por ti. Jamas olvidare ese dia, ni ninguno de los que pase contigo. Te amo James.
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Fue la mejor noche de mi vida. Soñe que volvia a hacer el amor dulcemente con James, durante toda la noche. Pero quiza no fue un sueño. Me daba igual, estaba a su lado, como siempre quise tenerlo. Renuncie a la herencia que tanto tiempo habia soñado solo por el. No me importaba, pues me quedaria con el aunque me dieran todo el oro del mundo. Si antes de conocerlo senti el amor, es algo que no puedo decir, pues lo que ahora sentia por el iba mucho mas alla.
Al despertar estaba entre los fuertes brazos de ese hermoso lobo que tanto he amado. Dormia profundamente, con una sonrisa en su rostro. Le di un beso, que lo desperto al instante. Me abrazo con mas fuerza, mientras comenzaba a darme un beso frances. Puse mis garras sobre su cintura, mientras las suyas recorrian mi espalda lentamente. Abri mis ojos y me sorprendi al ver que el tambien me estaba viendo. Es incorrecto que beses a alguien con los ojos abiertos, pero no parecia importarnos.
Tras un largo minutos rompimos el beso. Sus garras jugaron un rato con mi melena. Entonces fue cuando vi la cicatriz de su brazo izquierdo. No, la he visto muchas veces, pero no veia un buen momento preguntar. Pero no me quedaria con la duda otro dia.
-- ¿Dormiste bien?--me pregunto.
-- ¿Qué te hace pensar que no?
--Pues... pasamos toda la noche... ya sabes.
--Sabia que no habia sido un sueño. Ha sido la mejor noche de mi vida.
--Para mi tambien. Pero no es necesario nada de esto. Con estar contigo me basta para que cada dia sea maravilloso.
--Gracias James. Nunca pense que pudieras hacer algo tan especial como esto. Las velas, los petalos. Es algo muy lindo.
--Bueno... me gusta que las cosas salgan lo mejor que pueda. Queria que recordaras esto por el resto de tu vida.
--Gracias--espere un momento, para luego preguntarle sobre su cicatriz--. No quiero parecer chismoso pero, ¿cómo te hiciste la cicatriz?
--Ah... bueno, es una historia graciosa. ¿Recuerdas al tigre y al dragon que estaban ese dia en el gimnasio?
--Si.
--Bueno... hace casi un año...--entonces se transporto un año atrás, al momento en el que conocio al tigre y al dragon.
En cierta escuela de karate, que tampoco me paga por publicidad, un lindo lobo entro, en busca de su buen amigo Frank. Usualmente James no va a ese lugar, pues ahí se encuentra el joven Sam, un dragon que le ha causado ciertos problemitas a James. De 1.70m, con brillantes y grandes ojos verdes, y una linda piel de escamas azules. Era quiza el mejor estudiante de karate de toda la ciudad. Pero se burlaba de James muy seguido por su sobrepeso, lo que a James no le gustaba. No tenia opcion, Frank le dijo que estaria ahí y tenia que ir a verlo para platicar de algo importante.
--Miren quien esta aquí, el gordo James--le insulto Sam, que solo vestia un pantalón gris.
--No fastidies "escamas".
-- ¿Qué pasa? Al gordito le molestan las verdades
--Sam, basta--le dijo alguien desde una puerta tras de el. Un tigre de bengala blanco, de 1.75m con lindos ojos negros, que vestia con un pantalón blanco y llevaba una cinta atada a su frente. Su nombre es Daniel--. No tienes por que hablarle asi. ¿Ha que has venido?
--Me dijo Frank que estaria aquí.
--Si... estuvo. Pero se fue hace diez minutos. Dijo que lo sentia pero que un familiar se habia puesto grave.
--Ya veo.
--Bien, ahora largate--le dijo Sam.
--Mira, bajale de huevos que se te amarilla el pan. Ya me estas comenzando a cansar.
-- ¿En serio?--se puso frente a el-- ¿Y que piensas hacer en mi contra? No tienes el valor de...
Pero James no soporto ni un segundo mas. Le dio un puñetazo en el rostro antes de que terminara de hablar. Pero las escamas de Sam son duras, lo que lastimo un poco a James. Sin pensarlo, Sam le lanzo un arañazo. James trato de bloquearlo, pero el zarpazo llego a su brazo izquierdo, provocando una profunda herida. Después, aprovechando su distracción, le golpeo el rostro y lo lanzo al suelo, inconciente.
Cuando desperto estaba acostado en una pequeña cama. Su brazo estaba vendado, y su cabeza dolia un poco. escucho unos pesados pasos acercarse. Fingio seguir inconciente, mientras Sam y Daniel entraron a la habitación.
--Parece seguir inconciente--señalo Sam.
-- ¿En serio? No lo habia notado.
--Me suena a sarcasmo.
-- ¡Es sarcasmo! ¿Cómo crees que vaya a despertar? ¿Y si queda en coma?
