amor de un mes

Story by loki288 on SoFurry

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Son las 9:00 pm es una noche oscura, ya que es luna nueva y no hay estrellas en el firmamento, en el balcón de una casa de tres pisos se dibuja la silueta de un tigre blanco de 20 años, de 1.85 cm, un cuerpo en el que se notaba que constantemente iba al gimnasio, con unos ojos cafés claros y de cabello negro que le llegaba hasta los hombros.

Alfred mira fijamente el firmamento en el lugar donde se supone que debería estar la luna mientras piensa "la luna nueva y yo somos iguales estamos vacíos pero con la esperanza de llenarnos algún día", mientras el tigre piensa esto en otro lugar de la ciudad de Medellín tres antropomorfos le entregan un sobre de manila a un león.

Alfred despierta de su sueño tiene su miembro completamente erecto, trata de recordar el sueño que acaba de tener pero como es normal no lo logra así que decide olvidarlo, se levanta y se dirige al baño para ducharse y alistarse para ir a la universidad, en el baño abre el chorro de agua y deja que esta corra libremente por su pelaje refrescando cada centímetro de su cuerpo y arrastrando con ella todas sus preocupaciones. Luego de bañarse se seca y se viste, es el primer día del semestre y hay un clima frió así que decide utilizar unos pantalones negros, una camisa de rayas y un saco blanco, baja y se encuentra a su madre una tigresa de unos 46 años, de 1.77 cm, un cabello de color negro, de ojos verde claros, de un pelaje anaranjado claro y de nombre Sasha.

-buenos días cariño- le dice la madre- el desayuno estará listo en unos minutos-

-hoy no voy a desayunar mamá voy tarde para la U- responde Alfred

-bien hablamos a la noche adiós cariño-

-adiós mamá-

Alfred sale de su casa con rumbo a la universidad y en realidad iba tarde así que decide tomar un taxi afortunadamente la universidad no queda demasiado lejos de su casa así que en unos minutos llega. Entra a la U y se dirige hacia el edificio número 12 uno de los edificios donde imparten las diferentes ingenierías, Alfred estudia ingeniería química, al entrara en el aula de clases ve a sus amigos sentado en los pupitres del fondo, se acerca ellos y saluda, sus tres amigos Marc (el chita), Dani (la yegua) y Alex (el leopardo) le responden el saludo, comienzan a hablar de lo que hicieron en las vacaciones hasta que llega el profesor que les imparte calculo, un águila con plumas de color marrón y unos profundos ojos amarillos de nombre Anthony.

-jóvenes silencio, silencio por favor- dice el profesor-hoy se une a la clase un nuevo alumno que fue adelantado, pasa-

Por la puerta del salón aparece un león de pelaje amarillo como el oro, de 1.90 cm, unos ojos verdes oscuros y de 19 años.

-hola a todos, mi nombre es Ricardo montenegro- dice el león

Su voz era como el coro de mil ángeles a los oídos de Alfred el cual estaba hipnotizado por la figura de aquel bello león que acababa de entrar a su clase, tenia la boca abierta y los ojos clavados en el musculoso pecho de Ricardo, Dani la única que sabia que Alfred era homosexual le dijo al oído:

-Alfred cierra la boca no será que alguien te descubra-

Dani tenía razón si no quería que todos en el salón lo supieran tendría que controlarse.

-hay un asiento vació enfrente de Alfred puedes sentarte allí- le dice el profesor

Ricardo hace caso y se sienta enfrente de Alfred.

La clase entera Alfred se mantuvo mirándolo disimuladamente para que nadie se diera cuenta de eso. Al terminar la clase de dos horas salieron al receso y Alfred se dirigió hacia la biblioteca como siempre hacia, pero en el camino se desvió hacia la panadería ya que como no había desayunado tenia hambre así que decidió ir por algo de comer. Luego de comer se dirige hacia la biblioteca, entra y se dirige hacia el tercer piso a donde se encuentran los libros sobre Colombia, comenzó a buscar hasta que encontró el libro que estaba buscando, pero al intentar cogerlo su mano se topa con la pata de un león que también quería aquel libro, Alfred retiro rápidamente su garra para que el león pudiera coger el libro pero este hizo exactamente lo mismo, Alfred voltea su rostro para ver quien era y allí parado mirándolo fijamente se encontraba aquel bello león.

