De nuevo Guerra.. Cap. XIII
#13 of De Nuevo Guerra
Capítulo XIII
Pues bien, aquí tenemos otro apítulo que tiempo me llevó terminarlo. Espero que les agrade y este inicio es el final de las aventuras de Kuma del capítulo anterior.
"Se les ocupa en el fuerte Nor para apoyo del personal aliado de nosotros.
Esta misión será llevada acabo en dos horas después que Noru les entregue este papel. Su misión específicamente, es proporcionar apoyo a dos unidades que estarán dentro del fuerte. Estas unidades los reconocerán a ustedes pues se les ha advertido se su forma, así que eviten atacar a dos animales que serán sus aliados.
Para distinguirlos de los demás, sus aliados llevarán una máscara negra y al momento de verlos levantaran su garra derecha y se alejarán del lugar sin decir nada y sin hacer algo.
Deberán separarse en grupos de dos para entrar a la fortaleza; un equipo entrará por el lado este y el otro, por el lado norte. Se deberán organizar muy bien y deberán salir enteros.
Una vez en la fortaleza, no habrá nadie vigilando, pues los dos aliados ya habrán limpiado el lugar. Si en dado caso que el lugar se encontrará custodiado como siempre, aborten la misión.
Su paga será dada una vez que lleguen a la mansión enteros. Si falta alguien la paga será cancelada.
Podrán usar cualquier cosa para logar el objetivo, pero recuerden que si los descubren, su destino será la muerte (ya sea por los enemigos o por nosotros mesmos).
Les aviso que deben cumplir a toda costa esta misión.
Que tengan un buen día. Amemizu..."
Así decía la carta que Noru les entrego a nuestros amigos después de su prueba de amor.
Como fue de esperarse, Kuma sintió miedo al pensar que debía ayudar a alguien más. Es fácil defenderse a sí mismo, pero cuando se trata de defender a alguien más, se dificultan las cosas a más no poder. Pero al parecer, y bien parecido que es, Betty y Miluda no sintieron miedo alguno, es más, parecería que ellas ya habrían estado en batallas anteriores, y no se les puede culpar, pues ambas zorras y están grandes de edad, por eso de los veintes, y se les notaba la experiencia en su campo de trabajo. Por otro lado, sobraba Alex; este tigre morboso estaba algo nervioso, pero se sentía contento de estar con Kuma a su lado. Estaba tan seguro de estrenar sus conjuros mágicos, que ya casi quería que fuese esa hora indicada para ir a matar, o a ayudar, mejor dicho.
Pero el tiempo no ayudó... Cada minuto era como una hora. Todos los animales se encontraban desesperados por no poder hacer nada antes de esa hora. Ni jugar, ni hablar de otra cosa que fuera la misión hacían. Es verdad que eso es desesperante, agotador y hartante, pero debían de hacerlo, no por la paga, si no más bien por ayudar a alguien desconocido que a lo mejor sufriría daños por sus culpas y errores.
Alex, algo nervioso, se acercó a Kuma y comenzó a besarlo en su hocico, pero Kuma no le siguió el juego, pues se quería concentrar en la misión. Con esto, Alex se enojó pensando que ahora quería a Betty y no a él. Se puso algo obstinado y empezó a besar a Kuma por la fuerza, aun cuando este panda gordo le ignorara las lambidas y caricias.
Pasaron las dos horas y todos partieron al lugar indicado. Aclaro, que justo antes de la hora indicada los machos regresaron a sus respectivas casas para alistarse y armarse para la batalla. Una vez ahí, parecía un cementerio.
Para empezar y aclarar mentes... El lugar donde se encontraban era conocido como "Le Novus Forte" o que en idioma nuestro es "La Fortaleza Nueva". Este es un gran castillo de casi diez kilómetros de altura, cinco de ancho y protegido con piedras reforzadas con metal. Es una maravilla de las defensas; totalmente impenetrable, ya sea por agua, aire o tierra. Sus gruesas murallas, de un kilómetro de grosor, son prácticamente indestructibles, sobre todo para ese entonces; sus trampas escondidas, calabozos y torres proporcionan un gran auge a este lugar. "Le Novus Forte" fue usado durante la guerra anterior a esta nueva. Se reconoce por haber detenido al ejército enemigo, con tan sólo seis cadetes dentro, desconocidos totalmente. Los enemigos se ven acorralados al entrar por sus numerosas trampas, pasajes secretos, "callejones sin salida" y otras cosas que ayudan principalmente a los que adentro se resguardan.