--No exageres.
--Asi soy de exagerado.
James abrio un poco los ojos y se sorprendio al ver lo que ocurria. Sam se puso tras Daniel y comenzo a masajear sus hombros.
--Ya, ya. Estas muy tenso.
--Conozco a su papá. Claro que voy a estar tenso.
--Sabes que actuo impulsivamente. Recuerda lo del psicologo.
--Tienes razon. Debo calmarme.
--Asi, relajado--comenzo a bajar sus garras por entre sus brazos. Llego a su pantalón y comenzo a desabrocharlo. Daniel acaricio el rostro de Sam, para luego girar un poco su cuello y poder darle un beso.
El pantalón de Daniel cayo al suelo junto con sus boxers. Una verga de 12 pulgadas semi erecta aparecio. Sam comenzo a desabrocharse el pantalón con su garra derecha, mientras que con la izquierda lo masturbaba ligeramente. Daniel siguió besando a Sam, acariciando su rostro. Finalmente Sam se bajo el pantalón, dejando ver una verga que comenzaba a despertar. Tras unos 5 segundos 14 pulgadas en todo su esplendor, que terminaban en una punta que parecia capaz de atravesar cualquier cosa.
Daniel se puso a cuatro patas, levantando la cola para que no estorbara. Sam se hinco tras el y tomo su verga con su garra. Puso la punta justo en la entrada del culo de Daniel, el cual al instante arqueo un poco su espalda y lanzo un suave ronroneo. Sam comenzo a penetrar el culo de Daniel, quien solo lanzo un ronroneo mas fuerte y arqueo lo mas que pudo su espalda, mientras las 14 pulgadas de carne de dragon entraban en el. Daniel comenzo a rascar el suelo de madera con sus garras, mientras comenzaba a lanzar suaves gemidos de placer. Sam se dejo caer sobre la espalda de Daniel, mientras comenzaba a dar suaves embates. Lamia con su larga lengua el cuello de Daniel, mientras le rascaba ligeramente tras sus orejas. Tomo la verga de Daniel con su garra derecha y comenzo a masturbarlo lentamente. Aumento la velocidad de los embates, lo que provoco en Daniel una sensación mayor. Clavo sus garras en la madera, mientras lanzaba un fuerte gemido. Se sostuvo con fuerza para no caer al suelo. Sam acelero los embates, mientras meneaba su cola de un lado a otro. Del mismo modo se encontraba Daniel, que cada vez parecia sentir mucho mas placer. Giro un poco su cuello y le dio un profundo beso a Sam, lo que lo hizo acelerar un poco mas los embates. Ambos gemian cada vez mas y mas fuerte. Y sin ningun aviso alguno, Sam dio el ultimo golpe. Encajo toda su verga dentro del culo de Daniel y lanzo un torrente de semen hacia los intestinos de Daniel. Un poco salio por las pequeñas aberturas que quedaron. Al mismo tiempo Daniel comenzo a eyacular, lanzando largos disparos de semen al suelo de madera. Ambos lanzaron un profundo rugido. Después cayeron al suelo, exhaustos. Sam retiro su verga del culo de Daniel y después le dio un beso.
Entonces James cometio el error. Se acerco a la orilla de la cama y cayo de ella estrepitosamente. Los dos amantes se dieron cuenta y se asustaron al notar que James estaba despierto. Se levantaron y fueron a otra habitación. James se levanto asustado, pensando en lo que podria pasar después. Se acerco a la puerta para irse pero Sam lo detuvo.
-- ¿A dónde vas?
--Ah... bueno... es tarde y tengo que irme a casa... asi que mejor me voy.
--Tu no vas a ningun lado.
--Pues te guste o no, te quedaras aquí--señalo Daniel.
-- ¿Qué me quieren hacer? ¿Matarme?
-- ¿Matarte? Eso es una estupidez.
-- ¿Entonces?
--Nos encargaremos de que no digas nada--dijo Sam.
--Ah... no te preocupes. No dire una palabra.
-- ¿Por qué he de confiar en ti?
--Deberias. Soy una persona de confianza.
--No lo creo. Tenemos una dignidad que mantener. Si alguien se entera de esto...
-- ¿Se avergüenzan de quienes son? ¡No puedo creerlo!
--No es que nos avergoncemos--le dijo Daniel--, pero la gente no nos aceptaria.
--No con la reputacion que tenemos--añade Sam.
--Por lo que si alguien lo sabe seriamos la burla de todos--finalizo Daniel.
--Yo jamas le diria a nadie. Los conozco, y si, estoy de acuerdo en que no muchos los aceptaran. Se lo que les digo, yo tambien soy homosexual.
Sam y Daniel se sorprendieron al oir eso. Intercambiaron un par de miradas, para luego sonreir.
-- ¿Y te creyeron?--le pregunte.
--Si. Les dije lo que yo tambien pase. Trata de ser un homosexual en una escuela catolica.