-hola- dice el león

-hola- responde Alfred

-tu eres Alfred cierto?- pregunta el león

-si, y tu eres Ricardo- dice Alfred

-así es- Ricardo le extiende la pata -mucho gusto-

-el placer es mío- dice Alfred mientras le estrecha la pata

-al parecer a ti también te gusta la poesía- dice Ricardo mientras toma el libro

-si, así es- dice Alfred

-te gustaría acompañarme?- pregunta Ricardo

-me encantaría Ricardo- responde Alfred

-ven por aquí hay una mesa vacía y por favor dime Ric-

-bien-

Ric y Alfred se sientan uno frente al otro, Ric comienza a leer el poema estrellas de José Asunción Silva, Alfred escuchaba atónito como el león al que tanto amaba en secreto leía el poema de una forma tan clara y bella que era casi como si Alfred pudiera tocar las palabras de aquella bella lírica.

-pasa algo?- pregunta Ric

-que?, ah no, no pasa nada- responde Alfred con una voz temblorosa

-estas bien? Suenas extraño-

-si, estoy bien por favor continua-

Ric continua con su lectura mientras Alfred lo observa con un destello de luz en sus ojos. El receso acaba pronto para ambos así que acuerdan encontrarse allí mismo en el próximo receso. En sus clases Alfred no es capaz de concentrarse mientras piensa en la melodiosa voz que tiene su amado. En otro edificio mientras el profesor Bill un rinoceronte de una piel gris oscura, unos ojos cafés oscuros y de unos 47 años impartía su clase de química Ric pensaba "no, no me puedo estar enamorando de él, simplemente no puedo, no es correcto pero es que es tan bello sus ojos, su linda cola, su pelaje". En cuanto las cuatro tortuosas horas de clase terminaron Ric salió lo mas rápido posible y se dirigió hacia la biblioteca, al entrar no le importo nada de lo que le pudiera decir el vigilante y subió corriendo las escaleras hasta el tercer piso y cruzó lo mas rápido que pudo la puerta pero ya no estaba corriendo para no levantar sospechas ni el Alfred ni en los que pudieran estar allí pero no había nadie y ahora que lo pensaba no había visto a nadie mientras subía solo al vigilante, siguió caminando entre los estantes llenos de libros hasta llegar a la mesa donde él y Alfred habían acordado reunirse y tal como estaba acordado allí estaba Alfred con el libro en sus manos.

-hola, siéntate- le dijo Alfred

-hola- responde Ric

-bien como tú me leíste la vez pasada es mi turno de leerte-

-como quieras-

Alfred abrió el libro y dejó que cayera en una página cualquiera y comenzó a leer el poema que en esta se encontraba "Soneto con una salvedad de Eduardo Carranza" mientras escuchaba a Alfred leer el poema, a los oídos de Ric la voz de Alfred era como el coro de miles de ángeles. Cuando Alfred terminó de leer el poema Ric le dedica una dulce sonrisa y le dice:

-lees muy bien los poemas-

-gracias tu también lo haces genial-

-oye, dime sabes porque no hay nadie aparte de tu y yo en la biblioteca?-

-pues es porque ya todos se fueron y no han llegado los que estudian en la tarde-

-ah, y tu porque no te has ido?-

-pues porque yo también estudio por la tarde-

-bien, como a mi me adelantaron tengo que ver lo que no vi así que también me quedo estudiando por la tarde-

-genial-

Entonces comienzan a oír un murmullo, los antropomorfos que estudian por la tarde ya comenzaban a llegar en grandes cantidades.

-bien debo irme supongo que nos veremos mañana- dice Alfred

-claro te veo mañana en calculo- responde Ric

Ambos salen de la biblioteca juntos pero toman rumbos diferentes.

Esa noche tanto Ric como Alfred durmieron como bebes pensando en el otro. A la mañana siguiente Alfred se levanta entusiasmado ya que hoy volverá a ver a su amado león en clases. Baja a la planta baja y allí como todas las mañanas se encuentra su madre cocinando unos waffles.

-hola Alfred, como dormiste?-

-como un bebe-

-a si y eso como porque?-

-no lo se- mintió Alfred

Su madre le sirvió tres waffles con mantequilla y miel, Alfred comió lo más rápido posible cogió su mochila y salió de su casa sin despedirse. Caminó a paso rápido para llegar pronto a la universidad. Al llegar se dirige hacia el edificio número 12, al entrar a su salón enfrente de su asiento se encontraba Ric que le saludaba con su garra derecha.