Pensar que ahora que llegan estos cuatro animales, ven esta fortaleza bañada en sangre, con cadáveres por doquier, armas sin dueños, partes de cuerpos esparcidas por ahí y sus murallas grises, empapadas de una sangre oscura, al más no poder. Es verdad que las murallas ya se encontraban cubiertas de sangre, pero había más sangre que la de costumbre, que parecería que era pintura fresca de remodelación del lugar.
-¿Qué habrá pasado aquí? -Exclamó Kuma sin ganas de esperar la respuesta.
El silencio reinó por unos minutos. En ese lugar, hasta el sonido del viento estaba callado. No había ningún ruido ni sonido ni aullido ¡ni grillos! Era un lugar desolado, silencioso e inerte.
Se aventuraron estos defensores a entrar a la fortaleza. Igual que afuera, el interior estaba bañado en sangre y cadáveres. Se encontraban dos pasajes abiertos, al fondo de estos se veía más lugar que revisar, así que se separaron en dos grupos: uno conformado de Betty y Kuma, y el otro, contra su voluntad, por Miluda y Alex. El que reclamó más fue Alex, pues quería estar a solas con Kuma, pero nada hizo cambiar de parecer a Betty, quien había escogido los grupos.
-Nos veremos aquí en veinte minutos. Si algo llega a pasar regresen a este lugar. Les recuerdo que esta fortaleza esta llena de trampas, pero al parecer algunas ya están apagadas o activadas -dijo Betty.
-Si este lugar es tan peligroso, ¿por qué el estado lo sigue manteniendo aquí? -Preguntó Alex.
-Por la razón de ser lugar histórico y fortaleza del estado. Si estalla una nueva guerra, el gobernador no dudará en resguardarse aquí. Pero tal parece que alguien halló la forma de entrar aquí sin problema... Me pregunto cuantos habrán entrado aquí... -dijo Miluda severamente, y luego se llevó a Alex por su lado correspondiente.
Alex, mientras refunfuñaba y maldecía, no se atrevió a acercase demasiado a Miluda, ya que pensaba que a ella la había gustado lo de la vez pasada. Mas Miluda no le importaba nada más que la misión. Ella estaba decidida a salvar a Alex, aun cuando lo detestara, pero sabía que su habilidad ninja era más que suficiente.
En el pasillo que les tocó recorrer, Alex y Miluda se encontraban muy cerca, pues al parecer era un camino angosto y con paredes grises, húmedas, malolientes y llenas de sangre. Se seguían apreciando cadáveres en el camino; osos, tigres, perros, gatos... todo tipo de animal, unos parecían haber sido matados por cuchillos, otros tantos parecía que fue una espada filosa y unos pocos, escasos diría yo, matados sin razón. Estos últimos estaban tirados en el suelo, inmóviles, pero no presentaban ningún tipo de signo vital. Entre ellos estaba un tigre de gran musculatura, ancho de cuerpo y con rasgos agresivos. Este tigre llamó la atención de Alex, sobre todo por lo que había en medio de sus patas.
Alex observó un gran "bulto" en el tigre y se acercó a ver. Miluda se adelanto un poco, ignorando las reales intuiciones del felino. Se juntó Alex con el tigre inmóvil, lo tocó en la cara, y nada pasó. Puso una garra en el cuello, pero no sintió pulso. Lo intentó ahorcar, pero al muerto no se le mata más. Ya con esto Alex se aseguro que la presa estuviera muerta. La mente del loco felino le decía que tuviese sexo con aquél cadáver; pero su sentido común no se lo permitía. "Si hago eso me llamarán... esto... ¿cómo era? Que va, me llamarán loco... además Kuma se enojará... Pero ese panda regordito, lleno de amor, grasa y semen me traicionó con esa flacucha zorra... Creo que es una buena venganza..." Así se dijo a sí mismo el tigre, y luego se cerciorarse que no había testigos, se desnudo enfrente de ese inmenso tigre. Primero metió su pequeño miembro en la boca del tigre. Esa boca estaba seca, pues al parecer el tigre ya había estado muerto desde tiempo antes, así que la sequedad de la boca no lubricaba la entrada del pene de Alex, y como el muerto está inerte, el hocico se cerraba por la gravedad; esto consiguió a rasguñar el pene de Alex... así que éste se detuvo.