--Vaya.
--Con el tiempo me fui haciendo su amigo. Sam no es tan malo después de todo. Es un dragon agradable.
--Y por lo que oi muy bien dotado.
--Oye--me dio un empujon, mientras yo me puse a reir.
--Tranquilo. Sabes que no tengo ojos para nadie mas que para ti, y siempre sera asi.
--Pues eso espero.
--No te escuchas convencido ¿Qué quieres que haga para demostrarte que no puedo fijarme en nadie mas que en ti?
James se quedo pensando por un momento. Después me miro con una sonrisa en el rostro.
--Un beso.
Le devolvi la sonrisa y lo rodee con mis brazos. Me acerque lentamente a su rostro. Entonces le di un largo y calido beso, que bien pudo haber durado horas. Sus garras jugaron con mi melena suavemente. Juntamos mas nuestros cuerpos. Y tras un par de minutos rompimos el beso.
-- ¿Conforme? ¿O necesitas mas pruebas?--le pregunte.
--No. Siempre he sabido que solo me amas a mi. Anda, hay que irnos.
--No. ¿Podemos quedarnos otro rato mas?
--Me encantaria, pero no podemos estar toda la mañana aquí.
--Es muy lindo. No tiene nada de malo.
--Pues si, pero podemos hacer otras cosas mas lindas. Es la cabaña de mis padres, podemos venir cuando quieras.
--...Ok--le conteste inconforme.
--Vamos, ¿no me digas que estas enojado?
--No es eso. Solo que... pues... no se.
--Mira, la proxima vez que hagamos el amor...--chasqueo los dedos--hare lo que me pidas. Sere tu esclavo.
Al oir eso no pude evitar mas que reir. Pues si, por que James se ofrecia a hacer lo que yo le pidiera. No podia imaginarme a ambos vestidos en cuero. Pero tampoco podia decirle que no, pues si se me hacia tentadora la oferta que me hacia.
-- ¿Todo?
--Todo.
--Ok.
Ambos nos levantamos de la cama y nos vestimos. Tome su garra y salimos de la habitación. Después salimos de la casa y subimos al auto, y comenzamos el largo trayecto de regreso a casa.
Tras 40 minutos de viaje llegamos a casa de James. Guardo el auto en la cochera y subimos a su habitación. Sus padres, con los mios, estaban en la panaderia, trabajando. Asi que podiamos quedarnos en la casa el tiempo que quisieramos. Me sente en la cama junto a el y tome sus garras entre las mias. Mire sus ojos y pense en los maravillosos dias que habia pasado junto a el. Habia iluminado mi vida. Me acerque a su rostro y le di un calido y largo beso. Ambos movimos nuestras colas de un lado a otro. Tras romper el beso me sente un poco mas atrás mientras el ponia su cabeza sobre mis piernas. Pase mi garra sobre su frente y lo mire a los ojos.
--Oye, lo he pensado bien--le dije.
-- ¿Qué cosa?
--Pues, ya dentro de unos meses vamos a terminar la prepa y...
-- ¿Y?
--Pues... voy a irme a Madrid a estudiar periodismo y... bueno... son cuatro años y medio...
--Y quieres saber si me quiero ir contigo.
--Pues... no me gustaria que descuidaras tu educación, que debe ser excelente, solo por mi.
Se levanto y me lanzo a la cama, para luego ponerse sobre mi. Froto su rostro sobre mi pecho varias veces, para después besarme el cuello.
--Tontito. Jamas me separare de ti. Estudiare gastronomia, y las mejores escuelas estan en Suiza. Y si, no he de negar que quiero la mejor educación. Pero espere bastante por encontrarte, y ahora no me quiero separar de ti.
--Pero no puedes hacer eso. No sacrifiques tu futuro por mi.
--Tranquilo. Tu carrera dura cuatro años y medio. La mia cuatro. Puedo esperar esos cuatro años. Vivimos primero en Madrid y luego nos vamos a Suiza.
--No es necesario. Claro que me gustaria estar siempre a tu lado, pero no tienes que esperar tanto.
James se lo penso por un momento. Un defecto, yo era terco, hasta el cansancio, y aun asi sigo siendo terco. Sabia que no me convenceria. Tras un par de minutos dijo.
--Bien, hagamos esto. Estudio contigo en Madrid. Debe haber al menos una escuela de gastronomia. Y cuando acabemos nos vamos a Suiza para que haga mi maestria. ¿Te parece?
--No lo se. Me gustaria pero... prefiero que vayas tu primero. Puedo esperar.
--Yo mas. Anda. Solo seran cuatro años. De ahí a Suiza y después podemos volver a Madrid. ¿Si?--me miro entonces con esos tiernos y dulces ojos que tanto me gustan y que me hacen decirle si a todo.
--...ok. Pero no me gusta la idea de que pierdas tiempo.