-hola- dice Alfred

-hola- responde Ric

Siguieron conversando se cosas vanas hasta que llego el profesor, de ahí en adelante el día transcurrió normalmente Ric y Alfred se reunían en la biblioteca cada receso para leer un poco de poesía y charlar un poco sobre ellos. Así paso la primera semana del semestre.

El domingo suena el teléfono en la casa de Alfred y este contesta:

-hola- dice Alfred

-hola- responde Dani

-a que debo el honor?-

-déjate de bromas Alfred-

-bien pero a que llamaste no me vas a salir con la mentira de que llamaste a saludar-

-no, quería preguntarte si ya se lo dijiste-

-a que te refieres?-

-si ya le dijiste a Ric lo que sientes por él-

-no como crees, no se lo diré como podría eso seguramente acabara con nuestra amistad-

-no seas tonto es obvio que Ric siente lo mismo que tu-

-estas delirando-

-no estoy delirando, Alfred tu eres el único que no se a dado cuenta de eso ya toda la universidad lo sabe menos tu-

-claro que no, ni siquiera tienes pruebas-

-porque no te fijas en la forma que te mira, que te habla y como se comporta cuando esta contigo-

-como con todos-

-claro que no contigo es diferente es más... dulce-

-no es cierto-

-te comportas como un niño pequeño además cuándo te he dado motivos para desconfiar de mi?-

-bien tienes razón, no tengo porque desconfiar de ti y espero que tengas razón porque si no es posible que lo pierda-

-tranquilo funcionara te lo aseguro-

Al día siguiente Alfred se preparaba para decirle a Ric lo que sentía por él pero estaba demasiado nervioso. En el receso que separaba las clases de la mañana con las de la tarde Ric y Alfred se encontraron en la biblioteca como siempre.

-por el lado de río vienen los días de bozo dorado,...-

-Ric, tengo que decirte algo- le interrumpe Alfred

-claro y que es Alfred?-

  • pues bien eh yo... yo...-

-vamos Alfred que es?-

-yo... ¡yo te amo!-

Alfred luego de decirlo agacho la cabeza con una expresión de tristeza en su rostro, Alfred siente como Ric se levanta de su asiento y supone que este se va a ir pero de repente siente la garra de Ric lo coge de la mandíbula y le alza el rostro para luego plantarle un beso, su primer beso y de la persona a la que amaba más que a la vida misma, Ric rompe el beso y le dice:

-yo también te amo Alfred-

-en... en cerio?-

-claro, pero no encontraba como demostrártelo hasta que me dijiste que me amas-

Alfred le da otro beso mientras una lágrima recorre su mejilla, su lengua recorría toda la boca de Ric conociendo su sabor, un sabor que superaba todas las preocupaciones y le daba ganas de vivir, rompieron el beso cuando comenzaron a oír el murmullo de los estudiantes de la tarde llegando a la universidad.

-debo irme pero mañana te espero en el primer piso del museo bien?-dice Ric

-claro- responde Alfred

Alfred llega a su casa y encuentra a su padre un león de 1.83, un pelaje blanco, ojos verdes oscuros, de 47 años y de nombre James.

-hola hijo-

-hola pa-

-como te fue hoy-

-bien-

-muy bien por lo que veo, estas muy feliz, dime conseguiste novia?-

-algo así-

-bien y cuando me presentaras a la afortunada?-

-quizás algún día pa, pero ahora quiero descansar-

-bien luego tendrás tiempo de contarnos, que duermas bien-

-lo mismo pa-

Esa noche Alfred durmió como nunca había dormido, mientras en la casa de Ric este pensaba mientras intentaba dormirse "estaré con él todo el tiempo posible antes de..." y calló en un profundo sueño.

Al día siguiente Alfred y Ric se levantaron felices de que hubiera amanecido.

Cuando llego el receso Alfred salió como disparado hacía el museo, al llegar parado en la entrada vio a Ric que lo saludaba con la garra.