Observó de nuevo, y nadie estaba viendo. Se aventuró a quitar el pantalón del gran tigre y por su sorpresa, se encontró con un miembro de gran tamaño, grosor y espesor. Se apresuró a lamberlo, pero este sabor era desagradable para su gusto, además quel pene no entraba en su hocico. Se preparó para meterse ese gran pene en su ano, deseando un gran placer, mas el pene flácido no cabía en su ano, y como cosa inerte, no se podía manejar muy bien... Pero de pronto algo pasó. Una voz dijo "¿Quieres ayuda?" Alex miró en toda dirección existente, pero no vio a nadie. Miró fijamente al tigre musculoso, y notó que escurría baba de su hocico. Se asustó y se alejó, pero con el pantalón medo bajo, se tropezó y cayó al suelo. El tigre abrió un ojo... un ojo amarillo penetrante, rojizo, lleno de maldad... En segundos abrió el otro y volvió a decir "¿Quieres ayuda gordo?"
Alex quiso gritar, pero recordó que Miluda lo regañaría por jugar con los muertos, otrosí recordó que Kuma podía hacer ilusiones pequeñas, así que si se esperaba un tiempo, todo sería normal. Pero la desgracia vino. El tigre se empezó a levantar, comenzó a frotar su miembro hasta excitarlo por completo y se dejó caer torpemente sobre Alex. Intentó forzar a Alex a tener sexo, pero se repente se detuvo y se quedo de nuevo inmóvil.
"Lo sabía, fue Kuma... ese Hi'de puta..."
Pero al regresar la mirada vio a Miluda que había lanzado una espada sobre la espalda de aquel tigre, matándolo al instante que ésta entró a su musculoso cuerpo.
Sin decir nada, Miluda se retiró lentamente incitando a Alex a que la siguiera.
Por su lado, Kuma y Betty no iban tan mal. Betty revisaba cualquier rincón oscuro del castillo, examinaba cada gota de sangre e intentaba explicar la muerte de esos animales. Kuma observaba con atención cada pedazo de pared. Algunas partes parecían móviles, pero no las eran. Otras tantas estaban intactas estando a los lados de paredes llenas de sangre. La muralla que más le interesó fue una que estaba completamente limpia, gris y seca, cuando los pedazos adyacentes estaban bañados en sangre, y por una línea gruesa de sangre descubrió que esa pared había sido girada. Se introdujo solo, pues Betty estaba entretenida examinando los cadáveres que no estaban llenos de sangre herida, cicatriz o cortadas.
Una vez adentro, Kuma se sintió aterrado por el ambiente húmedo, frío, desolado, callado, lleno de eco y apestoso que ese pasaje secreto le proporcionaba. Sacó un kunai por si algo ocurría, pero al instante descubrió que la zona estaba llena de magnetismo. ¿Cómo lo supo? Fácil. Al sacar el kunai una fuerza le obligó a girar su muñeca hacia la pared más cercana. Por experimento soltó el kunai, y éste fue derecho a la pared y de ahí no se cayó, pese a su posición lateral. Decidió mantener guardado todo su equipamiento, pues su bolsa contenedora de piel no les permitía a las armas salir e su lugar.
Continuó bajando por el pasaje, y notó como el ambiente cambió repentinamente... Este lugar estaba lleno de una luz naranja, débil y cálida, parecida a la de una vela, pero la fuente de la luz era desconocida. Presenció otra sombra a lado de la suya, pero no encontró a nadie. El pánico invadió su gordo cuerpo. Por minutos se le fue imposible avanzar, no perdía de vista aquella sombra, y en cada movimiento realizado, se asustaba más y más. La sombra parecía acercarse, lentamente... Kuma no podía respirar debido a los nervios. Cada segundo era una tortura; cada vez el enemigo más cerca y el desarmado, indefenso e impotente. La sombra tomó la apariencia de un mapache, voluminoso, ancho de pecho, fuerte y peligroso. Con todo esto, Kuma dejó escapar un poco de orina en su calzones... Algo desagradable.