--El no estar contigo si es una perdida de tiempo--me beso de nuevo el cuello mientras jugaba con mi melena--. Ahora hay que pensar en algo que hacer.
-- ¿Qué sugieres?
--No se, ¿tiene algo en mente tu perturbada cabecita?
--... no. ¿Por qué no vamos a ver a tu abuelo?
--Esta bien.
Salimos de la casa y nos dirijimos hacia el asilo, donde debia estar el abuelo de James.
Caminamos durante 20 minutos (el asilo no estaba lejos y el mustang no tenia mucha gasolina) para llegar al asilo. Es (si, es, aun sigue en pie) un edificio agradable. La entrada parece decir "entra y quedate aquí los ultimos 4 o 5 años de tu vida", pues estaba adornada con flores de todo tipo, parecia panteón la entrada. Pero eso no le quitaba el ambiente a tranquilidad. El recibidor era un sitio agradable, con muebles finos y fotos de algunos politicos que han estado ahí. Las enfermeras son muy amables. El jardin donde los ancianos pasan gran parte del dia es... bueno, no creo que sea tan facil describirlo, asi que lo dejo a su imaginación. En ese jardin estaba el abuelo de James.
Robert Summers, veterano de la Segunda Guerra Mundial, es ahora un lobo muy agradable. De 1.85m, con unos grandes ojos negros, y una buena condicion fisica a pesar de tener 84 años. A diferencia de otros veteranos, el no habla sobre alguna anécdota de guerra. Pero si es un abuelo valiente. Siempre carga una .45. Aunque claro, su habitación esta llena de condecoraciones, lo que indica que fue alguien sumamente importante. Al llegar James se acerco lentamente por su espalda, queriendo sorprenderlo.
--Hola James--le saludo su abuelo sin siquiera verlo tras el. James solo lanzo un leve gruñido de frustración.
-- ¿Cómo sabias que estaba ahí?
--El tiempo no pasa en balde, excepto en mi. En lugar de perder mis sentidos, estos fueron en aumento. Ademas que apestas a sudor.
--Pues eso parece--le contesto James después de confirmar eso ultimo.
--Hola Alfred.
--Hola señor Summers.
--Niños, parece que han estado jugando mucho. Me alegra que esten juntos, pero ahí cosas mas importantes que... ya saben.
--Ah... si, jeje. Supongo que se nos paso.
--No se preocupen. No creo que alguien mas lo vaya a notar. Pero diganme, ¿a que han venido?
--Alfred queria verte. No se por que pero queria verte.
Robert se levanto, dio una vuelta como si estuviera modelando y después me miro.
--Bien, ya me viste--me dijo. Después de eso los tres comenzamos a reir. Me alboroto la melena y después sonrio--. Vengan a mi habitación--camino hacia un pasillo, y como ovejas vamos tras el. Habia varias puertas que, por logica, llevaban a las habitaciones. Al llegar a una puerta en especifico, Robert la abrio y entro a su habitación, seguido de nosotros.
Apenas entrar te juro que dices: No mames! Y es verdad. Esta totalmente ordenada, de pies a cabeza. No hay ninguna prenda en el suelo, ni desdoblada, nada. Todo esta en su respectivo cajon. En las paredes hay acomodas, simétricamente, fotos de su epoca como militar, junto a muchas condecoraciones. Tambien estaba totalmente limpio, sin ninguna muestra de suciedad. Ninguna. El claro ejemplo de un perfeccionista. Pero una foto en especial llamo mi atención. Una foto donde Robert salia junto a un leon con el uniforme de un doctor. Me acerque y preste atención. Si, era el. No cabia duda.
-- ¿Conocio a mi abuelo?--le pregunte, cosa que lo tomo desprevenido. James tambien se sorprendio.
--Ah... bueno... si, se me paso decirte.
-- ¿De donde?
--Era el paramedico de mi unidad. Al principio no le preste mucha atención. Era muy tranquilo. Siempre aislado del resto de los demas. Para era como cualquier otro, un cadáver mas. Pero un dia, una bala perdida impacto contra mi pecho. Crei que iba a morir, pero gracias a el me salve. Me estuvo cuidando por cuatro dias, mientras me mejoraba. De ahí nos hicimos buenos amigos. Ja, usualmente nos llamaban el tigre y el dragon.
-- ¿Por qué?--pregunte.
--Yin y Yang. El era el lado bueno, tranquilo, amable, siempre buscando lo positivo. Yo era el lado malo, violento, brusco, negativo. Eramos como agua y aceite, pero dependiamos el uno del otro. Eramos un buen equipo. Después de la guerra nos seguimos viendo un poco, pero después nos separamos.
--Nunca me dijo nada sobre usted.
--Quedamos en no hablar sobre el otro. Nunca pensamos que nuestras familias fueran a seguir tan unidas.
--Eso parece.