-hola- dice Alfred mientras se acerca

-hola, entremos- responde Ric

La mayor parte del receso se la pasaron viendo algunas pinturas y animales disecados, al llegar al cuarto y último piso vieron los esqueletos de los diferentes tipos de pterodáctilos que allí se encontraban. En este piso no había nadie aparte de ellos dos, al llegar a una columna de las que estaban en las esquinas Ric tomo por la pata derecha a Alfred y lo jaló hacía él dándole un profundo y largo beso, Alfred le rodeo el cuello con sus patas y Ric lo rodeo por la cintura acercándolo hasta que sintió el suave pelaje de su amado rozar con el suyo, luego de unos minutos rompen el beso y se abrazan fuertemente, Ric coloca su rostro sobre el hombro de Alfred y le susurra al oído:

-te amo, y no quiero separarme de ti nunca-

-no tienes que hacerlo si no quieres-

Ric suelta a Alfred, se fija en su reloj, toma de la mano a Alfred y comienza a bajar, en el camino no se encuentran a nadie así que salen del edificio cogidos de la mano sin importar lo que les diga el guardia pero este no les dice nada al salir no ven a ningún fur y con razón se habían demorado demasiado en el museo y las clases ya habían comenzado aunque no hace mucho así que no tendrían mayor problema con el profesor.

El resto del día fue normal excepto en el segundo receso cuando se encontraron en la biblioteca nuevamente pero esta vez no leyeron poesías.

Al llegar a su casa su madre le dice que llame a Dani que lo había estado llamando toda la tarde, Alfred subió a su cuarto, cogió el teléfono y marco el número de la casa de Dani.

-hola- dice Dani

-hola- responde Alfred

-Alfred donde estaba? Te llame toda la tarde-

-estaba con Ric-

-sucedió?-

-si así es y todo es gracias a ti-

Al otro lado del teléfono se escucho un grito que indicaba que se lo esperaba

-te lo dije-

-si, se que me lo dijiste pero no vas a comenzar a sermonearme con eso de que siempre tienes razón en esas cosas-

-valla que aguafiestas-

-jajajaja-

-Alfred, baja a comer- le grita su madre

-bien hablamos mañana en la u que mi madre ya me esta llamando a comer

-bien, hasta mañana Alfred-

-hasta mañana Dani-

El resto de la semana y parte de la siguiente fueron normales excepto por el hecho de que Ric y Alfred se veían más a menudo para demostrar su amor frente al otro de cualquier manera existente sin sobre pasar los limites ya que en ningún momento olvidaban que estaban en la universidad y aparte de Dani que fue la que los unió nadie lo sabia ni querían que lo supiera nadie.

Por fin llego el viernes de la tercera semana del semestre Ric y Alfred habían acordado verse al terminar las clases en la biblioteca en la misma mesa de siempre para ir a la casa de Alfred para presentar a Ric como su pareja ante sus padres, aunque Alfred no estaba muy seguro de que reacción tendrían sus padres ante la noticia de que era homosexual y que además ya tenia pareja.

Alfred y Ric se montaron en el carro de este último, un BMW 525i modelo 2008

-cariño y este carro de donde lo sacaste?-

-pues veras mis padres eran un par de abogados muy adinerados y además tenían negocios por todo el país pero ellos murieron el año pasado en un accidente en el auto cuando se dirigían hacia la costa-

-lo siento no quería hacerte revivir malos recuerdos-

-no importa de todas maneras casi nunca los veía y pues al morir todo lo de ellos quedo en mis manos y como ya tenía la mayoría de edad todo pasó directamente a mis manos-

Al llegar a la casa de Alfred Ric detiene el auto frente a la casa y lo apaga.

-amor estas seguro de querer hacer esto?-

-si cariño, quiero que cuando mis padres te vean, te vean como mi pareja y no como mi amigo-

-si esa es tu decisión te apoyare en lo que pase-

Al entrar encuentra a su madre en la cocina.

-mamá donde esta mi padre?-

-esta en la habitación llego muy cansado y esta descansando-

-mamá podrías subir tengo algo que decirles-

-esta bien cariño-

La madre deja lo que esta haciendo y sube a la habitación seguida de Alfred y de Ric.

-bien hijo que tienes que decirnos?- le pregunta su padre

-eh... mamá, papá el es Ric es... es mi pareja- dice Alfred

Alfred ve como su padre se levanta de la cama y se acerca a él con paso firme, se acerca hasta quedar cara a cara y lo abraza.

-me alegra que me lo hayas dicho-

Alfred quedo atónito esperaba un golpe o almenos un regaño por parte de su padre pero jamás creyó que su padre reaccionara de esa forma, un momento después reacciono y le contesto el gesto de cariño a su padre.