-Hey niño, si vas a quedarte ahí mínimo no me manches el piso -dijo una voz totalmente desconocida para Kuma.
-¿Qui...qui... quién anda ahí? -preguntó Kuma lleno de miedo.
-Soy Fer, acercate muchacho, no muerdo.
-No...no... sal... sal tú si... lo deseas... o no... -Dijo Kuma aún sin poder hablar bien. En su mente le pasó esa idea, pero realmente no quería que ese personaje se apareciera... menos en su estado.
El personaje, que terminó siendo un mapache café, no fuerte, pasado de peso, relleno, y simpático, se apareció en frente de Kuma sin ninguna arma, semidesnudo, solamente con un calzón y un sombrero puntiagudo. El panda se quedó paralizado, pero al ver quel mapache no tenía intención de nada, se calmó un poco y comenzó a respirar profundamente.
Mas no acabó completamente el miedo de Kuma, ya que al bajar un poco más las escaleras se dio cuenta del lugar en el que se encontraba. Era una cámara de tortura. Su mente se llenó de inmensa cantidad de ilusiones y miedos, que terminaron por inmovilizar por completo su cuerpo. Veía fijamente cada una de esas máquinas de tortura medieval... la silla de Judas, la caja de picos, "la jaula"... todas esas torturas que siempre se ven en esos castillos. La pregunta real es, ¿Qué diantres hacían esas máquinas ahí? Se supone que ese lugar es una fortaleza, no un castillo antiguo. Pero de nada servía contemplar ese punto de vista, pues Kuma no reaccionaba. Su inmenso cuerpo peludo no se movía, estaba completamente paralizado ante esas máquinas... su respiración, si es que había la suficiente, no era capaz de ser escuchada por oídos normales, pues parecía que Kuma había dejado de respirar. "Fer" se acercó demasiado, y me refiero a demasiado, casi tocando su cuerpo con el de Kuma. Como observó quel panda estaba inmóvil, lo agarró del su cuello de manera gentil y delicada; pero Kuma reaccionó y del susto se orino por completo en el lugar donde se encontraba parado.
El mapache se alejó un poco y le dijo a Kuma que lo ayudaría a relajarse un poco. Primero le desabrochó el pantalón a Kuma, lo bajó un tanto para ver su ropa interior empapada de orina y para finalizar le bajó esta ultima... Sabemos la reacción de Kuma, no se movió ni se sorprendió un poco. Este mapache empezó a lamber el miembro de Kuma, pero no había respuesta de excitación en el panda obeso. Continuó el mapache con su trabajo oral, disfrutando cada instante quel pene de Kuma entraba o salía de su boca.
Llevó algo de tiempo esta escena, pues Kuma no se percataba quel desconocido estuviera haciendo algo. Pero pasado un largo tiempo, Kuma empezó a sentir la excitación que le provocaba el mapache, y se olvidó completamente del miedo.
En eso, se escuchó una voz a lo lejos que gritaba locamente "¡¿Dónde estas mapache desagradecido pariente de tu madre?! Con esto, el mapache se separó de Kuma y comenzó a buscar algo. Nuestro querido panda se quedo atónito ante esa situación, y con su pene de fuera, pantalón y trusa abajo, no se movió.
No pasaron si diez segundos después del grito y apareció una hembra mapache de buen cuerpo, rellenita, pero no gorda, de busto frondoso, caderas bien formadas y su cara muy bien marcada y linda. Vestía unos ropaje negros, parecían más bien túnicas negras, que empezaba desde la nariz de la hembra, quedando un poco separado de la cara la túnica por el efecto de la nariz saliente, y acababa arrastrando en el suelo; llevaba puesto un sombrero puntiagudo igual al de "Fer", pero ella llevaba en su mano izquierda un bastón de madera de cedro, muy oscura, con una piedra azul el un extremo. Ese lugar donde la piedra reposaba tenía forma de boca a medio cerrar, estando la piedra en medio de la boca; dado que esta piedra tenía un color transparente, algo tenue, mas bien formada y pulida, daba una sensación de tranquilidad e inquietud al mismo tiempo, pues al observar la piedra parecía que dentro de ella estaban ocurriendo tormentas de nieve, pero a veces, ocurrían nevadas suaves que relajan, bueno al menos eso a mi parecer, puesto que yo jamás he tenido la oportunidad de ver nevar...