Observe de nuevo la foto. Mi abuelo se veia tan joven y feliz. Siempre sonriendo. Llevaba solo su mochila al hombro. Robert solo llevaba su uniforme de... francotirador. Si, con su camuflaje y todo. Ambos estaban abrazados, sonriendo. Entonces note que tambien, ambos, llevaban un rifle al hombro.
-- ¿Mi abuelo tambien fue tirador?
--Solo por unos dias. Necesitabamos alguien que reemplazara a un compañero que por una granada quedo ciego. El reemplazo tardaria en llegar, y tu abuelo se ofrecio. No estuve de acuerdo al principio, pero demostro un gran potencial.
--Nunca me dijo nada.
--Nadie lo supo. Jamas escribio esas cosas en sus cartas a tu abuela. Sabia que la preocuparia mucho si se lo decia. El siempre estuvo pensando en ella.
--Ahora entiendo muchas cosas. Como por que tenia ese rifle si nunca disparo un arma tan fuerte.
--Si. Nunca quiso que se preocuparan.
--En cambio mi abuelo se la pasaba diciendo todo lo que hacia en batalla.
--Por eso tambien eramos diferentes. El no queria que la gente se preocupara por el. Yo siempre queria ser el centro de atención con mis anecdotas.
Pasamos el resto de la tarde hablando de, sorprendentemente, sus anécdotas de guerra, cosa que solo sabian la abuela de James y sus compañeros veteranos, los cuales ya muchos estan muertos.
Después de un par de horas de anecdotas de guerra, nos despedimos del abuelo Roberts (es que ya le tenia mucho cariño) y fuimos a la panaderia a ver a nuestros respectivos padres. Iba tomado de la garra de James, con mi cabeza sobre su hombro y nuestras colas entrelazadas. La gente nos veia como si fueramos una especie extraña, pero no nos importaba. Somos felices siendo como somos, y es lo unico que nos importa.
Tras haber caminado un largo rato llegamos a la panaderia de los padres de James. Entramos y... ¿recuerdan la panaderia de Takato en Digimon 3? Pues es igualita, igualita. Entonces me dio un ataque de risa cuando vi a mi papa con el sombrero y un mandil. Tuve que agarrar un trozo de pan y fingir que me estaba ahogando para que no se diera cuenta. Después fuimos con ellos, yo aun con algo de pan en la boca.
--Hola niños.
--Hola papa, mama, señores Sherford--saludo James.
--Hola papa... mama... señores Summers--les salude yo, aun con pan en la boca.
--Alfred, no es la forma correcta de hablar.
--... lo siento.
-- ¿Cómo pasaron la noche?
--Bien. Bien. Como cualquier otra persona.
--Fuimos a ver a mi abuelo. No sabiamos que mi abuelo conocia al de Alfred--les dijo James.
-- ¿En serio? Nunca me dijo nada a mí--le contesto mi papa.
--Si. Tiene una foto donde sale con un rifle. Mi abuelo jamas me dijo que uso armas como esas.
--Sus razones habra tenido.
--Nos dijo que según el no queria preocupar a mi abuela.
-- ¿En serio?--pregunto la mama de James--Mi papa se la pasaba diciendo en sus cartas todo lo que hacia. Tengo una caja entera de historia.
--Vaya. No me sorprenderia al ver lo que dicen sus cartas--admitio James.
De repente llego el unico caballo de esta historia. Frank, vestido con un tipico traje español, se pego al vidrio desde afuera. Golpeo varias veces para llamar mi atención, después entro y empezo a reir.
--Oye--me dijo--es hora.
-- ¿Hora de que?
-- ¿Lo olvidas? Tenemos trabajo para mañana. Vamonos.
Entonces recorde lo que habia dicho ayer, aceptar el papel que Frank me ofrecia en su acto. No me quedaba de otra. Le explique a todos lo que tenia que hacer y luego me fui con Frank al bar.
Y para no ponerselas tan cardiaca, saltemonos a la noche del dia siguiente, justo la noche del acto. Iba vestido con un pantalón café, una camisa blanca y un chaleco café. Frank se la pasaba dandome indicaciones. Y oh sorpresa, al ver que quien me ayudaria a ser el sketch era el dragon Sam, y una leona llamada Kate. Y si, el bar estaba igual que ese dia. No fue facil, pero al menos me diverti.
--Bueno damas, caballeros--comenzo a decir Frank ante el publico--, se supone que yo seria quien diria este chiste, pero no puedo realizar el acento español. Asi que le pedi a un amigo que lo hiciera por mi. Espero que sea de su agrado.
Dejo el escenario y nos hizo la señal. En el escenario habia una mesa, y un par de sillas. Sali por el lado derecho, mientras Sam salia por el lado izquierdo. Mire al publico y vi que todos estaban mirandome, serios. Casi al frente estaban sentados mis padres, los padres de James, y James. Me sente frente a Sam, y me mostre preocupado.
--Oye--le dije con mi acento español--, fijate que he tenido problemas muy serios con pilar.