-gracias por ser tan comprensivo pa-

-porque me agradeces después de todo tu tienes el derecho de escoger que harás con tu vida y con quien quieres pasarla- le dice su padre y lo suelta -Ric dime tu lo amas?-

-si, lo amo más que la vida misma-

-bien entonces lo dejo en tu cuidado-

-lo protegeré con mi vida si es necesario-

-bien, tienen mi bendición-

-me disculparan pero debo irme-

-pero a donde vas amor?-

-no te lo puedo decir pero te prometo que te lo diré algún día-

Esa noche Alfred miro la luna y estaba completa igual a como se sentía él.

En la siguiente semana Alfred no vio a Ric en ningún momento.

El domingo sonó el pito de un carro frente a su casa más o menos a las 8:10 de la noche, Alfred se fijo quien era y allí estaba el bello león que lo hacía suspirar en su BMW.

-hola amor- le grita Ric

Alfred sale corriendo de su casa hacía el león y le planta un calido beso.

-donde estabas?-

-te estaba preparando una sorpresa, sube-

-bien espera le avisó a mis padres-

Alfred entra de nuevo a la casa, sube a su habitación se arregla para salir les dice a sus padres que saldrá con Ric y vuelve a salir de la casa, entra al auto y Ric le venda los ojos, Alfred supone que es para no arruinar la sorpresa. Alfred siente que el auto acelera, supone que viajaron durante una media hora antes de detenerse.

-ya llegamos pero no te quites la venda- le dice Ric

-bien- responde Alfred

Ric toma la garra de Alfred y coloca un par de sobres en ella, luego siente como Ric baja del auto abre la puerta y lo ayuda a salir, luego lo ayuda a ir hasta el frente del auto y ahí se detienen.

-lo trajiste- dice una voz masculina muy profunda

-ahora entréganoslo- dice una segunda voz pero este es femenina y muy fría

-bien debo admitir que si me lo hubieran dicho cuando me propusieron este trabajo lo abría hecho sin pensarlo dos veces pero ahora no lo haré- Alfred reconoce la voz de Ric

-estas loco, tus padres murieron por el mismo motivo- dice la primera voz

-lo se pero yo no soy como ellos- responde Ric

Alfred siente como Ric lo suelta y saca algo, unos segundos después suenan dos disparos, Alfred asustado se quita la venda y al ver la escena deja que la venda se la lleve el viento, una gata y un caballo están tirados en el suelo uno con un agujero de bala en el pecho y la otra la bala en la mitad de la frente.

-Alfred yo... trabajo para la mafia me enviaron a secuestrarte para sobornar a tu padre y cambiarte por uno terrenos cerca de Uraba, pero cuando te conocí me enamore perdidamente de ti y no soy capaz de entregarte, tienes dos sobres en la mano uno blanco y otro negro, el negro contiene mi testamento y el otro contiene una carta que te hice, espero que puedas perdonarme y que leas mi carta, Alfred te amo más allá de la muerte y seré tu ángel guardián-

-no Ric-

-adiós-

Antes de que Alfred pueda reaccionar Ric coloca el arma en un lado se su cabeza y dispara, el cuerpo inerte cae al frente de Alfred, este comienza a llorar sobre su amado, luego levanta el rostro hacía el cielo, esta negro de nuevo no hay luna, como antes luego del suicidio de Ric, Alfred se sentía vació de nuevo como al principio y ahora que lo pesaba ese era el día en que cumplirían un mes de haberse conocido ese era el día en que su amor por Ric llevaría un mes, poco después ve el sobre blanco en su garra derecha, lo abre y comienza a leer, el sobre decía lo siguiente.

Lamento de un enamorado

Lamento, dejarte este ardor profundo,

No poder dejarte el rojo de mi amor

Ni la posesión del mundo

Ni siquiera un recuerdo profundo

Lamento, no haberte dado algo más

Algo que pudieras recordar

Algo que solo tu, quizás

Pudieras guardar en un lugar especial

Lamento, dejarte una gran depresión,

Y deja que la vida fluya

No le hagas una represión,

Y no dejes que esto influya

En esa bella creación

Que es tú cuerpo celestial

Lamento, no haberte dicho

Que quería secuéstrate

Pero el león aquí tirado

Se enamoro de ese tigre blanco.

Ricardo Montenegro