-¿Qué estabas haciendo mapache acéfalo? -Refunfuñó la mapache, completamente histérica y furiosa.
-Nada malo mi amorcito, sabes que no me permito hacer nada malo -respondió el mapache tranquilamente, sin remordimiento.
-¿A sí? Entonces, ¿por qué ese obeso panda lípido está con el pantalón bajo y su pene de fuera? -Replicó de nuevo la hembra ahora con más furia que la vez pasada.
-Le di un trabajo oral, nada más... -dijo el mapache, sin ninguna pizca de vergüenza- Acordamos que me permitirías usar mi ano y mi boca para fines eróticos y morbosos, así que no es nada malo.
Hasta este momento Kuma se sentía fuera de lugar... Esa pareja tétrica de mapaches se peleaba por su culpa y ni siquiera sabía porque. Lo peor fue que Kuma no entendió las palabras de la hembra y se sentía un poco incómodo. Además, estaba aún con el pantalón bajo y a su parecer, ese hembra se burlaba de su miembro. Mas no obstante, Kuma se armó de valor y se vistió decentemente y sin armar otro escándalo mientras la pareja se seguía agarrando a palabras agresivas y difíciles de entender.
Mientras tanto, Alex se encontraba mucho mejor que Kuma, se podía decir.
Su ira por la traición de Kuma para con su obeso ser, le dejó marca en el corazón y se intentaba desquitar de eso. Cada vez que se encontraba a un cadáver gordo o con un gran miembro se detenía a experimentar. Pero al los tres intentos, Miluda se enojó y se lo llevó arrastrando de la cola como a un niño pequeño. Con esto Miluda armó un escándalo, ya que al arrastrar a ese gordo tigre, se llevó de encuentro unas palabras que para las señoritas no son dignas, pero en ese momento nadie se percató.
A los pocos metros de jalar al tigre, contra su voluntad (Alex no es el tipo de tigre que las hembras puedan convencer), se escuchó un ruido sordo que llamó la atención de Miluda. Volteó a observar, pero nada había detrás... Con su chakra intentó buscar a un enemigo, pero había tantos cuerpos muertos, que iba a ser casi imposible hallar a uno vivo. En esa búsqueda, Alex se alejó de Miluda corriendo, pero su escape fue frustrado a se cogido por un extraño ser más fuerte que él. Dio un rugido de auxilió, el cual, Miluda percató de inmediato y lo atendió.
Al llegar al lugar de auxilio, vio que Alex se encontraba inmóvil, en garras de un poderoso toro café, de gran musculatura, cuernos puntiagudos, nariz alargada, bello axilar en exceso, y unos ojos grandes, color café oscuro; sus dientes no se notaban a simple vista, pues parecía que la sonrisa era un mito en su rostro; sus pezuñas grises, desgastadas, llenas de sangre, marcadas de una forma extraña, pues tenían un símbolo extraño... generalmente los toros o vacas son marcados en su trasero, pero en este caso, la marca era un símbolo parecido a una marca nazi, con modificaciones en las puntas, encerrada en un círculo, y con líneas que mostraban algo malo... En cuanto a su ropaje, bueno, pues les diré que era la mejor que Alex podía pedir para ese momento... Llevaba puesto solamente unas bermudas rojas que mostraba el perímetro de su área genital.
En cuanto a Alex... solamente por la parte de ser alzado a la fuerza por el cuello, que se considera como mala, estaba excelente. Sus patas traseras tocaban y acariciaban los genitales del toro, aún cuando a éste no le importara. Pero por el buen tacto de Alex, se dio cuenta quel paquete que le aguardaba era algo enorme y lo suficiente "grueso" para vengarse de Kuma.
Aquí caba esta parte. Perdón, pero es necesario hacer una pausa en el capítulo para cambiar de advertencia.