-- ¿Con pilar? ¿La que detiene el techo de tu casa?--me contesto Sam tambien con un perfecto acento.
--No, joder, con Pilar mi esposa.
--Pero como vas a tener problemas con Pilar si es una linda persona, hombre.
--Pues si, lo que pasa es que últimamente he agarrado una mañita muy pendeja de que... apenas le meto la polla y me vengo y se encabrona, y me dice unas cosas horribles.
--Bueno pues... ¡pues tu tienes la culpa cojones! Que no te vengas luego luego. Quedate un rato en casa y luego te vienes a platicar conmigo.
--No me estas entendiendo un coño, ¿verdad? ¡Que me vengo! ¡Que escupo la midea!
--Ah, ah, ah. Eyaculas.
-- ¿Asi se llama?
--Si, y lo que te pasa actualmente se llama eyaculacion precoz.
--Me importa un bledo como se llama. ¿Se cura o no se cura?
--Pero claro que se cura. Si es de lo mas sencillo. Yo lo he padecido hace un tiempo y me lo quitado de la manera mas sencilla. Mira, yo tenia una pistola en casa por si algun dia se metia un ladron. Entonces... me ponia hacer el amor con la maripepa... y cuando yo sentia que, como tu dices, que venia la midea empujando fuerte, agarraba yo la pistola y soltaba el plomazo. Y con lo de, que fue ese ruido, que ha pasado... nos echabamos otros diez minutos.
--Hombre, que yo con diez minutos Pilar me pone una estatua en el Zocalo, coño. En Plaza Mayor, me cago en la puta que lo pario--me levante--. Gracias, que no te beso por que te pinto los huevos hijo, pero gracias.
Cambio de escena. Tras un minuto, estaba frente a unas escaleras.
-- ¡Pilar!
--Chinga a tu reputa madre--me contesto Kate, tambien con un buen acento.
--Pilar, por Dios.
--No metas a Dios en esto, que es tuyo y mio nomas, eh.
--Pero Pilar, que soy tu marido.
--Pues mi marido nomas de nombre hijo de puta. Por que en lo demas me dejas a la mitad o la cuarta parte, joder. Que tengo que terminar con el dedo, ya lo tengo chato, cabron.
--Pero Pilar, que me estas ofendiendo.
--Pues para eso lo hago, pa' que te ofendas hijo de puta. Te quisiera hacer un cariñito, te lo digo cojones. Asi no, ni madres.
--Pilar, baja.
-- ¡Que no bajo! Que baje la puta que te pario.
--Pilar, baja o subo y te madreo--entonces, tal y como me dijo Frank, di la vuelta y mire al publico, y les hable con mi acento normal--. Y la vieja se lo penso dos veces. Por que este cabron era un pinche mono, cabron. Pinche vasco. Un putazo y la voltea al reves--entonces Kate se puso a mi lado, y yo voltee y la mire, siguiendo con mi acento español.
-- ¿Qué? ¿Me querias ver de frente? Aquí estoy ya. ¿Me querias ver la cara? Aquí esta la cara. Ahora que, ¿eh? ¡¿Qué?!
--Pilar, es que, estas exagerando, coño.
-- ¿Exagerando, hijo de puta? ¿Exagerando?
--Pilar, que lo unico que yo quiero es hacerte sentir mujer.
-- ¿Tu?--comenzo a reir--Mostrandome un espejo seria la unica forma. De lo demas nada.
--Pilar, Pilar, Pilar. Te quiero hacer el sesenta y nueve.
Vuelve a reir.
--Con que llegaras a diez, cabron. Me conformaba.
--Pilar, Pilar, Pilar. Que te estas saliendo, ¿eh? Me estas mandando a la... ¿eh? Me estoy encabronando.
--Pues encabronate hijo de tu puta madre.
--Ya esta. Pilar, que te quiero hacer el amor--finjo darle un golpe para lanzarla a una como cama--. Y va a ver sesenta y nueve.
Cambio de escena. Miro al publico y Kate deja el escenario. Claro, por respeto a la moral, no se presentaria una escena como esa.
--Y bueno, ya saben, ¿no? El sesenta y nueve. Mire, le voy a enseñar. Haga de cuenta que pone un seis asi, y un nueve asi--dije con mi acento normal mientras dibujaba en el aire--. Y bueno, empezo a hacer su... labor. Y la vieja empezo a sentir bonito, ¿no? Inconciente, inconciente, pero le gustaba. Y ahí estaba el. Y la polla de el a la vieja le campaneaba por la cara. Y ya despierta dijo, bueno, voy a hacer lo que me toca, ¿no? La agarro, y la bajo el... como telefono. Como si fuera regadera de estas de, de telefono. Pero cuando el cabron sintio el vaho, el vaho. Ni siquiera lo habia tocado, el puro calorcito. Agarro la pistola y dio el plomazo--saque una de las pistolas que usan en las carreras y dispare. Espere un par de segundos--A la mañana siguiente...
Cambio de escena. De vuelta a la mesa. Sam esta sentado. Camino hacia la mesa y me siento frente a el.
--Que, ¿Cómo ha ido todo? De maravilla, ¿eh?--me dijo Sam.
--No...--le conteste decepcionado--... no fue buena idea.
--Pero por que si a mi me ha funcionado rebien.
--Pues si, pero a mi no. Fijate que estabamos en pleno sesenta y nueve. Y yo en cuando he sentido el calorcito en la boca, que suelto el plomazo y coño... que me ha pegado una mordida en la polla... que no me la arranco por que Dios es grande. Que la traigo toda alrededor pegada con vendoletes, coño. Que cuando tengo que orinar le tengo que hacer canalita. Pero eso no es lo mas grave.
--Pero como, ¿Hay algo mas grave?
--Pero mas, bastante mas. Que con el susto le ha dado una diarrea... que se me cago en la cara, hijo. Tu no sabes lo que es tener amalgamas de mierda. Caca entre las pestañas. ¿sabes lo que es que te metas el Royaltin y te salga pura mierda en las orejas? Eso es lo que sale, me cago en la leche. Que ya me he bañado cuatrocientas veces y sigo apestando a caca. Pero eso no es lo mas grave.
--Pero como, ¿hay algo mas grave?
--El tipo que salio debajo de la cama diciendo, no me mate señor, no me mate.
En ese momento el lugar estallo en risas. Claro, no es lo mismo leerlo que escucharlo, pero es parte de mi vida, y merece ser escrito. Todos comenzaron a reir y aplaudir. Sam, Kate y yo les dimos las gracias a todos y dejamos el escenario.
Apenas dejo el escenario Frank se me echo encima. Me abrazo con tal fuerza que me saco el aire, y me levanto un par de centímetros.
--Alfred, estuvo genial. Jamas habia visto tal actuación como la tuya. Ustedes tambien estuvieron excelentes--refiriendose a Sam y Kate--. Pero para ser su primera vez, estuvo genial. ¿Cómo quieres que te de las gracias?
--Soltandome... que me estas asfixiando.
--Ah ok--me solto y trate de tomar aire, pero no me sirvio de nada pues luego James fue quien me abrazo con fuerza, aunque a mi sus fuertes brazos no me molestaban.
--Cariño, felicidades. Lo hiciste increíble.
--Gracias amor. Crei que lo iba a hacer mal.
--En lo absoluto. Lo hiciste de maravilla.
--Sin tomar en cuenta todas las vulgaridades--me dijo mi papa--, no estuvo tan mal. Eres buen actor.
--Siempre crei que tenias cualidades hijo--señalo mi mama.
--Mama, sabes que no voy a ser actor. Sere periodista.
--Te pagan mejor de actor--me trato de convencer Frank.
--Si, pero quiero ser periodista.
Y de ahí comenzo una platica y después una cena donde se pasaron felicitandome y tratandome de convencer de que tomara la actuación en lugar del periodismo. Pero me iria a Madrid a estudiar periodismo, y ya estaba decidido. Pasamos un largo rato cenando. Frank se la paso felicitandome toda la noche. Pero yo no pensaba mas que en estar con James.
Tras dos horas mas en el bar, me libre de mi familia. Supuse que ellos sabian que James y yo queriamos festejar. Que sorpresa, no pense que me fueran a aceptar tan facil. Tendria que pasar un tiempo que los cuatro tambien se querian librar de nosotros, si saben a lo que me refiero. James y yo salimos corriendo, agitados. Fuimos corriendo hacia mi casa, tomados de la mano, deseando estar juntos. No, no estabamos desesperados, solo deseabamos festejar este triunfo.
Al llegar a mi casa subimos a mi habitación. Cerre la puerta y puse seguro. James me dio la vuelta y me rodeo con sus brazos para acercarme hacia el. A tan solo un centímetro de su rostro, ambos nos sonrojamos.
--Fue un excelente trabajo amor--me felicito.
--Gracias. Pense en ti en cada segundo. Me inspiras.
--Me alegra que sea tu musa.
--Siempre lo has sido amor--después, sin poder resistirme mas, le di un apasionado beso. Mis manos recorrieron su espalda. Las suyas sujetaron mi cabeza y, siendo el mas alto que yo, me levanto un poco mientras seguia besandome.
Al romper el beso me cargo en brazos y me llevo a la cama. Me deposito suavemente en la cama. Se puso sobre mi y comenzo a besarme de nuevo mientras me desabrochaba el pantalón. Yo fui desabrochando lentamente su camisa, para luego quitarsela lentamente, acariciando sus brazos. James me fue bajando lentamente con las patas el pantalón junto al boxer, mientras me quitaba el chaleco y yo me desabrochaba la camisa. Mire hacia sus ojos, en los que note un brillo especial. Sus mejillas sonrojadas me hicieron sonreir. Me empezo a besar el pecho, y fue bajando lentamente hasta llegar hasta mi vientre. Tomo mi verga entre sus garras y comenzo a lamerla. Lance un leve gemido ante la sensación. Tras un par de minutos la introdujo en su boca y comenzo a mamarla lentamente. Puse mi garra sobre su cabeza, rascando detrás de sus orejas. Eso lo hizo sentir mejor, pues comenzo a recorrer con su larga lengua todo mi miembro. Comence a lanzar gemidos un poco mas fuertes. Entonces se detuvo, me tomo por la cintura y me puso a cuatro patas. Yo simplemente me deje llevar, para después sentir su calida lengua lamer mi trasero. Tome una almohada y recoste en ella mi cabeza, mientras el abria mis gluteos y lamia la entrada de mi ano. Uno piensa que es asqueroso, pero vaya que se siente bien. Comence a masturbarme con la garra derecha, mientras ronroneaba. Tras dar una ultima lamida, se hinca tras de mi y pone la punta de su verga en la entrada de mi culo. La introduce lentamente mientras acaricia mi espalda. Cada pulgada que entraba me hacia lanzar un gemido de placer. Me masturbe mas rapido mientras mi espalda se arqueaba. Se recosto sobre mi espalda hasta llegar a mi rostro. Gire un poco mi cuello para poder darle un largo y apasionado beso.
--Dejame ayudarte con eso, ¿vale?--me dijo mientras tomaba mi verga para echarme una mano mientras me masturbaba. Yo le agradeci el gesto con un beso en el cuello. Pasamos un rato asi, con embestidas lentas, sin querer aun corrernos. De repente solto mi verga y me sujeto de los hombros, acelerando sus embestidas y la fuerza con la que las daba. Me senti tan bien ante eso. Beso varias veces mi cuello mientras aumentaba las embestidas. Entonces, por mas que tratamos de contenerlo, nos venimos. Yo lance todo mi semen a la cama. James solto su semilla dentro de mi cuerpo. Esa sensación calida siempre ha sido buena. Ambos lanzamos un fuerte gemido de placer. Ambos nos desplomamos de costado. Permanecimos asi un rato. James beso mi cuello varias veces, mietras sus manos recorrían mi pecho con dulzura. Tras un par de minutos James retiro su miembro de mi culo, lentamente. Después me puso boca arriba y se puso sobre mi. Introdujo lentamente mi verga dentro de su culo. Se recosto sobre mi pecho, para darme un calido beso. Acaricie su espalda con suavidad. Después baje mis garras hasta su cintura y la sujete con fuerza para comenzar a dar suaves embestidas.
--Se que esto te va a gustar--le dije mientras comenzaba a entrelazar mi cola con la suya, cosa que a el le encanta.
--Que lin... ah... lindo--comenzo a impulsarse con sus patas de arriba abajo. Mis garras recorrieron su espalda por completo, mientras aceleraba las embestidas. Comenzo a masturbarse con su garra derecha. Echo para atrás su cabeza mientras lanzaba un largo gemido de placer, momento que aproveche para besarlo varias veces. Cuando volvio a bajar su cabeza me dio un largo beso, que no paro hasta el final. Con mi garra derecha lo ayude a masturbarse. Me abrazo con su brazo izquierdo. Senti mi verga hincharse. Trate de contenerlo pero me fue inútil. Lance una ultima embestida, en la cual descargue todo mi semen dentro del cuerpo de James. Fue entonces cuando rompimos el beso. Lance un fuerte rugido de placer que, junto al aullido de James, recorrieron toda la calle, pero no nos importaba. El descargo todo. El tampoco pudo contenerlo. 6 disparos de tibio semen fueron descargados sobre mi pecho. Un poco llego hasta mi rostro. Jadeando, lamio el semen de mi rostro.
--Gra... gracias amor--me dijo exhausto.
--No tienes... por que agradecer--le di un beso para probar el semen de sus labios.
--Gracias por... ayudar a Frank.
--Bueno... tu me lo pediste... y lo hice por que... te amo.
--Yo tambien te amo.
Sin poder decir nada mas cayo dormido. Acaricie su cabeza un par de veces. Retire mi verga lentamente, sin despertarlo. Lo acoste a mi lado y bese su frente.
--Descansa amor--enlace con mas fuerza nuestras colas y lo abrace. Por mi cabeza solo veia una frase, muy curiosa por cierto. El tigre y el dragon. Ambos tienen diferencias. Eso me hizo comprender lo que era el verdadero amor. Muchos creen que es tener gustos exactos. Pero no. El verdadero amor es tener algunos gustos similares, y algunos diferentes. El verdadero amor es hacer cosas que no te gusten, solo por hacer feliz a quien amas. Yo lo entendi esa noche. No apreciaba actuar, pero si eso hacia feliz a James, entonces lo haria. Sin poder soportar mas, cai ante el sueño, en los brazos de mi amado lobo James.